Félix Sautié Mederos
Debo confesarles que en toda esta semana me ha sido muy difícil dejar a un lado el tema sobre lo que está sucediendo en Honduras, a lo cual me he referido en mis dos últimos artículos. No puedo olvidar lo que allí acaece trágicamente. La Habana es un espacio muy cercano y a nosotros, nos han estado llegando las imágenes del pueblo en su lucha. Nos queda muy claro que allí el pueblo se ha desbordado, masivamente, en calles, carreteras y caminos de todo el país para protestar contra la imposición sangrienta de un grupo de militares que han subvertido el orden constitucional.
Hay lucha e indignación manifiesta y, en mi criterio, los golpistas, con su violencia y sus imposiciones, niegan con los hechos los propósitos que afirman con las palabras en contra del Presidente Constitucional José Manuel Zelaya, Mel como le dicen sus familiares y el pueblo en general. Ha habido quien me ha escrito afirmando que lo que estamos viendo no es lo cierto, que en Honduras no se ha producido ningún golpe de estado y no se manifiestan protestas masivas. Yo pienso que hay que estar muy enajenado para plantear eso ante lo masivo de los manifestantes y la respuesta de los represores que lanzan bombas de gases y balas, incluso, que ya han cobrado algunos muertos.
Las imágenes alternativas, captadas por los que han estado dentro de las multitudes, pudieron reflejar la sangre e incluso los sesos regados en el pavimento de un joven que fue asesinado en medio de una multitud que esperaba, por un franco tirador del ejército el domingo 5 de julio pasado, día en que el Presidente Constitucional intentó regresar por el Aeropuerto de Toncontin. Eso no es posible negarlo porque se hizo público, gracias a los recursos alternativos en manos de la población y de las iniciativas populares de defensa, que a diario se manifiestan en un combate desigual de una población desarmada, que se enfrenta pacíficamente a un ejército desplegado en las calles, con miles de efectivos y todas sus armas.
De todo esto podríamos continuar sacando en claro experiencias muy interesantes. En un artículo anterior, hablé sobre las nuevas tecnologías y los medios alternativos en manos populares y ahora, quiero escribirles sobre la creatividad y las iniciativas que surgen de la población en lucha. Un pueblo que ha creado un frente de resistencia dentro de la lucha diaria. Aquí la creatividad y la iniciativa no han sido impulsadas por la orientación centralizada, sino que las han expresado con la frescura de quienes defienden la libertad y se manifiestan frente a la opresión.
Esta iniciativa es demostrativa de la importancia que tiene facilitar la creatividad de las masas y no coartarla por medio de un concepto de disciplina centralizada y burocrática para que, precisamente, en los momentos de agresión pueda desplegarse con la energía y la agilidad requeridas. Confiar en la población y facilitar su desenvolvimiento es una fortaleza ante la adversidad por muy dramática que pueda presentarse.
Dentro de estas situaciones, la juventud tiene una importancia estratégica muy grande porque las energías juveniles, cuando se expresan masivamente, se convierten en fuerzas arrolladoras a favor de la libertad y la justicia con un potencial extraordinario. Si falta la confianza en el pueblo y en los jóvenes todo se haría más complicado y difícil, y eso hay que desarrollarlo, entrenarlo, facilitarlo sin cortapisas ni limitaciones.
Honduras se ha ido convirtiendo, con su lucha y con el enfrentamiento popular al golpe de estado, en un ejemplo de la dignidad y del valor que tiene que confiar en el pueblo sin limitaciones de ningún tipo. Podrán surgir reverses parciales, pero la población unida de seguro que triunfará.
fsautie@yahoo.com
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario