26 marzo 2010
El mundo al revés
El mundo al revés
Diversas razones me llevan a considerar ejemplar la nueva Ley de Salud Sexual y Reproductiva que aprobó el Senado español el pasado 24 de febrero. Se trata de una propuesta madurada, como expresó la senadora Leire Pajín, del Partido Socialista, toda vez que es producto de la reflexión que se realizó por más de dos años en encuentros y trabajo conjunto con muchas organizaciones de mujeres, con expertos de diversas áreas de la salud, el derecho y la protección social. Lo fundamental es que la nueva legislación ofrece más garantías a las mujeres y a los especialistas de salud; pero además contempla una visión integral de la salud sexual y reproductiva, incluyendo la promoción de la educación sexual integral, que era una de las debilidades del modelo español.
Con esta reforma España da un paso más para su integración cultural con la comunidad europea, al equipararse con la mayor parte de los países de ese continente donde predominan leyes de plazos para regular el aborto. Tal como afirmó Luisa Torres, reconocida líder feminista y portavoz de la Clínica Dator de Madrid (institución que fue recientemente galardonada con el Premio Nacional 8 de Marzo): "no existía hasta ahora en España una legislación específica, en el año de 1985 el aborto se despenalizó en tres supuestos: violación, graves malformaciones del feto y daño para la salud física y síquica de la madre (ésta última causal fue la más utilizada en los abortos practicados en ese país); pero seguía regulado por el Código Penal". Ahora se eliminó la calificación como delito, se reconoce al aborto como un derecho de la mujer y se toma en cuenta el consenso de la comunidad científica internacional que permite ampliar el plazo para la interrupción del embarazo en caso de riesgos de la vida o la salud de la mujer o graves anomalías en el feto:
La mujer podrá tomar una decisión libre e informada sobre el aborto en las primeras 14 semanas de embarazo, y a partir de los 16 años de edad.
Hasta las 22 semanas de gestación se abre la posibilidad de abortar por razones médicas, previo informe de dos médicos además del especialista que vaya a realizar la intervención.
Después de las 22 semanas, será posible abortar cuando se diagnostiquen en el feto anomalías incompatibles con la vida o una enfermedad extremadamente grave e incurable, que autorizará un comité médico pluridisciplinar.
Las medidas educativas incorporan la educación sexual integral al sistema educativo, contemplando:
La promoción de la igualdad entre hombres y mujeres con especial atención a la prevención de la violencia de género, agresiones y abusos sexuales.
El reconocimiento y aceptación de la diversidad sexual.
El desarrollo de la sexualidad acorde con la personalidad de las personas jóvenes
La prevención de las infecciones de transmisión sexual y del VIH.
La prevención de embarazos no deseados.
Algunas medidas parecidas fueron contempladas en la reforma de abril de 2007 para autorizar la interrupción legal del embarazo en la ciudad de México: abrió el libre acceso a la interrupción del embarazo hasta la semana 12 de gestación (dos semanas menos que en España) y combinó el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva y el fortalecimiento de la educación sexual integral; sin embargo acá no se logró sacar al aborto del Código Penal ni ampliar los plazos para las causales médicas.
Esperamos que los jerarcas del Vaticano no vayan a promover leyes antiaborto en el interior de España, como vienen haciéndolo en México como venganza política. Más valdría que se ocupara en cambiar su cultura institucional y en recuperar la calidad moral de los sacerdotes católicos, a fin de garantizar la libertad e integridad corporal de las mujeres y de las personas menores, y mejor invirtieran en la reparación del daño de más de 100 mil niños y adolescentes víctimas de abuso sexual y violación por parte de sus clérigos.
gabriela.afluentes@gmail.com
Con esta reforma España da un paso más para su integración cultural con la comunidad europea, al equipararse con la mayor parte de los países de ese continente donde predominan leyes de plazos para regular el aborto. Tal como afirmó Luisa Torres, reconocida líder feminista y portavoz de la Clínica Dator de Madrid (institución que fue recientemente galardonada con el Premio Nacional 8 de Marzo): "no existía hasta ahora en España una legislación específica, en el año de 1985 el aborto se despenalizó en tres supuestos: violación, graves malformaciones del feto y daño para la salud física y síquica de la madre (ésta última causal fue la más utilizada en los abortos practicados en ese país); pero seguía regulado por el Código Penal". Ahora se eliminó la calificación como delito, se reconoce al aborto como un derecho de la mujer y se toma en cuenta el consenso de la comunidad científica internacional que permite ampliar el plazo para la interrupción del embarazo en caso de riesgos de la vida o la salud de la mujer o graves anomalías en el feto:
La mujer podrá tomar una decisión libre e informada sobre el aborto en las primeras 14 semanas de embarazo, y a partir de los 16 años de edad.
Hasta las 22 semanas de gestación se abre la posibilidad de abortar por razones médicas, previo informe de dos médicos además del especialista que vaya a realizar la intervención.
Después de las 22 semanas, será posible abortar cuando se diagnostiquen en el feto anomalías incompatibles con la vida o una enfermedad extremadamente grave e incurable, que autorizará un comité médico pluridisciplinar.
Las medidas educativas incorporan la educación sexual integral al sistema educativo, contemplando:
La promoción de la igualdad entre hombres y mujeres con especial atención a la prevención de la violencia de género, agresiones y abusos sexuales.
El reconocimiento y aceptación de la diversidad sexual.
El desarrollo de la sexualidad acorde con la personalidad de las personas jóvenes
La prevención de las infecciones de transmisión sexual y del VIH.
La prevención de embarazos no deseados.
Algunas medidas parecidas fueron contempladas en la reforma de abril de 2007 para autorizar la interrupción legal del embarazo en la ciudad de México: abrió el libre acceso a la interrupción del embarazo hasta la semana 12 de gestación (dos semanas menos que en España) y combinó el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva y el fortalecimiento de la educación sexual integral; sin embargo acá no se logró sacar al aborto del Código Penal ni ampliar los plazos para las causales médicas.
Esperamos que los jerarcas del Vaticano no vayan a promover leyes antiaborto en el interior de España, como vienen haciéndolo en México como venganza política. Más valdría que se ocupara en cambiar su cultura institucional y en recuperar la calidad moral de los sacerdotes católicos, a fin de garantizar la libertad e integridad corporal de las mujeres y de las personas menores, y mejor invirtieran en la reparación del daño de más de 100 mil niños y adolescentes víctimas de abuso sexual y violación por parte de sus clérigos.
gabriela.afluentes@gmail.com
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