viernes, marzo 05, 2010

Mujica asumió como presidente de Uruguay

Barómetro Internacional

Anunció continuidad económica y “barrer” la indigencia

Ernesto Tamara.

Como su vida, la asunción de José “Pepe” Mujica a la presidencia del Uruguay, estuvo signada por la espontaneidad y la falta consciente de protocolo. Este primero de marzo, el ex guerrillero y dirigente del Movimiento de Liberación Nacional tupamaros (MLN-T) recibió la banda presidencial del primer presidente de izquierda del Uruguay, Tabaré Vázquez, que se retiró con respaldo superior al 60%, y en su juramento aseguró mantener la continuidad del gobierno y acelerar el combate a la pobreza y la marginalidad.

Mujica accedió a la presidencia tras ganar las elecciones en segunda vuelta el pasado mes de noviembre, con más del 52 por ciento de los votos, y encabezando la coalición de centro izquierda, Frente Amplio – Encuentro Progresista.

Pasado el mediodía debió prestar jurante ante la Asamblea General, presidida por su esposa, la también ex guerrillera tupamara, Lucía Topolansky. Desde allí se trasladó en un automóvil eléctrico, fabricado en el país, hasta la Plaza Independencia, donde en una ceremonia pública, ante decenas de miles de personas, culminó con la parte protocolar del cambio de mando, y más tarde participó en la primera parte de un festejo popular.

Mujica, que estuvo más de 13 años preso, de ellos 11 años como rehén en condiciones infrahumanas por la dictadura militar, llamó a la unidad nacional y la integración latinoamericana. En un homenaje a los militantes de calle, a los que nunca se dan por vencidos, Mujica destacó la presencia en el estrado de un trabajador rural, cortador de caña de Bella Unión, Artigas, (conocidos como “peludos”) invitado especialmente.

“Yo invité a un amigo que está acá. Es un viejo peludo de Artigas, criado en la frontera. Huérfano de gurí, que tiene cuarenta y pico de años de militancia. Que cada vez que voy a Artigas, paro en su rancho. Es, de los imprescindibles de abajo, de los que nunca piden un puesto, un cargo, un acomodo, un laburo. De los que a lo largo de 40 años siempre militan, y es a través de él que quiero recordar que no por estar arriba tu corazón y tu compromiso dejan de estar abajo”.

Las primeras palabras de su discurso público las destinó a reivindicar la integración latinoamericana al destacar la simbología de organizar el acto de transmisión de mando en una plaza pública al pie del monumento a José Artigas. “Este monumento simboliza para los uruguayos dos cosas: unidad nacional y concepción latinoamericana” explicó. Anteriormente, en el discurso en la Asamblea General, insistió en la integración regional.

“Nosotros no perdemos la esperanza de que haya una sola nación latinoamericana, desde el río Bravo hasta las Malvinas. Compartimos un dormitorio: el MERCOSUR. ¡Ay! El MERCOSUR será hasta que la muerte nos separe”, exclamó. También dijo “Que el Bicentenario nos encuentre con un Río de la Plata más angosto y los caminos despejados” en clara alusión al problema que enfrentan ambos países por la construcción y funcionamiento de la planta de celulosa en Fray Bentos, Uruguay, y el corte de ruta que une a ambos países por el puente Fray Bentos-Puerto Unzué.

Después, ante varios mandatarios extranjeros, representantes de gobiernos y Estados, Mujica improvisó un discurso de 20 minutos, donde resumió las líneas generales de lo que serán sus cinco años de gobierno.

Como principal objetivo de esa etapa llamó a "barrer la indigencia y disminuir la pobreza en un cincuenta por ciento", así como "masificar el conocimiento y la cultura, muy particularmente llevando el conocimiento al Interior lejano, olvidado y segregado." Aclaró que la forma de instrumentar esa masificación de la enseñanza y la cultura era negociable con la oposición, pero, subrayó lo que no era negociable “es el rumbo”.

En los cinco años del gobierno de la coalición de centro izquierda encabezado por Tabaré Vázquez, la desocupación se redujo de 15 al 7,2%, el salario mínimo se multiplicó por cuatro, se redujo el nivel de pobreza del 31,9% al 20,5%, y los niveles de indigencia del 3,9% al 1,5%, según datos de diciembre de 2008.

Recordó que Uruguay en el contexto de América Latina, “tiene la historia de ser el país más igualitario” y llamó a “continuar y acentuar esa tendencia igualitaria llevándoles oportunidad a aquéllos que el mercado tiende a segregar contemporáneamente”.

En una reivindicación de su pasado y los objetivos de lucha de más de una generación, Mujica recordó que “pertenecemos a una generación, de la cual quedan algunas reliquias, de los que quisimos tocar el cielo con las manos. Soñamos con construir como pudiéramos una sociedad mejor”.

Pero, destacó el ex guerrillero que tiene las cicatrices de seis balazos, esa sociedad en la que soñaban en las décadas del 60 y 70, aparece hoy más lejos en el horizonte. “Soy de los que piensan que algún día la humanidad construirá esas sociedades, pero mucho antes tendrá que haber multiplicado mucha riqueza, mucho conocimiento y mucha cultura, porque es inútil querer igualar de arriba hacia abajo. La gente clama por lo inverso”.

El nuevo presidente uruguayo insistió en que para avanzar en el camino hacia la igualdad, es necesaria la participación ciudadana, y el fomento de la riqueza nacional. “Entonces necesitamos la colaboración de todos los sectores que componen nuestra sociedad: ricos, pobres, los del medio. Necesitamos gente que invierta, y le tenemos que dar garantía, porque va a invertir si tiene seguridad y tranquilidad. Y si esa gente no invierte, no les damos respuesta a aquellos por los cuales, solidariamente, más estamos preocupados. En el afán de repartir mucho y aceleradamente, terminamos repartiendo menos”.

En ese reclamo de participación insistió en las iniciativas de ciudadanos y pequeños empresarios. Convocó a crear cooperativas y asumir riesgos. “Aquellos más corajudos de mi pago que no se preocupen de levantar muchos letreros por reivindicaciones. Eso que lo hagan, pero que afronten el coraje de juntarse y fundar empresas autogestionadas para demostrarse que los trabajadores son capaces de mandarse a sí mismos”.

Finalmente, en lo que pareció una nueva reivindicación de su pasado de luchador, exclamó “tengo el derecho a gritar en este mundo que derrotados son sólo aquellos que dejan de luchar. ¡Viva la patria! ¡Viva el Uruguay! ¡Viva América Latina!".

Visitas a Bolivia y Venezuela en breve

La jornada estuvo marcada también por los contactos con varios mandatarios de la región y con la Secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, que al igual que los presidentes de Brasil, Lula Da Silva y de Colombia, Alvaro Uribe, sólo participó de la ceremonia en la Asamblea General.

Mujica se reunió privadamente con los presidentes de Bolivia, Evo Morales, y de Venezuela, Hugo Chávez. Ya antes de asumir anunció que una de sus primeras salidas al exterior será para visitar Bolivia y en la reunión con Chávez confirmó también una visita a Venezuela en el primer mes de su mandato. Chávez y Mujica trazaron un esquema de trabajo para avanzar en varias áreas de cooperación.

"Lo que tenemos para aportar en ciertas áreas de la agricultura y la genética animal, naturalmente nos interesa el perfeccionamiento en el intercambio petrolero y probablemente algunas tareas en el orden universitarios y la formación, así como algunas cosas que tienen que ver con el transporte y la alimentación", indicó Mujica tras la reunión.

El mandatario venezolano indicó por su parte que "Cuando llegue 'Pepe' a Caracas debemos tener más claro el mapa comercial. Nosotros por ejemplo queremos incrementar en el muy corto plazo las compras sobre todo de alimentos, de ganado en pié, de carne, de leche, de queso, avena, un trigo".

Por otra parte, durante la ceremonia de saludos protocolares, el presidente Mujica aceptó la invitación del gobierno de la República Popular China para visitar ese país en el futuro. Mujica espera abrir más mercados en el exterior.

ernestotamara@gmail.com

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