MEXICO, D.F., 1 de marzo (apro).- El escritor Carlos Fuentes ha celebrado, con peculiar exaltación, que el Partido Acción Nacional (PAN) haya perdido “la virginidad” al hacerse gobierno: “¡Y qué bueno! Yo no quiero partidos vírgenes, ¡quiero partidos que follen todos con todos muy contentos! Digo que haya una promiscuidad, en cierto modo, entre los partidos, porque así se hace la vida democrática.”
Artífice suprema de este ideal de Fuentes es Elba Esther Gordillo, su amiga y mecenas, quien hasta ahora ha resultado la principal beneficiaria de la “promiscuidad” partidaria que está en curso, no sólo entre los partidos que han forjado alianzas para combatir al PRI, sino de éste con Nueva Alianza, justamente la estructura electoral propiedad de la depredadora cacique del magisterio.
Además de las parcelas de poder en el gobierno de Felipe Calderón, que incluye la subordinación del secretario de Educación, Alonso Lujambio --que cenó en casa de ella apenas una semana después de tomar posesión para solicitar su respaldo en su aspiración presidencial--, Gordillo ya sometió a los partidos distintos al PRI para que postulen a dos de sus pupilos a cargos de gobernador.
Rafael Moreno Valle y Miguel Angel Yunes, estrechos colaboradores de Gordillo en el PRI, son ahora candidatos a gobernar Puebla y Veracruz, respectivamente, por la alianza que estableció el PAN con el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y, en el primer estado, con Convergencia y del Trabajo, aunque éste prevé un deslinde.
La promiscua relación del PAN con Gordillo comenzó cuando ésta era todavía secretaria general priista, al lado de Roberto Madrazo, y ahora se sabe, por una confesión que hizo Yunes a Manuel Espino, que auxilió a Calderón para ganar la candidatura presidencial, en 2005, cuando se presentaron numerosas quejas de fraude que siguen en la impunidad.
Espino dijo al reportero, en entrevista que se publica en la revista Proceso esta semana, que Yunes le contó de esa relación poco antes de ser formalizado candidato. “Reconoció que él apoyó a Calderón desde antes de 2006, ni siquiera cuando era candidato, sino que lo apoyó para ser candidato. Fue después de una negociación que hubo entre Elba Esther y Calderón.”
--¿Elba Esther, siendo priista aún, intervino en la vida interna del PAN?
--Por supuesto. A confesión de parte. Me lo dijo Yunes el jueves 18 de febrero en la sede del Comité Nacional.
Sólo esas complicidades explican por qué Yunes, a quien Calderón acusaba de ser corrupto y represor de dirigentes políticos cuando fue secretario de Gobierno de Veracruz durante el salinato, sea ahora candidato del PAN, lo que ha humillado a los panistas que lo padecieron.
Pero Gordillo, que se parece a Carlos Salinas y Roberto Madrazo en el manejo de profusos y oscuros flujos de dinero, también teje pactos con personajes del PRI, su expartido, en particular con los gobernadores que le son afines y con los que se reunió, la noche del viernes 26 de febrero, en la residencia oficial del gobierno de Sinaloa, Jesús Aguilar Padilla.
Gordillo fue la invitada especial de los gobernadores de Durango, Ismael Hernández Deras; de Chihuahua, José Reyes Baeza; de Coahuila, Humberto Moreira, y de Hidalgo, Miguel Angel Osorio Chong, aunque también estaban invitados los de Tamaulipas, Eugenio Hernández, y de Quintana Roo, Félix González Canto.
Salvo en Coahuila, en esos estados habrá elecciones para gobernador y el “encuentro social” del viernes, como lo definió el gobernador identificado como un narcopolítico por Manuel Clouthier, anticipa que Elba Esther, alias “La maestra”, dispondrá apoyar a los candidatos del PRI frente a los de la promiscua alianza que pactó Calderón con Jesús Ortega en Durango y Oaxaca, además de Puebla y Veracruz, así como las que se procesan en Sinaloa, Quintana Roo e Hidalgo.
La única conclusión de este amasijo de alianzas es que la única ganadora es Gordillo, quien justamente este lunes comenzó --en televisión abierta-- una vasta campaña propagandística para promover al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), cuyas cuotas ella usufructúa de manera patrimonialista.
En esta “promiscuidad” que tanto fascina a Fuentes --entrevistado por Carmen Aristegui para su libro “Transición”-- encaja también El Yunque, la organización de ultraderecha asociada a Calderón y que representan en este amasijo el presidente del PAN, César Nava, y el gobernador de Guanajuato, Juan Manuel Oliva, quien es --no se ría-- aspirante presidencial.
Después de verlos follar “todos con todos muy contentos”, como pide Carlos Fuentes, ¿usted votaría por la alianza PAN-Chuchos y todos los cómplices de Elba Esther Gordillo? Yo tampoco.
Apuntes
Al maestro Carlos Montemayor, chihuahuense macizo, se le debe honrar leyendo su obra portentosa e imitando su dignidad y congruencia… Sinaloa se hunde, tal como insiste en denunciar, implacable, el diputado Manuel Clouthier. Al asesinato del empresario Ricardo Angulo, el domingo 21, se suma la muerte a manos de sicarios de Genoveva Roger, voluntaria de la Cruz Roja, cuyo crimen lamentó Margarita Zavala. No, señora, no lo lamente. Dígale a su marido que actúe…
Comentarios: delgado@proceso.com.mx
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