Pedro Echeverría V.
1. Muchos “analistas políticos” en México son ingenuos o, por miedo, sólo actúan como si lo fueran. Buscan siempre echar la culpa de los males a los funcionarios secundarios (secretarios de gobierno, gobernadores, presidentes municipales) para no tocar al “Señor Presidente” como los religiosos hacen con Dios. Con más de 80 años de vivir el Presidencialismo, donde en política “no se mueve una hoja” sin que la ordene el “Gran Tlatoani”, ¿no se les ocurre pensar que fue el presidente Calderón quien –desesperado porque los legisladores del PRI aprueben su paquete económico- le ordenó al presidente del PAN ofrecer lo que sea y luego nombró al secretario de Gobernación para dar fuerza al acuerdo? ¿Piensan que Calderón es tonto y fue pirateado por el “inteligente y serio” secretario de Gobernación, quien fue el que legalizó el pacto?
2. Pensar que el presidente Calderón no sabía es un oportunismo político o una bobada. (Los cubanos son más directos al decir: “Mira Chico, eres bobo o come mierda, porque bobo no eres”) La realidad es que Gómez Mont, el pelele de Fernández de Cevallos, al renunciar al PAN lo único que hizo –sin querer- es destapar la cloaca de ese partido y de toda la clase política. Gómez Mont debería renunciar, pero no solo él sino que también Nava y Paredes para que esos partidos –que de por sí están llenos de mugre- limpien su cuerpo pestilente. Calderón, como máximo dirigente del PAN y “primer panista” también debe renunciar por mil asuntos más, pero se sabe que ésta sólo se puede lograr como producto de una lucha profunda. ¿Alguien podría seguir repitiendo que Gómez Mont tiene palabra, que es honesto, cuando fue el que avaló todo?
3. En México no hay “una democracia tonta”, como dijo el realmente tonto secretario de Educación del país; la que jamás ha existido es una democracia participativa, popular y directa porque siempre ha sido evidente que los problemas de México “los acuerdan” en sucias reuniones en las oficinas de las secretarías de gobierno, sin consultar nunca a la población. Quien piense que el PAN y PRI (próximamente también el PRD) “no acuerdan intercambios en lo oscurito” antes de practicarlas, es un ingenuo incurable. Cuando me hablan de que los electores son libres, que sus votos cuentan y que el pueblo elige a sus gobernantes, yo siempre me carcajeo o por lo menos sonrío “por educación”. Casi podría asegurar, porque hay ejemplos y explicaciones, que todos los cargos políticos electorales se negocian internamente y luego en el exterior.
4. El PRI-gobierno fue el “maestro” de todos los políticos mexicanos (PAN, PRD…) Como partido pudo recoger y sintetizar las estrategias políticas de dominación que se registraron en los 300 años de Colonia, en el siglo XIX y el Porfiriato. Antes que se fundara el partido oficial (PNR, PRM, PRI) en 1929, el grupo clase mediero de “Agua Prieta” (Obregón, Calles, De la Huerta) se encargó de tomar el poder y “educar” políticamente a empresarios, a obreros y campesinos con la técnica de premios y castigos, es decir: “Te doy a cambio de que tú me des”. Mantuvieron la vieja concepción porfirista en el sentido que “el pueblo no estaba preparado para la democracia”, que podría engañársele haciéndole creer que sus votos cuentan, pero que en realidad habría que determinar todo para que luego los electores legitimen.
5. Antes del PRI, en Yucatán por ejemplo, escribo en mi libro: “La política en Yucatán en el siglo XX”, que durante los 20 días que Carrillo Puerto y acompañantes en huída fueron perseguidos, apresados, juzgados y fusilados ningún “socialista” de los “62 mil” levantó un dedo para su defensa, ninguno organizó la resistencia; pero a mediados de abril de 1924, después que el presidente Obregón, persiguió al golpista Ricárdez Broca, desde México los “representantes populares” se repartieron el poder sin consulta alguna: Gobernador (Ancona), secretario general (Castillo Torre), Inspector de policía (Iturralde), gerente de la exportadora (Torregosa), de la Liga Campesina (Cantón) y secretario (Luz Mena). Planilla futura: senador (Luz Mena), para diputados los actuales más las personas que sean indispensables. (Copias publicadas por el derechista Mena Brito.
6. Ningún candidato ha sido escogido por el pueblo, como los ingenuos electores creen. ¡Óiganlo bien! Son los dirigentes de los partidos quienes los seleccionan a partir de su “disciplina y comportamiento” y es la clase política quien puede vetar (prohibir) al candidato si el “peligroso” o está desprestigiado. En los últimos meses se ha demostrado que emplean a mujeres como tapaderas y, una vez “electas” renuncian al cargo para dejar al hombre político corrupto a quien colocaron en la suplencia. ¿Y cómo los seleccionan sin exigirles que sean honestos u honrados? Usan criterios: a) poder manejar grupos de presión, b) tener dinero para su campaña, c) poseer amigos con dinero que puedan ayudar y d) pertenecer a una corriente fuerte dentro del partido. Después de la selección interna obligan al pueblo a votar para legitimarlos.
7. ¿Recuerdan cómo se selecciona al candidato presidencial por los que los electores luego votan sumisamente por ellos sin saber nada? En presidente en turno a) los pasea en sus últimos tres años de gobierno b) consulta con los grupos de poder: (-empresarios, -gobierno de EEUU, -líderes influyentes en su gobierno, -líderes de su partido) y c) analiza la estrategia para proclamarlos. Durante más de 50 años el PRI escogió al líder de los obreros de la CTM, de los campesinos de la CNC o de las clases medias y altas de la CNOP, para lanzar al candidato diciendo que los trabajadores lo habían escogido. Luego los medios de información (TV, Radio, prensa) a su ser desataban días y semanas completas de propaganda para presentar al candidato como el mejor de todos, cuando en realidad había sido seleccionado desde lo alto del poder político y empresarial.
8. Así que el secretario de Gobernación, al renunciar al PAN “por dignidad”, “porque los acuerdos firmados por PAN y PRI, de que el PRI vote por la reforma fiscal y el IVA a cambio de que no hayan alianzas PAN-PRD” no se cumplieron, terminaron de hacer entender a los “ingenuos” que la democracia mexicana es una basura desde que se instaló en el país el siglo XIX. Renuncie o no renuncie Nava, Paredes, Peña Nieto, Gómez Mont, Calderón, la democracia seguirá estando al servicio del poder. Nuestro gran problema es que al pueblo le vale un carajo la política, los políticos y los HP funcionarios. El pueblo vive desesperado por encontrar que comer hoy y mañana, pero al mismo tiempo ignora que él es parte del 90 por ciento de la población y que su fuerza organizada y unida es muy superior a los 1000 explotadores y opresores que lo someten.
pedroe@cablered.net.mx
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