Efraín Arteaga Domínguez | Zacatecas, México | 1º de abril de 2010
Miles de trabajadores exbraceros mexicanos, que durante la segunda guerra mundial y en el período de posguerra prestaron sus servicios en los campos agrícolas y en las vías férreas de los Estados Unidos de América en virtud de convenio internacional de trabajadores temporales, marcharán hacia la ciudad de México Distrito Federal en una gran «Marcha de marchas», que iniciará simultáneamente en los estados de Jalisco, Guerrero, Oaxaca y Zacatecas, el próximo 10 de abril, al cumplirse 91 años de la muerte del Gral. Emiliano Zapata Salazar. En Tepeji del Río, Hidalgo, se concentrarán los cuatro contingentes, y proseguirán a pie hacia la capital.
Esta movilización tiene una particularidad: será realizada por ancianos, cuyo promedio es de alrededor de 80 años de edad: exbraceros, viudas, hijas e hijos de exbraceros, muchos de los cuales sufren diversos tipos de enfermedades y/o discapacidades.
¿Cuáles son las causas de semejante movilización? Lo que ocurre es que, cuando trabajaron en los Estados Unidos como braceros, les deducían de sus salarios un 10% para ir constituyendo un «Fondo de Ahorro Campesino», que les debería ser devuelto una vez que hubiesen regresado a sus localidades de origen en México; los patrones les hacían la deducción ya citada, y depositaban esos recursos en el Wells Fargo Bank, a disposición del gobierno norteamericano; luego, éste los enviaba, en remesas anuales, al gobierno federal mexicano, quién tenía la obligación de entregárselos a los exbraceros en sus comunidades. Sin embargo, por razones que no han sido aún investigadas, ni mucho menos aclaradas, el Ejecutivo federal mexicano nunca les entregó esos fondos a sus legítimos propietarios; muy por el contrario, dispuso indebidamente de ellos, y simplemente los hizo desaparecer; vamos, se los robó, para decirlo sin rodeos. No es poca cosa de lo que estamos hablando; se trata de los fondos de ahorro que aproximadamente 4 millones y medio de trabajadores fueron constituyendo a lo largo de un período de 25 años, de 1942 a 1967, más sus correspondientes intereses y actualizaciones.
Lejos de restituirles sus fondos de ahorro, el Estado mexicano intenta mediatizarlos con un miserable «Apoyo social» de 38 mil pesos (unos 2 mil 923 dólares), pagadero en pequeños e insignificantes abonos que no llegan siquiera a 2 mil pesos (154 dólares) anuales, de manera que tardaría ¡21 años! en saldar el pago de ese ‘Apoyo social’; sin respeto ni consideración alguna a su avanzada edad ni a su precario estado de salud.
Por tanto, los trabajadores exbraceros mexicanos, sus viudas y sus hijos, llevarán a cabo esta casi épica movilización, para exigir al Estado mexicano el pago íntegro, inmediato e incondicional, de sus fondos de ahorro y en rechazo a todo intento de mediatización; para lo cual solicitan la inmediata intervención de la Organización Internacional del Trabajo (OIT); del Relator Especial de Naciones Unidas Sobre los Derechos Humanos de los Trabajadores Migrantes, y la solidaridad de las organizaciones de los trabajadores y de los pueblos del mundo.
¿Cuáles son las causas de semejante movilización? Lo que ocurre es que, cuando trabajaron en los Estados Unidos como braceros, les deducían de sus salarios un 10% para ir constituyendo un «Fondo de Ahorro Campesino», que les debería ser devuelto una vez que hubiesen regresado a sus localidades de origen en México; los patrones les hacían la deducción ya citada, y depositaban esos recursos en el Wells Fargo Bank, a disposición del gobierno norteamericano; luego, éste los enviaba, en remesas anuales, al gobierno federal mexicano, quién tenía la obligación de entregárselos a los exbraceros en sus comunidades. Sin embargo, por razones que no han sido aún investigadas, ni mucho menos aclaradas, el Ejecutivo federal mexicano nunca les entregó esos fondos a sus legítimos propietarios; muy por el contrario, dispuso indebidamente de ellos, y simplemente los hizo desaparecer; vamos, se los robó, para decirlo sin rodeos. No es poca cosa de lo que estamos hablando; se trata de los fondos de ahorro que aproximadamente 4 millones y medio de trabajadores fueron constituyendo a lo largo de un período de 25 años, de 1942 a 1967, más sus correspondientes intereses y actualizaciones.
Lejos de restituirles sus fondos de ahorro, el Estado mexicano intenta mediatizarlos con un miserable «Apoyo social» de 38 mil pesos (unos 2 mil 923 dólares), pagadero en pequeños e insignificantes abonos que no llegan siquiera a 2 mil pesos (154 dólares) anuales, de manera que tardaría ¡21 años! en saldar el pago de ese ‘Apoyo social’; sin respeto ni consideración alguna a su avanzada edad ni a su precario estado de salud.
Por tanto, los trabajadores exbraceros mexicanos, sus viudas y sus hijos, llevarán a cabo esta casi épica movilización, para exigir al Estado mexicano el pago íntegro, inmediato e incondicional, de sus fondos de ahorro y en rechazo a todo intento de mediatización; para lo cual solicitan la inmediata intervención de la Organización Internacional del Trabajo (OIT); del Relator Especial de Naciones Unidas Sobre los Derechos Humanos de los Trabajadores Migrantes, y la solidaridad de las organizaciones de los trabajadores y de los pueblos del mundo.
INFORMES Y COORDINACIÓN:
Centro Jalisciense del Adulto Mayor y del Migrante. Teléfono: (01-33) 1202-8206.
Frente Nacional de Organizaciones BraceroProa, A.C. Teléfonos: 55 5218-3884 y 492-144-5060
Centro Jalisciense del Adulto Mayor y del Migrante. Teléfono: (01-33) 1202-8206.
Frente Nacional de Organizaciones BraceroProa, A.C. Teléfonos: 55 5218-3884 y 492-144-5060
Escribe un ex bracero
Al pueblo de Jalisco y de México:
Han pasado ya 78 años de que los primeros trabajadores migratorios mexicanos partimos de nuestra tierra hacia Estados Unidos en busca de un futuro seguro para nuestras familias y nosotros mismos. Buscamos esa oportunidad, porque era más conveniente que cualquier otra que se diera en nuestro país.
Partimos con lo único que contábamos: nuestra fuerza y capacidad de trabajo, con la mente puesta en los nuestros y nuestros hijos. Por eso nada más, soportamos las humillaciones de las que fuimos objeto y la discriminación más lacerante.
Así, de 1942 a 1964 muchos de nosotros, ignorándolo incluso, logramos acumular con nuestro esfuerzo un fondo de ahorro con el diez por ciento de nuestros salarios. Ese ahorro fue entregado por el gobierno norteamericano al gobierno mexicano y nos fue retenido y robado de manera vil y descarada.
Nuestra larga y cansada lucha ha logrado que el gobierno mexicano reconozca esta deuda histórica del estado mexicano, pero esto no ha sido gratuito, tuvimos que conocernos a nivel nacional, organizarnos, y ante la sordera y el inhumano desprecio del gobierno de la alternancia, con la rabia acumulada invadimos el rancho del entonces presidente Vicente Fox Quezada; sólo así y ante el escándalo público nacional e internacional se dignaron las llamadas autoridades a escucharnos y a atender nuestros reclamos de justicia.
Así se ha obtenido un “apoyo social” de 38,000 pesos, que se ha entregado a poco más de 40,000 ex braceros; pero ahora este cuestionado gobierno de Felipe Calderón Hinojosa vuelve a pretender burlarse de nosotros, ancianos todos y la gran mayoría en condiciones de precariedad económica y de salud, para querer entregarnos este insuficiente apoyo en diez años, esto es, 4,000 pesos por año.
Ante esta indignante y despreciable burla de este gobierno insensible hemos decidido unirnos a nivel nacional para luchar, con todo nuestro cansancio por nuestra vida pero con toda la experiencia y decisión para recuperar lo que nos pertenece y fue robado.
Hemos decidido salir en una gran caravana nacional de todos los rincones de nuestro país hacia la ciudad de México este sábado 10 de Abril a las 10:00 a.m. Decidimos hacerlo en esta fecha para rendir homenaje a nuestro inolvidable general revolucionario Emiliano Zapata, quien fuera cobardemente asesinado ese día de 1919.
Llegaremos todos los contingentes a la localidad de Tepeji del Río, en Hidalgo, el mismo sábado 10 por la noche, donde pernoctaremos en donde podamos o en la intemperie si es necesario, para partir la mañana del domingo 11 en caminata hasta la ciudad de México, esta vez para exigir de una vez por todas el pago de 100,000 pesos para cada ex trabajador, presente o no presente documentos, en este sentido queremos que el gobierno federal retome lo que se ha hecho en el estado de Zacatecas, en donde comités técnicos se han dado a la tarea de elaborar cuestionarios a los solicitantes de la devolución de sus ahorros para reconocer a todos aquellos que laboraron en Estados Unidos.
Esta demanda la hacemos ahora considerando que los intereses por nuestro dinero arrebatado por los gobiernos priístas y regateado por los panistas ascienden a cantidades astronómicas, dado el anatocismo que se practica en nuestro país como en ningún otro; dicho anatocismo ha beneficiado de manera obscena a las élites empresariales y financieras para perjuicio de nuestro pueblo. Sin embargo, nuestra demanda es que el gobierno muestre un asomo de sensibilidad y de humanidad, y nos regrese con esos 100,000 pesos simbólicos tan solo una parte de nuestro dinero que como representante del estado mexicano está obligado política y moralmente a regresarnos.
Aquí tenemos que preguntarle al gobierno, apelando a que nos escuche el pueblo de México: ¿Porqué el gobierno federal destina cada año 50,000 millones de pesos para pagar los intereses del robo del siglo, el FOBAPROA? ¿Porqué cada ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación percibe más de 500,000 pesos mensuales? Hace unos días la prensa publicó que el gasto para la cámara de diputados asciende a más de 4,100 millones de pesos al año, manejado de forma discrecional. ¿Los diputados federales merecen esos emolumentos? Porqué se despilfarran más de 800,000 millones de pesos en gasto corriente del gobierno federal cada año? ¿Porqué para la clase política y empresarial todo el dinero, todo el lujo y todas las comodidades? ¿Porqué para los ex braceros ya ancianos y los trabajadores de México sólo pobreza, burlas, ninguneo y olvido?
Estamos conscientes de que vivimos los últimos años de nuestra existencia, estamos cansados y ya muchos de nosotros han muerto de desesperación o por hambre, pero con esta lucha aspiramos a mantener nuestra dignidad y a seguirle exigiendo a este gobierno la solución; ésta es nuestro pago en una sola emisión y sin condiciones politiqueras o leguleyas.
Con esta marcha queremos también dignificar la figura del adulto mayor en México, hoy tan vulnerable y olvidado por la sociedad. Por eso los ex braceros de Jalisco hemos decidido constituir un Consejo de Ancianos, integrado por los compañeros de nuestro movimiento más destacados por su entrega y combatividad. Estaremos bien representados por este Consejo.
Seguiremos luchando, nos queda claro que nuestras demandas corren el riesgo de enfrentarse a un muro de silencio del gobierno, pero por eso hemos decidido marchar a la capital del país, corazón de nuestro México y caja de resonancia de las demandas populares. A lo que aspiramos llegar junto con los pagos de nuestros ahorros es a la justicia, tantas décadas demandada. ¡Los ancianos de México exigimos justicia!
Miembros y Consejo de Ancianos del Centro Jalisciense del Adulto Mayor y del Migrante.
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