Estados Unidos descubrió en Afganistán yacimientos minerales por valor de casi un billón de dólares, lo suficiente para cambiar de raíz la economía afgana devastada por varias décadas de hostilidades y dependiente hoy del narcotráfico y la ayuda internacional, escribe el diario The New York Times citando a altos funcionarios del Gobierno estadounidense.
Estos depósitos, desconocidos hasta ahora, incluyen tales cantidades de hierro, cobre, oro, cobalto y metales industriales que Afganistán podría transformarse en uno de los centros más importantes de la minería global. Un memo que circula en el Pentágono señala que Afganistán podría ser "la Arabia Saudí del litio", materia prima que es clave a la hora de producir pilas para portátiles y celulares.
El general David H. Petraeus, jefe del Comando Central de EEUU, manifestó que "allí hay un potencial espectacular". Jalil Jumriany, asesor del ministro afgano de Minería, señaló que esas reservas serán "la espina dorsal de la economía afgana".
El producto interno bruto (PIB) de Afganistán no rebasa 12 mil millones de dólares a día de hoy.
Sin embargo, funcionarios estadounidenses reconocen que las recién descubiertas riquezas minerales constituyen un arma de doble filo. En vez de aportar la paz, podrían endurecer la lucha de los talibanes por recuperar el control del país y ampliar la de por sí rampante corrupción en el Gobierno afgano. También temen que China, ávida de recursos, intente dominar el desarrollo de la minería afgana para disgusto de EEUU, que ya realizó grandes inversiones en esta región.
Otra dificultad radica en que Afganistán tiene muy poca experiencia en lo que se refiere a la industria minera y la protección medioambiental. Tardará décadas en explotar a pleno sus riquezas y hay dudas de que sepa hacerlo de una manera responsable en plano social y ecológico.
Estos depósitos, desconocidos hasta ahora, incluyen tales cantidades de hierro, cobre, oro, cobalto y metales industriales que Afganistán podría transformarse en uno de los centros más importantes de la minería global. Un memo que circula en el Pentágono señala que Afganistán podría ser "la Arabia Saudí del litio", materia prima que es clave a la hora de producir pilas para portátiles y celulares.
El general David H. Petraeus, jefe del Comando Central de EEUU, manifestó que "allí hay un potencial espectacular". Jalil Jumriany, asesor del ministro afgano de Minería, señaló que esas reservas serán "la espina dorsal de la economía afgana".
El producto interno bruto (PIB) de Afganistán no rebasa 12 mil millones de dólares a día de hoy.
Sin embargo, funcionarios estadounidenses reconocen que las recién descubiertas riquezas minerales constituyen un arma de doble filo. En vez de aportar la paz, podrían endurecer la lucha de los talibanes por recuperar el control del país y ampliar la de por sí rampante corrupción en el Gobierno afgano. También temen que China, ávida de recursos, intente dominar el desarrollo de la minería afgana para disgusto de EEUU, que ya realizó grandes inversiones en esta región.
Otra dificultad radica en que Afganistán tiene muy poca experiencia en lo que se refiere a la industria minera y la protección medioambiental. Tardará décadas en explotar a pleno sus riquezas y hay dudas de que sepa hacerlo de una manera responsable en plano social y ecológico.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario