jueves, junio 10, 2010

Columna Asimetrías Iniciativa México





10 junio 2010
“Simulamos que hacemos lo que no hacemos y lo que no hacemos lo que hacemos”.
Pedro Garrido Ramos.

I

El trabalenguas del señor Garrido –historiador de la economía de no magro renombre-- exhibe zumbonería, pero no obstante su evidente carácter de retruécano es aforismo que bien aplicaríase fidedignamente al ejercicio del poder político en México.

Adviértasele al avispado leyente que la simulación es una peculiaridad tan humana –de hecho, existe en la naturaleza toda, su fauna y su flora— que es componente constitutivo importante de la idiosincrasia del individuo y de la sociedad misma.

Simulamos, pues, simpatía para ocultar o matizar antipatías. Simulamos amor para disfrazar e incluso negar odios. Simulamos solidaridad para mimetizarnos en contextos de egoísmos. Simulamos que nos divierte lo que nos aburre.

Y simulamos esfuerzo denodado para guardar nuestra pereza. Simulamos honradez y honestidad –incluso intelectual— para distorsionar percepciones ciertas u objetivas de que somos lo opuesto antipodal. Simulamos generosidad sin ser generosos.

La simulación preside las relaciones humanas, en particular y acusadamente aquellas que son crematísticas. La simulación determina incluso los términos veros y reales de las relaciones humanas, en particular las del ejercicio de potestades; el poder, pues.

II

Éstas reflexiones tienen que ver con el lanzamiento mediático, el pasado 7 del mes corriente, de una propuesta de incentivar incluso en lo material las iniciativas “de acción social o ecológica por el bien de México”.

Para ello, se pretende apoyar con recursos financieros a personas físicas y morales, instituciones y organizaciones que presenten a instancias calificadoras proyectos específicos de acción social o ecológica, orientadas al desarrollo de la sociedad.
La propuesta, denominada “Iniciativa México”, tiene por patrocinadores a muchas entidades comerciales de la difusión general y periodística del Distrito Federal, académicos prominentes y de los llamados organismos civiles o de la sociedad civil.

En el acto protocolario, muy solemne según versiones periodísticas, del lanzamiento de la aludida Iniciativa México, el rector de nuestra Universidad Nacional Autónoma, José Narro Robles, dijo un discurso que antójase prescriptivo y rectificante.

Don José les dijo a las empresas y entidades representadas en la ceremonia de lanzamiento mediático de la Iniciativa México que la tarea de ésta es diseñar un proyecto de país “diferente” al actual. Muchos de los asistentes hicieron muecas.

III

“Aquél (proyecto de país) que nos trajo a éste punto se ha agotado y tiene que cambiar””, describió. “Debemos acordarlo con la participación de todos… proponernos un modelo que distribuya de mejor manera la riqueza nacional y el trabajo colectivo”.

También dijo que “tenemos que plantearnos nuevas hazañas nacionales, especialmente de orden social, que resuelvan los saldos históricos y que anticipen las necesidades venideras”.

También dijo don José: “Tenemos que forjar un nuevo pacto nacional que responda a nuestra realidad. Debemos cambiar la polaridad y transformar el ambiente de desesperanza y frustración”.

El exhorto del rector Narro pareció desnudar el meollo motivacional mismo de los organizadores de la Iniciativa México, que son los grandes consorcios de difusión masiva impresa, radiofónica y televisiva, distinguidos por su adhesión al statu quo.

Y ese statu quo, sábese bien, permite prosperar con hiperbólica largueza a esos consorcios de la difusión, por lo que dudaríase que los enunciados del rector sean asumidos. El statu quo tiene a esos consorcios por voceros.

No hay comentarios.: