Armando Guzmán
VILLAHERMOSA, TAB., 30 de septiembre (Proceso).- El Plan Hídrico Integral de Tabasco (PHIT) anunciado por el presidente Felipe Calderón para impedir inundaciones se convirtió en un botín para la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Desde abril de 2008, cuando se dio a conocer, el organismo federal sólo ha beneficiado a un selecto grupo de constructores vinculados al secretario de Obras Públicas estatal, Héctor López Peralta, denuncia el diputado Juan José Martínez Pérez, coordinador del PRD en el Congreso local.
Exconstructor y presidente de la Comisión de Obras Públicas en la actual Legislatura, Martínez Pérez lamenta que en medio de la cuarta inundación que afecta a más de 150 mil personas en 12 de los 17 municipios se reavivó el jaloneo por los más de 9 mil millones de pesos del PHIT que ejercerá la Conagua de aquí a 2012.
Para él y otros especialistas consultados por el corresponsal, la licitación y asignación reciente de contratos por parte de la Conagua detonó el nuevo escándalo. Ellos sostienen que los 148 millones de pesos que se invertirán en el desazolve de cuatro kilómetros del río Samaria no servirán de nada; el dinero, insiste, “será tirado a la basura”.
Por ese afluente baja hacia el Golfo de México 70% de las aguas que desfoga la presa Peñitas. Hasta el viernes 24, se extraían 2 mil 300 metros cúbicos por segundo del embalse, lo que provoca anegaciones en los municipios Nacajuca, Jalpa de Méndez y Cunduacán. El restante 30% baja por el río Carrizal, que atraviesa Villahermosa y que cuando se desborda inunda la capital del estado.
A principios de agosto, la Conagua dividió y licitó las obras en cuatro tramos de un kilómetro cada uno. En una de las licitaciones, la 16101164-004, participaron 31 constructoras; siete más, las que presentaron las mejores propuestas económicas, fueron desplazadas. El organismo federal entregó el contrato al bloque Desazolves y Dragados, S.A. de C.V.; Armadora Tabasqueña, S.A. de C.V., y Napoleón, S.A. de C.V., que terminó en octavo lugar con una propuesta de 36 millones 125 mil pesos.
Entre las firmas con larga experiencia en desazolve de ríos afectadas destacan Servicios de México, S.A. de C.V.-Ordóñez Buendía Manuel Felipe, cuya propuesta fue de 23 millones 725 mil pesos, y Pyasur, que ofertó 31 millones de pesos.
La ley de la CMIC
Martínez Pérez asegura que Armadora Tabasqueña, una de las compañías beneficiadas, es propiedad de Manuel Santandreu Ramírez, hijo de Manuel Santandreu Hernández, alias El Chelo, dueño de la Constructora Santandreu, S.A. de C.V. Esta última, dice el legislador, realiza en la actualidad obras federales y estatales por alrededor de mil millones de pesos.
El legislador enumera los principales trabajos que dirige el “patriarca” de los constructores tabasqueños y lo que se ha invertido en ellos: la Plaza Bicentenario, recién inaugurada por el gobernador Andrés Granier el miércoles 15. El presupuesto inicial fue de 47 millones de pesos, pero al final se invirtieron más de 70 millones, afirma el entrevistado.
Lo mismo sucedió con la planta de tratamiento de aguas negras en la ranchería Coronel Traconis, ubicada a 15 kilómetros de esta capital, a un costado de la carretera Villahermosa-Macuspana. El costo inicial fue de 57 millones de pesos, pero “ya van 147 millones y aún no se termina”, dice; y el puente a desnivel en la glorieta Tabscoob, a la entrada de Villahermosa, procedente de Macuspana.
A su vez, Desazolves y Dragados, S.A. de C.V., otra de las firmas ganadoras, es un conglomerado de siete empresas, entre ellas Opción Sureste, S.A. de C.V., propiedad de José Gallegos Vidal, gerente a la vez de Constructora Santandreu.
“Una de las razones por las que El Chelo Santandreu ha sido de los más beneficiados es porque el secretario de Asentamientos y Obras Públicas (SAOP), Héctor López Peralta, fue su empleado. Luego, el constructor se asoció con José Gallegos Vidal en la compañía Adaro, S.A. de C.V.,”, sostiene el legislador.
Y en el caso de constructora Napoleón, S.A. de C.V., su dueño, Gerardo García Linares, es yerno del exgobernador de Quintana Roo y próspero empresario, David Gustavo Gutiérrez Ruiz, propietario del hotel Hilton, socio mayoritario del hotel Hyatt y concesionario de las agencias automotrices Mercedes Benz, Volkswagen, Seat y Mitsubishi.
“La Mercedes Benz vendió más de 200 camiones a la empresa TranBus, de capital privado, impulsado por el gobierno del estado para modernizar el transporte público en Villahermosa y otros municipios”, anota Martínez.
La segunda licitación (16101164-005) fue asignada a la compañía Montecristo Construcciones, del exvicepresidente local de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), José Bustamante. Cotizó 37 millones 421 mil pesos, aun cuando había ocho propuestas más económicas.
La tercera (16101164-006) se entregó al Grupo Atrium, asociada con Flow de México, con propuesta de 37 millones 190 mil pesos, pese a que había nueve cotizaciones más económicas.
“Grupo Atrium es propiedad del expresidente del Colegio de Arquitectos, Hernán Contreras Yedra, compadre de Saúl Vera, representante de la CMIC en el comité de seguimiento de obras del PHIT que realiza la Conagua”, aclara Martínez.
En la cuarta (16101164-007) el bloque Luar Industrias, S.A. de C.V., y Altamar de Tabasco, S.A. de C.V., se adjudicó la obra al proponer 37 millones 463 mil pesos. En esta licitación siete empresas presentaron cotizaciones más bajas, pero fueron desechadas.
El dueño de Altamar es hijo de Hernán Bermúdez Requena, propietario de la constructora Rager de Tabasco, S.A. de C.V., a la que se le asignaron las escolleras del río Samaria “con un contrato de entre 30 y 40 millones de pesos”, expresa el perredista.
Los cuatro contratos de la Conagua sumaron poco más de 148 de una bolsa de 260 millones de pesos destinados al desazolve del río Samaria. Las empresas ganadoras participaron en las cuatro licitaciones.
Lo singular en esos cuatro casos es que las compañías que propusieron montos más bajos fueron desplazadas para favorecer a las que hicieron cotizaciones más altas, sostiene el entrevistado.
Para Martínez Pérez, el delegado de la Conagua, Jorge Mijangos Borja, es “rehén” del grupo de constructores que controlan la CMIC y del titular de la SAOP, Héctor López Peralta, quien como presidente del comité de seguimiento de obras del PHIT debe supervisar las licitaciones y cotejar propuestas económicas.
Y explica: “Mijangos llegó cuando ya todo estaba armado para la entrega de obras para el desazolve del Samaria. Así lo dejó el anterior delegado de la Conagua, Omar Komukai, en complicidad con López Peralta”.
Varias de las empresas beneficiadas en las licitaciones de la Conagua, dice, también lo han sido en otras obras, como las de colocación de más de 50 kilómetros de costales en márgenes del río Carrizal para prevenir inundaciones en Villahermosa. En este caso también participan 44 compañías contratistas.
El ingeniero Carlos Armando Rovirosa Priego, especialista en mecánica de suelos e hidráulica en la UNAM, sostiene que el desazolve de los cuatro kilómetros del río Samaria será dinero “tirado a la basura”, sobre todo por las “draguitas” que se utilizarán para los trabajos.
“La arena que saquen en el día, en la noche será cubierto por el arrastre de la corriente del río. Esto no es más que un fraude anticipado”, asegura.
La impunidad de Komukai
El caso más sonado de corrupción con obras del PHIT lo destapó el constructor José Raúl Crocker Rivera, quien señaló directamente a Omar Komukai Puga, delegado de la Conagua hasta abril pasado.
El 2 de agosto último, Crocker declaró al diario Tabasco Hoy que entregó a Komukai una residencia valuada en 7 millones de pesos como “diezmo”, así como 2 millones 400 mil pesos en efectivo y un reloj marca Rolex, para que la Conagua le asignara a él y otros constructores obras millonarias que, según Crocker, nunca se le otorgaron.
Eso sí, dijo el constructor, Komukai no devolvió el dinero ni la propiedad. Ello se debe, entre otros factores, a que en la red de corrupción de la Conagua están involucrados “funcionarios de alto nivel” que operan en las oficinas centrales de la Ciudad de México, comentó.
Crocker explicó a Tabasco Hoy que intentó la adjudicación de obras del PHIT en varias ocasiones a través de los procesos de licitación pública nacional pero no tuvo éxito, por lo que se puso en contacto con Komukai.
Fue él, en su calidad de delegado de la Conagua, quien llamó por teléfono a Crocker para adelantarle que saldrían seis contratos de licitación para obras en este 2010. Y aun cuando el constructor no precisó la fecha de esa llamada, declaró que su interlocutor le comentó que si estaba interesado en participar viajara a la Ciudad de México para platicar sobre el asunto en el hotel Crowne Plaza. La cita fue el 11 de febrero y estuvieron presentes otras cinco personas. Ahí, según el constructor, se habló de los proyectos del PHIT, cuyo valor estimado oscilaría entre 300 y 400 millones de pesos.
Tres días después, Komukai arribó a San Cristóbal de las Casas, Chiapas, en una camioneta Dakota blanca y se dirigió a una casa de Crocker, en el exclusivo fraccionamiento Club Deportivo San Cristóbal.
El entonces delegado le manifestó su interés por el inmueble. En esa ocasión, de acuerdo con el relato de Crocker, Komukai le comentó que si le daba la residencia y 3 millones de pesos más le garantizaba la entrega de 100 millones de pesos en obras en diferentes licitaciones.
El acuerdo se finiquitó días después en las oficinas de la Conagua en Tabasco. Ahí, ante el notario público número 62, Carlos Flores Gómez, de San Cristóbal de la Casas, se firmó el acuerdo en torno al traspaso legal de la propiedad, que quedó a nombre de Amín de Jesús Martínez Bonifaz, cuñado de Komukai.
Desde 2008, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) encontró irregularidades por 470 millones de pesos relacionadas con las obras del PHIT, incluyendo un faltante de 268 millones 560 mil 857.07 pesos, todo ello durante la gestión de Komukai en la delegación de la Conagua.
Muchas de esas obras no se ejecutaron y otras aún están en proceso, según detectó una auditoría de la ASF en el informe de la cuenta pública 2008; otras presentan graves deficiencias estructurales o de plano no aguantaron y se hundieron.
Hasta hoy, Komukai, quien desde abril pasado fue comisionado por el titular de la Conagua, José Luis Luege Tamargo, a Chiapas, no ha sido sancionado.
“Son como aves de rapiña. No dejan que otras empresas participen en la obra pública federal y estatal. El PHIT no solamente fracasó, sino que finalmente terminó en botín de la Conagua, constructores y funcionarios estatales”, resume el diputado Juan José Martínez Pérez.
Con un presupuesto de más de mil 600 millones para 2010 y más de 300 del Fondo Nacional de Desastres Naturales (Fonden), hasta agosto pasado el PHIT apenas llevaba un avance físico de 16.85% y financiero de 10.20%.
Esto, debido a la “desatención y negligencia” de la Conagua, denunció en una entrevista radiofónica en la Ciudad de México el presidente de la Comisión de Protección Civil del Senado de la República, Francisco García Lizardi.
El martes 21, el senador declaró a ABC Radio que el PHIT presenta un “severo retraso” en obras , incluso emplazó a la Conagua y a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) a explicar por qué Tabasco sufre por cuarto año consecutivo inundaciones que desde 2007 han dejado pérdidas por alrededor de 50 mil millones de pesos.
Expuso que la CFE debe responder cómo y por qué vienen los desfogues de presas que causan desastres en Tabasco por las inundaciones.
“En 2007 se inundó 68% del territorio tabasqueño y se perdieron más de 30 mil millones de pesos; más de 27% del Producto Interno Bruto. Y en los últimos años se han perdido cerca de 7 a 8 mil millones de pesos. Tenemos considerado que Tabasco ha perdido en los últimos cuatro años cerca de 50 mil millones de pesos”, expuso el senador García Lizardi. l
Fuente: Proceso
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