Persisten impunidad de funcionarios, detenciones arbitrarias y tortura, señala
VICTOR BALLINAS
México es un país de ''leyes sin justicia'', aseguró ayer Amnistía Internacional (AI), y resaltó que el sistema de seguridad pública y de justicia penal ''está en crisis''. Esta organización internacional denunció que ha documentado desde hace varios años violaciones a derechos humanos e impunidad: en casi todo el país se registran detenciones arbitrarias, fabricación de pruebas y tortura, y no obstante que los detenidos son presentados ante el juez con signos evidentes de golpes y maltrato, ''así los condena''.
Rupert Knox, investigador para México de AI con sede en Londres , y el director del organismo para España, Esteban Beltrán, cuestionaron que el presidente Felipe Calderón ''aún no haya hecho un pronunciamiento sobre derechos humanos y la importancia que les dará en su gobierno. Queremos un compromiso concreto del Ejecutivo sobre este tema y que se comprometa a llevar a cabo una reforma al sistema de justicia''.
Hicieron pública su preocupación porque ''el Presidente, en su gira por Europa, no habló de los derechos humanos, de cuál será su política. Queremos saber si le interesa la protección de estos derechos y cómo los garantizará. Es muy preocupante que el mandatario no se haya manifestado aún, porque se podría interpretar que las violaciones de derechos son toleradas''.
Al presentar ayer el informe titulado México, leyes sin justicia: violaciones de derechos humanos e impunidad en el sistema de justicia penal y de seguridad pública, los integrantes de AI acompañados por el abogado Mario Patrón, del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan destacaron que que ''las violaciones a los derechos humanos en México son frecuentes por funcionarios; el gobierno no ha logrado una justicia eficaz para todos''.
Beltrán preguntó: ''¿Existe la justicia en México o simplemente hay leyes?'' Frente a él y los demás funcionarios de Amnistía estaban algunos de quienes han padecido injusticia, torturas, violaciones sexuales, abusos, detenciones arbitrarias, fabricación de pruebas, incomunicación, secuestro, negación a contar con un abogado.
Ahí se encontraban también el ecologista de Guerrero preso injustamente Felipe Arreaga, quien después de 10 meses fue absuelto; José Gregorio Arnulfo Pacheco y su esposa Flora Sánchez. Sin importar que está parapléjico, Pacheco fue sacado de su casa en Atenco, vejado, golpeado y acusado de secuestro, entre otros delitos; después de más de cinco meses fue absuelto.
Además acudió Bárbara Italia Méndez, joven violada por policías en los camiones que la llevaban detenida de Atenco al penal de Santiaguito; y de Oaxaca estaban presentes Ramiro Aragón y Ruth Guzmán. Aragón, también parapléjico, fue acusado injustamente de portar armas de fuego, lo privaron de su silla de ruedas y de sus medicamentos. Además, lo torturaron.
Los representantes de Amnistía Internacional dijeron: ''Aquí están ejemplos del vergonzante sistema de justicia. Aquí están algunos de los rostros de la injusticia para que den su testimonio de viva voz''.
Beltrán destacó que en 95 por ciento de los delitos que se cometen en el país, aun cuando la víctima llegue con signos evidentes de tortura los jueces aceptan la confesión como prueba en uno de cada nueve casos. En 2004 vimos que las pruebas fueron aceptadas sin chistar, a pesar de que habían sido obtenidas bajo tortura, señaló.
''Con asombro hemos visto un sistema de justicia en México en el cual todo mundo es culpable hasta que demuestre lo contrario; al revés de los sistemas de justicia en el mundo, que son inquisitoriales, aquí es acusatorio. El sistema de justicia mexicano es ineficiente. En 2002, 42 por ciento de los detenidos eran inocentes y tardaron años en probarlo. Es asombroso que la Constitución no recoja el principio de inocencia'', añadió.
Una característica ''insólita'' de este sistema en crisis, aseveró Beltrán, ''es que el juez no está presente en las audiencias. No hay juez y cuando está su presencia no es activa. Tampoco hay defensores presentes, firman después. Hay una crisis crónica del sistema de justicia''.
Amnistía demanda compromisos claros al gobierno de Calderón: ''Pedimos su compromiso de que en este sexenio habrá reformas al sistema de justicia, empezando por la Constitución, para que quede plasmado el principio de inocencia; que haya juicios justos; que se protejan los derechos de los acusados y de las víctimas; que se garantice la independencia de jueces; que se acuse sólo ante un juez y en presencia de un abogado defensor para acabar con la tortura como regla''.
Es fundamental ''conocer si al Presidente le van a importar los derechos humanos. No hay señales de ello; nos preocupa la nula mención de estas garantías. No sabemos qué ocurre con el Programa Nacional de Derechos Humanos. Es una vergüenza la desaparición de la fiscalía para movimientos del pasado''.
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