Miguel Angel Velázquez
Derrota significativa, pero no definitiva
La lucha se trasladará al interior del país
¡Cuidado! Qué nadie se atreva a entonar cánticos de triunfo, ni se confíe porque esto no ha terminado.
El derecho que hoy tienen las mujeres para decidir sobre su vida es apenas el telón que oculta la gran discusión sobre el rumbo que habrá de tomar el país en un breve lapso. Sí, es verdad, la derrota de la derecha en la Asamblea Legislativa significa que no pesaron las excomuniones ni los consejos del chapulín arrugado, ni las amenazas de muerte ni ninguna de las trampas a las que nos tiene acostumbrado el Partido Acción Nacional.
Y esa derrota es muy significativa, pero no es la definitiva. Ahora veremos la furia de los buenos señores del dinero -incluido el clero- en una cruzada que tratará de aprovechar, por todos los medios, este golpe que desde hace cuando menos un par de semanas ya habían digerido, para lanzar una nueva cruzada de odio.
No parece fácil que los panistas logren recabar las 23 firmas de diputados locales que se necesitan para interponer el recurso de acción de inconstitucionalidad, la votación en su contra fue aplastante, pero les queda la Comisión de Derechos Humanos del DF, a la que ya han acudido para que por ese medio se impugne, como ya se lo exigieron, o bien a la misma instancia, pero a nivel nacional, donde suponen que una mancha más al muy sucio traje de su presidente, José Luis Soberanes, ahora que se ha batido en lodo, ya no importa.
El otro recurso, el de acudir a la PGR para, desde allí, con el argumento de que la ley interfiere con el Código Penal Federal, parece que no fructificará, pero aún guardan esperanza, según cuentan, de que la mano de Felipe Calderón se alce para dar la orden. Es decir, aunque no parece fácil, aún cuentan con recursos legales para frenar el avance en la capital.
La siguiente etapa de esta lucha habrá de darse en los estados de la República, donde se celebran elecciones. En esas entidades tratarán de llegar con el mensaje de que la izquierda es asesina, y pondrán como ejemplo lo que sucedió ayer en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal.
En las filas del panismo ya se empezaron a preparar los mensajes videograbados que acompañarán las campañas políticas, y según aseguran en ese mismo partido, el "alto clero", como le llaman, alista el púlpito para mandar los mensajes que desacrediten el logro que en bien de la mujer se dio en la ALDF.
Y no sólo eso, hay estados dominados por el panismo que preparan leyes regresivas para limitar, totalmente, el derecho de la mujer para decidir sobre su vida, así que la batalla apenas empieza, como ya habíamos señalado en otro espacio.
Pero la discusión seria, la de verdad, es la que pone en juego el futuro de la laicidad en el país, es hasta dónde habrá de permitir el gobierno que el clero siga interfiriendo en la cosa política.
Cada vez con mayor frecuencia y descaro los funcionarios de la Iglesia católica, utilizan el sermón como arma política. La educación privada, que cada vez forma a más ciudadanos mexicanos, ha tomado su lugar adoctrinando, para su causa, a los niños y jóvenes que pasan por sus aulas, mientras el gobierno observa quieto y callado.
Y así, poco a poco han logrado intervenir en el accionar político sin que la ley los frene. La decisión de hoy en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal da el primer paso para repensar cuál debe ser el lugar de la Iglesia católica en la vida del país. Ya se empezó y será necesario continuar para fortalecer la tan mermada soberanía de México. Que así sea.
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