domingo, abril 22, 2007

Presenta Kirchner iniciativa para reformar ley de fuerzas armadas

Evitará que los ex represores soliciten amparos

STELLA CALLONI CORRESPONSAL

Buenos Aires, 21 de abril. El presidente argentino, Néstor Kirchner, envió esta semana al Congreso un proyecto de reforma integral del sistema judicial de las fuerzas armadas. La modificación cerrará la posibilidad de que los responsables de delitos de lesa humanidad se amparen en el viejo sistema para tratar de ser juzgados por sus pares y no por la justicia común.

La enmienda, además, pondría fin a la pena de muerte en el ejército y suprimiría el castigo a la homosexualidad.

La nueva norma conllevaría a la derogación del Código Militar, con cambios sustanciales a una propuesta trabajada por una comisión de juristas y auditores de las fuerzas armadas, a solicitud de la ministra de Defensa, Nilda Garré, quien considera que este es un tema pendiente desde que se recuperó la democracia en el país.

Apresuró dicho proyecto el hecho de que el militar Rodolfo Correa Belisle recurrió exitosamente a la Corte Interamericana de Derechos Humanos cuando fue sancionado, sin posibilidad alguna de defensa en los tribunales militares, por implicar a sus superiores en el caso del asesinato, dentro de un cuartel, del soldado Omar Carrasco, lo que llevó a mediados de los 90 a eliminar el servicio militar obligatorio.

"Esta reforma adecua las reglamentaciones internas de las fuerzas armadas a las reglas propias de un estado de derecho evitando tanto las situaciones de privilegio como la falta de garantías de los ciudadanos de profesión militar, lo que de alguna manera pone fin tanto al hostigamiento hacia personas como a la impunidad ante abusos", dijo Andrea Pochak, directora adjunta del Centro de Estudios Legales y Sociales.

En estos días la ministra de Defensa, Nilda Garré, ordenó al jefe de la Armada, Jorge Godoy, separar de su cargo al capitán de fragata Carlos Bianchi, quien fue denunciado como uno de los oficiales que torturó a soldados durante la guerra de las Malvinas, en 1982.

Un veterano de las Malvinas envió una carta al Ministerio de Defensa, al enterarse de que Bianchi fue nombrado comandante de un batallón en Usuhaia, Tierra del Fuego, denuciando los maltratos que el capitán impuso a sus hombres.

El secretario de Derechos Humanos de esa provincia, Pablo Vassel, sostuvo que Bianchi no debe estar en un cargo en el que es responsable de la educación de nuevas generaciones de oficiales. "Nosotros queremos rescatar lo mejor de aquel infierno y dejar sentado que creemos que hubo héroes en esa lucha dispar y que las Malvinas son nuestras, pero también ya es hora de contar la verdad. Para algunos era fácil matar y torturar a indefensos. Nosotros estábamos indefensos, en sus manos, y ellos estaban acostumbrados a matar sin castigo", señalan en una misiva los ex combatientes.

Este es un tema en el que trabajan tanto el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel como el defensor de los derechos humanos de Paraguay Martín Almada.

De paso por Buenos Aires, Almada, premio Nobel Alternativo 2002, dijo a La Jornada que los organismos de derechos humanos deben dar pasos de manera urgente y presentar propuestas para cambiar los programas de estudios de los militares.

"No basta con los juicios y las condenas que tan difícilmente se logran, si no empezamos por corregir esa situación. De qué vale toda la lucha si a pocos pasos nuestros, en las escuelas militares, los viejos responsables de hechos aberrantes pueden dar clases y además mantienen sus mismos programas de estudios, los que convirtieron a nuestros militares y policías en terroristas de Estado", expresó Almada.

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