Gustavo Leal F.*
Al calor de la imposición calderonista que "aprobó" con "mayoría aritmética" y sin escuchar a nadie la nueva Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), el senador priísta Manlio Fabio Beltrones introdujo una iniciativa paralela que -con 72 votos a favor y 22 en contra- también "reforma" la Ley de los Sistemas de Ahorro para el Retiro (SAR).
Tan inadecuadamente fue diseñada la Ley del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) con que Ernesto Zedillo privatizó las pensiones de los trabajadores del sector privado en 1995 -y que los tecnócratas hacendarios con el diputado priísta Samuel Aguilar Solís usaron como modelo "espejo" de la nueva Ley del ISSSTE-, que durante ¡12 años! se permitió lo que Eduardo Pérez Mota, presidente de la Comisión Federal de Competencia, ha calificado de marco regulatorio que debe seguir siendo "modernizado".
Doce años después de la ley Zedillo, la iniciativa Beltrones reconoce la urgencia de eliminar la comisión sobre flujo que cobran las Afore y la "promoción" de mayores rendimientos en favor de los trabajadores. Aunque parezca increíble, sólo ¡12 años después se "regula" el cobro de comisiones y los rendimientos!, aunque para ello fuera preciso que Felipe Calderón "reformara" el ISSSTE tan mal como Zedillo "reformó" el IMSS.
Según Vanesa Rubio, vocera de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), ahora el rendimiento neto de la cuenta individual -una vez descontada la comisión sobre saldo- será el indicador de referencia para que los trabajadores "elijan la Afore que más les convenga".
Lamentablemente, muy poco saben los trabajadores sobre sus pensiones. Una encuesta de HSBC (abril 2006) documentó que "existe una brecha entre su conciencia sobre la importancia de ahorrar para contar con una mejor pensión y las acciones que realizan para ello". Y es que, aunque 56 por ciento de los encuestados consideró como "propia" la responsabilidad de cubrir los gastos durante su retiro, sólo 10 por ciento busca información para saber "cómo mejorar" su si- tuación económica prejubilatoria.
Los resultados muestran que los trabajadores "requieren más información" y que la "calidad de las pensiones está por debajo de su expectativa, pues 45 por ciento estimó que deben realizarse aportaciones adicionales al retiro, vía la participación del gobierno".
De hecho, funcionarios de HSBC reconocen que las pensiones que recibirán estarán "significativamente por debajo" del sueldo promedio que habrán recibido durante su vida laboral. Con la aportación actual y sin ahorro voluntario, un trabajador que gane 25 salarios mínimos mensuales obtendrá una pensión de 20 por ciento de su sueldo promedio. Mientras quien gane tres, alcanzará una pensión de entre 35 y 40 por ciento de ese sueldo, siempre y cuando haya aportado durante 40 años. ¡Eso fue lo que, siguiendo a los tecnócratas hacendarios, leyó Samuel Aguilar y luego fue "aprobado"!
Pero, según la vocera de la Consar, con el nuevo indicador de rendimiento neto "será más fácil identificar a las Afore baratas, que cobran comisión baja y pagan alto rendimiento para que los trabajadores realicen traspasos más convenientes". Sin embargo, Hacienda y la propia Consar emitieron -el 6 de febrero- la circular 28 que propone siete medidas "más estrictas" para los promotores de Afore y evitar "irregularidades" en esos traspasos.
Porque, sólo en 2006, ellos sumaron 25 por ciento de los 13 millones de cuentas activas. En marzo de 2004, ING Afore divulgó el robo de estados de cuenta de algunos afiliados, presuntamente por empleados al servicio de Sepomex, información que podría haber comprado Santander y dos administradoras de fondos más. El precio de cada estado de cuenta -con el cual los promotores acceden a la información necesaria para abordar a los afiliados y tratar de cambiarlos de Afore- variaba entre 20 y 40 pesos. Inclusive, en algunas existía la política de pagar una comisión más alta a la establecida como promedio a quienes lograran traspasar a trabajadores que tuvieran mayor nivel salarial.
Como era de esperarse, Santander relativizó las imputaciones y Sepomex indicó que no contaba con información legal respecto de que sus empleados pudieran haber robado estados de cuenta: "no hemos perdido ni un solo saco". Las malas prácticas abarcaban también la compraventa de bases de datos, hojas rosas, falsificación de firmas e identificaciones, el traspaso basado en argumentos engañosos y sin consentimiento del trabajador.
Estimaciones de la Consar establecieron que los traspasos entre las Afore movían el doble de recursos que ingresan a ellas por la recaudación de los 35 millones de afiliados al SAR. Cada mes cambiaban de Afore 300 mil personas, cuyos ahorros sumaban 10 mil millones de pesos, mientras cada dos meses ingresaban a las administradoras 9 mil millones de pesos por recaudación.
¿Qué futuro aguarda a los fondos de retiro de los servidores públicos que el autoritarismo de Calderón y su "mayo- ría aritmética" envió 36 meses a Pensionissste y luego, previsiblemente, al sistema Afore, ya sin comisiones de flujo pero sí de saldo, que en los pasados 12 años devoraron los rendimientos netos anuales de las cuentas individuales de los trabajadores del sector privado?
En un contexto que corrige las fallas del sistema de cuentas individuales -Bachelet en Chile y Kirchner en Argentina- la "reforma" calderonista al ISSSTE es más de lo mismo, pero ¡12 años después! Como "reforma" nació muerta y, como antes la del IMSS, se dirige al fracaso. Ambas deberán ser reformadas. ¿Cuándo? Por ejemplo, preparando la elección intermedia 2009.
* Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco
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