martes, julio 31, 2007

Columna: Asimetrías. El Ubícuo Chino

De Blogotitlan
por Fausto Fernández Ponte
El Ubícuo Chino

Santo patrocinador de políticos del PRI y el PAN, el hoy acusado Zheli Ye Gon lubricó con mucho dinero de sobornos y regalos su entrada a los altos círculos del poder político de México, que lo consintieron y le permitieron lucrar con importaciones de su país originario.

I

Zhenli Ye Gon ha estado informándole a sus captores --personeros de inteligencia y contrainteligencia del gobierno de Estados Unidos-- acerca de sus actividades para tener acceso a los círculos del poder político en Mèxico.

Presumiríase y sabríase que en ese contexto, el mexicano de ascendencia china habría descrito cómo logró ese acceso a los círculos más altos del poder formal --el del Estado y el Gobierno-- en nuestro país. Era un hombre influyete. Y ubícuo.

Sábese ya a ciencia cierta un hecho: el señor Ye Gon sobornó a políticos, no sólo del Partido (de) Acción Nacional, sino también a los del Partido Revolucionario Institucional. Se hizo, incluso, militante del PRI.

Así, tenía relaciones con miembros del gabinete de secretarios y subsecretarios del entonces Presidente Vicente Fox, senadores y diputados panistas y priístas, y ello le permitía realizar en México sus negocios de importación.

Y lo que importaba era mercancía delicada: precursores quìmicos para estupefacientes artificiales y sustancias psicotrópicas de creciente consumo en México, convertido hoy en el tercer país en el mundo con mayor demanda de esos insumos.

II

Lograr y conservar esas relaciones del señor Ye Gon con personeros de la más alta jerarquía del poder formal era costoso: sobornos doquiera, ora para financiar campañas de proselitismo electoral, ora como regalos a políticos y funcionarios.

Y mantener esas relaciones con sobornos tenìan un propósito: complicidades para la importación de sus precursores. Así, por instrucciones superiores en nuestras aduanas no se verificaban ni revisaban los cargamentos de la empresa del chino-mexicano.

En ese contexto, éste personaje entabló relaciones con priístas de cepa, como Fidel Herrera, a la sazón legislador y hoy gobernador del estado de Veracruz, incomodado y diríase que moolesto por lo que nuestro compatriota naturalizado está diciendo.

Sospéchase, no sin cierto inferimiento válido, de que la campaña de proselitismo electoral del señor Herrera a la gubernatura veracruzana fue financiada, en parte, con dineros provistos generosa e interesadamente por el señor Ye Gon.

Y siendo el chino-mexicano ya miembro del PRI, anticípase con naturalidad que apoyase con dinero las campañas electorales de sus compañeros de partido en pos de una gubernatura o una curul federal o un escaño senatorial.

III

Anticiparíase que el señor Ye Gon también financió campañas eletorales de candidatos panistas, además de la del aspirante al más importante puesto de elección, la Presidencia de la República, Felipe del Sagrado Corazón de Jesùs Calderón Hinojosa.

La percepción pública es la de que los 205 millones de dólares hallados en la residencia particular del señor Ye Gon en el Distrito Federal eran "sobrantes" --o remanentes-- que, como es la costumbre, suelen destinarse a uso personal del candidato.

Y eso es lo que hoy saben los estadunidenses. Saben presumiblemente cuánto habría recibido y recibiría don Felipe del Sagrado Corazón de Jesús y sus compañeros de partido y cuánto los priístas como el señor Herrera y otros.

Este tristísimo episodio tiene su moraleja: las potestades constitucionales de los mandatarios mexicanos --y sus subrogados-- son mercancía a la venta de los mejores postores. Las leyes del mercado también actúan en el ámbito del poder político.

Eso es, desde luego, sabido por todos, pero en el caso corriente --el del chino-mexicano-- convierte en damnificados políticos a un Presidente de la República, el señor Calderón, y a un gobernador, el de Veracruz. Les damnifica el desprestigio.

Glosario:

Damnificado:del verbo damnificar. Causar daño.

Ubicuo: que está en todas partes.

No hay comentarios.: