Antonio Solá:
De la guerra sucia a la reelección
Edgar González Ruiz
Vinculado al exmandatario hispano José María Aznar y principal promotor de la guerra sucia en las elecciones mexicanas, el publicista español Antonio Solá Reche prosigue en sus labores de sembrar el odio entre mexicanos para obtener él mismo beneficios económicos y hacer prevalecer el ideario derechista con el que comulga.
A un año de su controvertida participación en la campaña presidencial de Felipe Calderón, Solá ha pasado de la invención de calificativos contra López Obrador al papel de apologista incondicional del gobierno mexicano, al grado de que ya pregona, desde ahora, la supuesta necesidad de la reelección en nuestro país.
El comentario aparece en el artículo “Los 60 primeros días de Felipe Calderón
Balance del nuevo gobierno de México”, firmado por Solá y difundido en la Web por la organización Safe Democracy, fundada por el empresario argentino español Martín Varsavsky. (spanish.safe-democracy.org/).
Se afirma textualmente en ese artículo, donde Solá encontró sólo elogios para la gestión presidencial, que Mexico necesita de una “reforma política que facilite la reelección de representantes populares”.
Expresada imprudentemente por el propagandista de la derecha, la idea evidentemente no proviene de su cerebro, como tampoco los otros aspectos que destaca como retos de la presidencia: “El principal reto de su gobierno, sin embargo, será enfrentar con decisión el paquete de reformas que México requiere para convertirse en un país modelo de progreso, como lo fueron hace décadas India, Irlanda, Chile o España. La reforma fiscal que permita obtener más ingresos; la reforma política que facilite la reelección de representantes populares; una reforma de Estado que reduzca el tamaño de los poderes de la Federación; la energética que posibilite la inversión extranjera y pueda devolver a Petróleos Mexicanos (PEMEX) su lugar estratégico nacional e internacional; y la reforma de la seguridad, necesaria para continuar con mayor determinación en la lucha contra el narcotráfico”.
Según esa versión, resulta que México debe seguir los pasos del Chile de Pinochet y de la España franquista y atender ante todo a los grandes intereses económicos, de origen extranjero.
Ostos y Solá, antes y después del 2006
Solá, quien desde su juventud milita en el PP, ha brindado consultorías políticas en países como México, Argentina, Perú y Guatemala, donde asesoró al gobierno de Jorge Serrano Elías (1991 a 93), y mantiene relaciones con la derecha mexicana desde la década pasada.
Es socio director de la empresa Ostos y Solá (Conde de Peñalver 52, Madrid, www.ostossola.com/), que ofrece asesorías en comunicación, imagen, cabildeo, estrategias políticas y entrenamiento de directivos. Ostos&Solá ha asesorado el activismo que contra Rodríguez Zapatero llevan a cabo grupos como la Confederación Católica de Asociaciones de Padres de Familia y Padres de Alumnos, que al igual que la filopanista Unión Nacional de Padres de Familia, de México, pertenece a la UNIAPA, Unión Iberoamericana de Padres de Alumnos, organización que promueve la educación religiosa. A fines de noviembre de 2004, tanto Antonio Sola como Gloria Ostos apoyaron las actividades del VI Congreso Católicos y Vida Pública, dedicado a la defensa del conservadurismo católico, donde participaron jerarcas de la iglesia y activistas vinculados a ella, y que se llevó a cabo en la Universidad San Pablo-CEU, de Madrid. En 2005, Gloria Ostos colaboró en la organización de una gran manifestación derechista que se llevó el 18 de junio de ese año en Madrid en protesta contra el matrimonio homosexual, y donde participaron grupos de la extrema derecha, con la consabida ideología conservadora que se opone al aborto, a los anticonceptivos, a la diversidad de familias y a los derechos de los homosexuales.
En la época en que los panistas querían ocultar la participación de Solá en la campaña presidencial de Calderón, la página Web de Ostos y Solá se mantuvo cerrada “por mantenimiento”. Ahora, en ese mismo espacio, Antonio Solá hace alarde de que él fue el indiscutible artífice de la pretendida victoria publicitaria de los panistas el año pasado. Uno de los textos que se difunden en ese espacio se refiere a la participación de Solá en la George Washington University, donde expuso una ponencia titulada "Marketing político al borde del caos. La campaña de Felipe Calderón", en la que se ufanó de que su mercadotecnia condujo al triunfo del panista, remontándose a la contienda interna en el PAN donde en un principio, Calderón tenía muchas menos expectativas que Creel.
Ilustra el artículo una fotografía donde, con ostentosa intención, se muestra a Solá hablando familiarmente con Calderón en una conversación de trabajo registrada durante un viaje en avión, donde Sola aparece de pie, reclinado sobre el respaldo del asiento delantero del candidato panista, quien luce sentado recibiendo los consejos del español.
La actitud triunfalista que hoy exhibe Antonio Solá en la página de Ostos y Solá contrasta totalmente con la que hace poco más de un año asumieron los dirigentes panistas cuestionados sobre la participación de Solá en la política mexicana.
De acuerdo con una nota de Claudia Herrera Beltrán, difundida en La Jornada el 24 de mayo de 2006, “por más que los panistas trataron de desvincular al español Antonio Sola de la campaña de Felipe Calderón, ayer reconocieron que el dueño de Docsa, la empresa consultora en la que supuestamente labora este consultor, es Jorge Manzanera, también coordinador de las redes del candidato presidencial”.
“César Nava, secretario general adjunto del PAN, informó lo anterior, pero en repetidas ocasiones afirmó que Sola simplemente es un "prestador de servicios que trabaja para una compañía privada"”.
A pesar de ello, Nava aseguró que Sola no trabaja para el PAN ni para Calderón y "mucho menos participa en la toma de decisiones de la campaña". Ahora la propia empresa de Solá, interesado en llevar el agua al molino de su “éxito” personal, está demostrando que todas afirmaciones eran mentirosas.
También la Segob, encabezada en ese tiempo por el ultraderechista Carlos Abascal, proporcionó todo su apoyo a Solá, en respuesta a quienes criticaban su injerencia política en los asuntos de México. En su boletín 143/06, fechado el 19 de mayo de 2006, la dirección general de Comunicación Social de esa dependencia señalaba que Antonio José Solá Reche “se encuentra legalmente en el país bajo la calidad y característica migratorias de No Inmigrante Visitante con Actividades Lucrativas…a fin de poder prestar sus servicios profesionales a la empresa Desarrollo y Operación de Campañas S.A. de C. V., ubicada en el Distrito Federal, como asesor en el Area de Imagen y Publicidad”. Sin embargo, las mismas autoridades adoptaron una actitud totalmente opuesta con los abogados estadounidenses que en septiembre del año pasado en una conferencia de prensa se atrevieron a criticar a Norberto Rivera, a quienes persiguieron con pretextos de irregularidades migratorias.
Además de haber sido el principal asesor de la guerra sucia en 2006, ha estado promoviendo la guerra sucia en otras entidades, lo que en todo caso ha redundado en su propio beneficio personal pero no en triunfos para el PAN, pues en las urnas los votantes de diferentes entidades y ciudades están demostrando su rechazo por ese tipo de estrategias en todos sentidos reprobables.
De Yucatán a Baja California, y más allá
Solá logró convencer al excandidato panista Xavier Abreu Sierra, para que cambiara su campaña de propuestas, para los comicios del 20 de mayo, por una estrategia "negativa", o “de contraste”, lo que, evidentemente, le restó popularidad y simpatía.
Entrevistado el 13 de mayo por La Jornada,. Abreu Sierra reconoció que Solá “participó con nosotros al principio y ahora está trabajando Beto Castillo, quien trabaja para él, pero (Sola) no ha venido a Mérida en algún tiempo”. Beto Castillo es Alberto Castillo, quien trabaja con Solá. En esa ocasión, el candidato del blanquiazul dijo desconocer a cuánto ascendieron los honorarios pagados a la empresa Ostos y Sola, que elaboró mensajes de radio y de televisión donde se atacaba directamente a la candidata priísta Ivonne Ortega.
El 9 de junio el Consejo Político estatal del PAN se reunió para analizar las causas de su derrota electoral. En el transcurso de una fuerte discusión, varios de los dirigentes panistas recriminaron la estrepitosa derrota del PAN, que perdió la gubernatura, la mayoría legislativa y casi 60 de los 106 municipios. Además de la intervención de varios gobernadores panisas, se hizo notar que Abreu Sierra, cometió el error de aplicar mercadotecnia, bajo la asesoría del español Antonio Sola, en lugar de hacer una campaña más cercana a la gente.
También se ha señalado que Juan Camilo Mouriño intervino en las elecciones estatales, influyendo sobre Abreu Sierra en apoyo a Solá para motivarlo a incrementar la guerra sucia contra la priísta Ivonne Ortega.
Según fuentes panistas, el lunes 7 de mayo, Mouriño se reunió en la hacienda Temozón Sur, localizada en el municipio sureño de Abalá, con Abreu Sierra, con Solá y con el coordinador general de la campaña del primero, Juan Carlos Rosel Flores. Esos testimonios, además, desmentirían el señalamiento de Abreu, publicado una semana después, de que Solá no se había presentado por aquellos lugares “en algún tiempo”.
En su edición 919, del 4 de junio, la Revista Peninsular citaba la opinión de un veterano panista de Yucatán, adicto a la fracción representada por Espino, en el sentido de que “Fue Calderón quien instruyó a su gurú en “guerra sucia”, Antonio Solá Reche, a diseñar la campaña de Abreu Sierra, y por ello trasladó a Yucatán a las empresas encuestadoras Arcop y GEA-ISA, de las que son propietarios-directivos Rafael Giménez y Guillermo Valdés, sus asesores y empleados del gobierno”.
Como titular del Cisen, Valdés ha podido poner a disposición del PAN, y de las estrategias de la guerra sucia, toda la información y recursos de esa policía política, pero sea porque la reacción popular en contra fue espontánea y contundente y/o porque hubo una concertacesión en esa entidad, el hecho es que la guerra sucia que promueve Solá fracasó totalmente en Yucatán.
Mientras los panistas luchaban entre sí para identificar a los causantes de la debacle, uno de los principales, Antonio Solá, volvía de Panamá a la ciudad de México, el 2 de junio a las 7.30 de la noche, cómodamente instalado en su asiento de primera clase del vuelo 266 de COPA Airlines, que por cierto estuvo esperando algunos minutos la llegada del influyente publicista, cuyas destructivas actividades son internacionales.
Se ha dicho que Solá, quien contó con todo el apoyo de las autoridades mexicanas para nacionalizarse en un proceso relámpago a principios de este año, ha estado dirigiendo la guerra sucia contra Jorge Hank desde San Diego, California, “para no ser detectado” (José Gil Olmos “El Palenque Electoral” en la edición 1600 de Proceso, del 1 de julio de 2007).
Jorge Ramos Hernández, candidato del blanquiazul a la presidencia municipal de Tijuana, ha reconocido que Antonio Solá asesora al PAN local, mientras que tramposamente el candidato panista a la gubernatura, José Guadalupe Osuna Millán, ha evadido el tema tomándolo a broma y con señalamientos de que se trata de “infundios”.
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