La negativa se debe a que no "sólo se trata de discutir si se hace o no la Guelaguetza, sino de resolver los problemas de fondo" que hay en Oaxaca, señaló Ezequiel Rosales, líder del magisterio.
Oaxaca, Oax. Aunque el gobierno exhortó a las organizaciones sociales a mantener un diálogo para solucionar sus demandas, la sección 22 del SNTE lo rechazó, al término de la jornada que marcó la reanudación de la Guelaguetza.
En tanto, la conclusión de la primera función de la Guelaguetza conjuraba el bloqueo anunciado por los miembros de ese sindicato, y los simpatizantes de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) a la fiesta popular.
En entrevista, Ezequiel Rosales, líder de los maestros en la entidad, hizo un llamado a la Secretaría de Gobernación (Segob) para instalar una mesa de trabajo, en la cual la dependencia federal atienda las demandas políticas de ese sector educativo.
Detalló que sus demandas son la cancelación de órdenes de aprehensión, la liberación de los presos y la entrega de las escuelas en poder de autoridades municipales.
Argumentó que la negativa de establecer un diálogo con el gobierno local se debe a que “no sólo se trata de discutir si se hace o no la Guelaguetza, sino de resolver los problemas de fondo que aquejan a Oaxaca”.
Sostuvo que continuará el plantón representativo que mantienen profesores desde hace 37 días en el zócalo y la Alameda, y que levantarán el 5 de agosto.
Por su parte, el subsecretario de Gobierno, Joaquín Rodríguez Palacios, informó que de las 14 mil 125 comunidades del estado, sólo en Tezoatlán de Segura y Luna, en la región de la Mixteca, un grupo de ciudadanos demandaron atención en materia educativa.
“El Gobierno del Estado continúa con la exhortación e invitación pública para participar en una mesa de diálogo abierta y pública con todos los sectores para darnos la oportunidad histórica de resolver nuestras diferencias y controversias”, señaló.
El bloqueo a la celebración quedó en una marcha, a la que asistieron alrededor de cinco mil personas, número que contrasta con los 13 mil 500 que llenaron el auditorio Guelaguetza por la mañana.
Aunque las calles lucían semivacías y tensas desde el amanecer y hasta las 14:00 horas, al término de la marcha de las organizaciones sociales, y de la fiesta en el cerro del Fortín, la jornada concluyó en paz.
La nota debería decir:
Las amenazas, la sangrienta confrontación del 16 de julio, y el bloqueo de quienes fueron a unirse a la protesta que el (des)gobierno de Oaxaca llevó a cabo para reprimir a los manifestantes dio lugar a que sólo cinco mil personas marcharan, número que contrasta con los 13,500 "acarreados" que fueron a la Guelaguetza.
El hostigamiento, la persecución y la represión a la que ha estado sometido el pueblo de Oaxaca durante más de un año por el (des)gobierno del estado es una cuestión que demanda la salida del gobernador.
Gracias a la prudencia de los manifestantes no hubo acciones sangrientas que lamentar, y gracias a la respuesta mundial en solidaridad con el pueblo de Oaxaca, ahora el asesino de Ulises Ruiz quiere dialogar. Sin embargo, la única posibilidad de paz es su renuncia, un criminal no puede ser gobernador.
Para colmo la Secretaría de Gobernación, como espuria que es, declara que no le compete la solución de Oaxaca, y claro, como le va a competir si ni es Gobernación ni es nada porque a poco que intervenga se viene abajo junto con el espurio y comitiva, ya que en parte el pelele está ahí gracias a los votos que le vendió el PRI para mantener a Ulises Ruiz en el poder. El subsecretario tiene el descaro de decir que sólo están atentos por si necesitan que les envíe a la Policía Federal Preventiva. Es decir, si necesita refuerzos para reprimir al pueblo.
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