domingo, 22 de julio de 2007
Por Ricardo Andrade Jardí
Como la mirada de la comunidad internacional está puesta en la heroica Oaxaca, el desgobierno usurpador hace como que nada pasa y se lava las "manos limpias" en la mierda de su irresponsabilidad.
Ulises Ruiz, el asesino impune al que los usurpadores federales lo han dejado y ensalzado, se dispone a celebrar la turística Guelaguetza en un tomado auditorio, paramilitarmente, por las fuerzas del orden bruto, porque de públicas no tienen nada, auditorio, que está dispuesto a llenar aunque sea de muertos para demostrarle a quién sabe quién que aún gobierna donde en realidad nunca ha gobernado, donde desde el primer día y hasta el último es y será conocido como lo que es: otro usurpador que pretendió ser gobernador de la heroica y memorable Oaxaca.
Desconocedor que es de la historia, no pudo entender el triste camino de su estupidez política y de la aún mayor estupidez de su partido al intentar sostener como gobernador a un mediocre asesino como Ulises Ruiz.
Pero a pesar de los cuentos chinos y las alianzas estratégicas con los productores de drogas anabólicas y los intentos del desgobierno usurpador para hacer como si Oaxaca no fuera su problema, la comunidad internacional sabe de la responsabilidad única del desgobierno federal y en el intento de Ulises Ruiz de satisfacer sus sádicos y pervertidos instintos reprimiendo a los representantes ciudadanos de un pueblo que mayoritariamente lo rechaza y lo desconoce como representante.
Para el ilegitimo Fecal, la disyuntiva está clara: tendrá que elegir entre dejar actuar a Ulises Ruiz y asumir el costo internacional o en detener a Ulises Ruiz y pagar el costo ante el PRIAN que se traducirá en costo también internacional.
Ulises Ruiz es la carta principal del chantaje priísta para dejar desgobernar al ilegal Fecal, quien carece de legitimidad cada día ante más millones de ciudadanos. Ulises Ruiz es producto de la impunidad prianista y de la corrupción institucional de la tan pregonada democracia mexicana, de la que todo mundo habla pero a la que nadie conoce ni menos aún reconoce.
Al desgobierno de Oaxaca le sobra la fuerza bruta, pero le falta la razón, al pueblo de Oaxaca les falta la fuerza bruta, pero le sobra la razón y eso le da el derecho a la lucha y por eso es posible que el lunes 23 de julio la sinrazón corrupta de la impunidad intente todo para demostrar que aún son algo en ese criminal sistema del neoliberalismo por el que los políticos latinoamericanos pierden algo más que el pudor, al tiempo que intentan asesinar lo que nunca podrán destruir: la conciencia de la dignidad rebelde de un pueblo que ha dicho basta ya de tanta mierda.
¡Alto a la represión en Oaxaca! ¡Alto al asesino Ulises Ruiz!
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