Fausto Fernández Ponte
Kirchner y Calderón
I
La visita de Estado del Presidente de Argentina, Néstor Kirchner, a México, tiene un significado asaz importante en la pugna que en América Latina se libra contra el neoliberalismo y en la cual el poder formal en nuestro país es sólo espectador pasivo.
Factualmente, esa lucha es, en síntesis, entre el liberalismo histórico y el conservadurismo de siempre, que en México tiene manifestaciones espectacularmente dramáticas: una aguda concentración del ingreso y la riqueza en unas pocas manos.
Señálese que esas manifestaciones tan terribles no sólo prevalecen en México, sino también en todos los países de nuestra América, siendo Cuba la excepción, en donde la economía se sustenta sobre preceptos sociales ajenos a los del lucro.
Empero, en algunos países de Nuestra América los gobiernos de orientación liberal --de izquierda, en el espectro ideológico-- enfrentan con valentía a las fuerzas del conservadurismo, aliadas, desde siempre, a intereses extranjeros.
Esos intereses fueron, en el siglo XIX, los de las potencias coloniales --España y Portugal, el caso de Nuestra América-- y en el siglo XX y hasta la fecha los de una potencia neocolonial de gran alcance, Estados Unidos.
II
La hegemonía estadunidense --identificada en ciertos círculos como imperialismo-- es, a diferencia de la española décimononica (y desde 1492), compleja, alambicada tecnológicamente y con una sofisticación recursiva difíl de enfrentar.
Para empezar,el imperialismo estadunidense tiene varias vertientes de acción:
1) Los cómplices históricos: el conservadurismo latinoamericano que, en México se representa por ahora en los partidos de Acción Nacional y Revolucionario Institucional.
2) Los grandes consorcios trasnacionales que, en México, dominan todos los aspectos de la economía, desde la planificación hasta el mercado, pasando por la banca y las finanzas y la producción y el control de las fuerzas productivas o laborales.
3) Las organizaciones como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y otras que determinan desde Washington las premisas y los parámetros de la planificación económica y las políticas del Estado en materia de administración pública y economía.
4) La cesión unilateral de las potestades constitucionales del Estado mexicano a favor del llamado sector privado y, en esa vena, de los grandes consorcios trasnacionales cuyos propietarios son accionistas estadunidenses o españoles.
III
Esa realidad mexicana --tan brutal-- persiste todavía en Nuestra América, pero en algunos países como Venezuela, Bolivia y, en menor grado, Argentina, se despliegan enormes esfuerzos por revertirla por la vía pacífica y, así, mediante la ley.
Los gobiernos de los países ya mencionados, así como los de Nicaragua y Brasil,están empeñados en una lucha por desasirse del yugo del imperialismo estadunidense y sus cómplices los conservadores locales.
Ello tiene un equivalente moral: es como si se librara una nueva guerra de independencia. Los gobiernos citados tratan de que el país sea propio, no de los consorcios trasnacionales --el imperio-- y sus cómplices locales.
En esa lucha de independencia --rescatar los patrimonios nacionales-- el Presidente Kirchner sigue, con el acuerdo de los demás mandatarios de los países aludidos, una vía incluyente. Es decir, incluir también a México en esta lucha de independencia.
Por ello, la visita del mandatario sudamericano es importantísima, pero le plantea un enorme dilema al Presidente Felipe del Sagrado Corazón de Jesús Calderón: su compromiso ideolóico precisamente con el conservadurismo cómplice del imperialismo estadunidense.
Potestades: facultades.
Recursiva: que usa y tiene muchos recursos de toda clase, desde los políticos y culturales hasta los científicos y tecnológicos.
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