Sin recuperarse aún, el IMSS pretende darlo de alta y niega informes clínicos, denuncian
Hija del electricista que fue atacado y dejado en coma por policías oaxaqueños responsabiliza a Felipe Calderón y a Ulises Ruiz "de cualquier cosa que pudiera pasarnos"
EMIR OLIVARES ALONSO
Un sentimiento de "rabia e impotencia" es el que la familia de Emeterio Merino Cruz tiene desde el pasado 16 de julio, luego de que éste fue agredido por policías en Oaxaca, quienes le causaron daños que lo dejaron en estado de coma. "La única manera en que estaremos conformes será cuando castiguen a los agresores de mi padre y cuando nos lo entreguen íntegro y sano, como estaba", demanda Nerly Cruz.
En entrevista para este diario, Nerly denuncia que, a pesar de que el estado de salud de su padre todavía es delicado, los médicos del hospital de especialidades del Instituto Mexicano del Seguro Social en la entidad informaron a sus familiares que este martes el paciente podría ser dado de alta.
La joven, de 17 años y estudiante de bachillerato, asegura además que los directivos de ese nosocomio niegan información sobre el estado de salud de Emeterio a su familia, con el argumento de que el gobierno del estado debe autorizar la entrega.
"Al ver así a mi padre no podemos sino sentir tristeza, rabia e impotencia por el enojo que nos ha causado la agresión que sufrió. Si él estuviera en el hospital al borde de la muerte por alguna enfermedad se superaría y aceptaría más fácilmente; pero lo maltrataron, sufrió y con ello sufrimos toda su familia", refiere.
Luego de varios días en el hospital, Emeterio (quien al momento de su captura se le vio caminando por su propio pie, terminó en el hospital debido a la golpiza que policías ministeriales le propinaron) logró salir del estado de coma, pero el diagnóstico todavía es reservado.
Recuperación parcial
Nerly afirma que aunque está consciente, todavía no puede hablar y se sigue alimentando y evacuando mediante sondas. "Los médicos nos dijeron que si mi padre hubiese llegado dos minutos más tarde al hospital habría muerto, ahora su diagnóstico es estable, pero lo más que ha hecho es salir del coma, sicológicamente está mal, por las noches se despierta con angustias, no nos responde nada aunque sí nos reconoce".
Al enterarse del enfrentamiento que se presentaba el pasado 16 de julio en las inmediaciones del cerro del Fortín, en Oaxaca, entre fuerzas policiacas y la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), Emeterio y tres de sus hijos salieron en busca de su esposa, Fidela Lorenza Franco Barroso, integrante de la sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, quien participaba en la manifestación contra la Guelaguetza organizada por el gobierno estatal.
"Mi madre participó en la Guelaguetza popular y se llevó a mi hermano menor, Cristo, de siete años. Pero cuando nos enteramos de la refriega todos salimos a buscarla; mi papá se fue directo del trabajo, él es electricista, plomero y albañil, fue allí donde lo detuvieron", expresa la joven.
Denuncia que su familia se ha sentido amenazada y hostigada por las autoridades, pues "nos han tomado algunas fotos", además de que hay varios policías vigilando a Emeterio en el hospital. Por ello, responsabiliza tanto al presidente Felipe Calderón como al gobernador Ulises Ruiz de la integridad física y sicológica de sus parientes y su padre.
"De las autoridades no esperamos nada, exigimos justicia y castigo a los responsables de las agresiones a mi papá, y sobre todo, volver a verlo íntegro. Culpo de esa agresión a Calderón y a Ulises, además de cualquier cosa que pudiera pasarnos."
Confiesa que los familiares de Emeterio Merino sí sienten miedo ante cualquier otra amenaza, pero señala que lo enfrentarán porque su deseo es que los culpables de las violaciones a los derechos humanos en la entidad sean sancionados.
Critica la "falta de voluntad" del gobierno federal y que éste argumente que por respeto al federalismo no puede intervenir en el conflicto oaxaqueño. "Que Calderón no meta las manos para resolver el problema es una tontería: debe ver y entender el problema real de Oaxaca, que el primer paso para su resolución es que Ulises Ruiz se vaya.
"Cualquier persona consciente aunque no sea de la APPO sabe que hay un mal gobierno estatal que utiliza la represión, hace idioteces y se burla del pueblo. Ruiz ocupa un cargo que no merece, pues sabemos que él no ganó las elecciones, hubo fraude."
Ante la reciente visita de Amnistía Internacional a la entidad, los familiares de Emeterio se reunieron con la secretaria general de ese organismo, Irene Khan, a quien expusieron, afirma Nerly, que "mi padre no es ningún delincuente, no ha matado ni reprimido a nadie, el delincuente es el gobernador. Ruiz asegura que resolvió el problema del estado, pero la APPO y la sección 22 no es el único problema de Oaxaca; está la región loxicha, la trique, en Joquilla y Tecomulco; con esto se ve la incapacidad del señor y la ingobernabilidad que hay".
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