Mario Di Costanzo*
Felipe Calderón y su equipo de colaboradores manipularon y maquillaron las cifras económicas dadas en lo que han llamado Informe de gobierno, para presentar la imagen de un país donde todo marcha sobre ruedas y ocultar una realidad lacerante: la que día con día viven millones de mexicanos víctimas de la ignominiosa manera de hacer política que privilegian quienes detentan hoy fraudulentamente el poder en México.
Para corroborarlo, basta señalar que el mensaje estableció que desde el primero de enero a la fecha se habían generado 618 mil nuevos empleos, pero de acuerdo con datos del INEGI la tasa de desempleo en julio de 2007 fue de 3.95 por ciento de la población económicamente activa (PEA), la más alta de este año.
Por su parte las importaciones de materias primas y bienes de capital disminuyeron durante los primeros siete meses del año en 50 por ciento su tasa de crecimiento; la balanza comercial registró su mayor déficit en 13 años, al haber ascendido a 5 mil 800 millones de dólares; la actividad industrial tuvo un decremento de 7.1 a 0.1 por ciento; la construcción decreció de 7.8 a 1.1 por ciento; la industria manufacturera de 7.6 a 0.3 por ciento; electricidad, gas y agua de 5.0 a 2.1 por ciento... todos estos indicadores comparados con lo observado durante los primeros siete meses del año pasado.
Con respecto del mercado interno, Calderón manipuló también las cifras al no señalar que el mercado interno se está cayendo. Wall-Mart, la mayor cadena de tiendas de autoservicio, registró por primera vez desde la crisis de 1995 una caída en sus ventas.
En relación con el crecimiento económico, es importante destacar que mientras que la Cepal ha pronosticado un crecimiento de 3.1 por ciento para nuestro país durante este 2007, para el resto de América Latina proyectó un crecimiento del 5 por ciento.
Por su parte, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) nos ubican para 2007 en el lugar 19 de 19 países y en el 12 de 12 naciones, respectivamente, en lo que se refiere al crecimiento económico.
El propio Banco de México ha señalado que el crecimiento del producto interno bruto pasará de 4.8 por ciento en 2006, a sólo 3 por ciento para 2007, y éste puede ser revisado todavía a la baja.
Estableció que “se requiere lograr un crecimiento alto, sostenido y bien distribuido de la economía que redunde en mayores niveles de bienestar e ingreso”, en especial para los mexicanos más pobres.
Sin embargo, el país no cuenta con un plan para hacer frente a la disminución de la actividad económica y a la crisis inmobiliaria en Estados Unidos, el llamado presidente de la estabilidad y del empleo señaló: “Hoy le digo a los mexicanos que la única vía para crecer y generar empleos es la inversión: inversión pública, inversión privada, inversión nacional o global…”
Pese a lo anterior y de acuerdo con datos del Informe sobre Finanzas Públicas, al segundo trimestre del año la inversión realizada por el sector privado retrocedió a una tasa trimestral de 0.8 por ciento y la formación bruta de capital mostró una caída de 14.2 por ciento.
Del mismo informe se observa que al mes de junio de 2007, mientras que las finanzas públicas pagaron intereses por 118 mil 862 millones de pesos, la inversión física fue de sólo 105 mil 160 millones de pesos, cifra que representó un disminución real de 8.6 por ciento con respecto al año pasado.
Calderón también señaló que “no estamos dispuestos a volver a vivir otra crisis económica en el país”; sin embargo, en materia de estabilidad de precios, olvidó señalar que el incremento en la canasta básica ha sido casi de 30 por ciento y que el propio Banco de México ha alertado sobre el crecimiento de los precios en los alimentos.
Así, el costo de los principales alimentos de la canasta básica, como son el frijol, el huevo, la leche, el pollo y la tortilla, han registrado incrementos respectivos de 66.7, 47.5, 22.8, 19.7 y 33 por ciento, respectivamente.
Sin embargo, según él “hemos dado un apoyo especial a los productores de maíz, de frijol, de caña de azúcar, de leche, para fortalecerlos ante la inminente apertura comercial de sus productos”.
Refirió claramente que “dentro de esta agenda de competitividad es fundamental que abordemos con claridad las condiciones de competencia en el país y las circunstancias que la limitan”. Añadió que “México requiere mercados plenamente competitivos en todos los sectores, donde sea la libertad de los consumidores lo que decida en función del precio y la calidad”.
Desde luego omitió señalar que fue precisamente en este año cuando la Comisión Federal de Competencia reconoció que las instituciones bancarias que operan en el país ejercen un poder oligopólico y que la misma CFC perdió un juicio con Telmex, debido a que no pudo demostrar que esta empresa ejerce un monopolio en telefonía básica, aunque datos recientes muestran que controla el 95 por ciento de este mercado.
No mencionó que los legisladores del PAN han congelado la iniciativa sobre Ley de Precios Competitivos, presentada por el Gobierno Legítimo a través de los Senadores del FAP, y que tiene por objeto combatir a los monopolios.
En su mensaje Calderón señaló que el nivel de reservas internacionales del país alcanzó una cifra de 71 mil millones de dólares (781 mil millones de pesos); lo que olvidó establecer es que ese nivel de reservas internacionales es equivalente a la deuda de nuestro país tan sólo por concepto del Fobaproa (743 mil millones de pesos), y que también estas reservas internacionales, sólo representan el 23 por ciento de la deuda total de la economía mexicana, que al mes de junio de 2007 es de 3.33 billones de pesos.
*Secretario de la hacienda pública del gobierno legítimo
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