Ricardo Monreal Avila
Enero: La "cuesta de enero" será el precipicio para la economía familiar popular. El incremento en los productos de la canasta básica podría alcanzar el 35 % promedio en un año. En contraste, el salario mínimo habrá registrado un aumento del 5 %. Será la pérdida de poder adquisitivo más pronunciada en un año, desde la crisis de 1995.
Febrero: Inicia el calendario electoral con comicios para ayuntamientos y congresos locales en Baja California Sur y Quintana Roo. Habrá elecciones en cinco entidades durante 2008, ninguna será para gobernador. En total, se disputarán 345 cargos de elección popular: 194 ayuntamientos y 151 diputados locales. Son entidades gobernadas por el PRD (Baja California Sur y Guerrero) y por el PRI (Quintana Roo, Nayarit e Hidalgo). Se estima que sigan en poder de estos partidos, por lo que podría haber otro año electoral malo para el PAN.
Marzo: El ciclo de cosechas de maíz, frijol y trigo nos dirá qué tanto perjudicó la entrada en vigor del capítulo agropecuario en el TLC, el último de los sectores protegidos arancelariamente. Otras ramas resentirán su desplazamiento por el avance del dragón chino, tanto en Estados Unidos como en México. Es el caso de las industrias textil y del calzado, que ya registraron las primeras manifestaciones de empresarios y trabajadores exigiendo medidas de protección, como aconteció con los zapateros de León, Guanajuato. Renovación de la dirigencia nacional del PRD.
Abril: Con alrededor de tres mil víctimas directas, 2007 fue el año de mayores narcoejecuciones en una década. El más alto también en militares y policías caídos. Las víctimas indirectas (familiares de los ejecutados y desaparecidos) se evidenciarán como un costo social colateral de esa guerra. Los costos económico y fiscal de la misma serán otras variables a considerar en la estrategia (fallida) seguida hasta ahora. Se prevé la aprobación de la Iniciativa Mérida en el congreso norteamericano, pero con mayores condicionantes para el gobierno de México.
Mayo: Desigualdad, pensiones y cartera vencida son también temas del 2008. El mayor gasto social no se traduce en menor desigualdad porque la solución no es única, ni exclusivamente más presupuesto público. Tiene que ver con la pérdida del poder adquisitivo de los salarios, con la educación de mala calidad, con la mala distribución de los bienes públicos (como la impartición desigual de la justicia y la salud) y hasta con los efectos económicos de los desastres naturales. La expansión subsidiada de nuestra clase media tendrá repercusiones en el crecimiento de la cartera vencida por créditos al consumo.
Junio: El Bicentenario de la Independencia es otro motivo de contraste y diferenciación entre el gobierno de la Ciudad de México y el gobierno federal. El primero busca reivindicar la figura de Francisco Primo de Verdad y Ramos y el papel precursor del entonces ayuntamiento de la Ciudad de México en la independencia de la Nueva España. De esta forma, Marcelo Ebrard se adelantaría año y medio al gobierno de Felipe Calderón en los festejos del Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución Mexicana.
Julio: El tema educativo será impostergable. Tanto las evaluaciones internacionales como las nacionales (oficiales y privadas) hablan de focos rojos. Nuestros hijos están reprobados frente a los estudiantes de otros países, con los cuales habrán de competir en el futuro inmediato por mejores oportunidades de vida en una economía globalizada. No es un problema de presupuesto, pedagógico o cultural. Es un problema político: la alianza electoral de Felipe Calderón con un sector del magisterio oficial que impide una sacudida a fondo en el sistema educativo.
Agosto: El ocho del octavo mes del año 2008, a las ocho de la noche, arrancan los Juegos Olímpicos en China, por vez primera en este país y por segunda ocasión en un país con régimen comunista. Una forma de recordarnos que China es de los pocos países que seguirán creciendo al doble que el resto del planeta, es decir, al 9 % cuando el promedio mundial en 2008 será de 4.8 %, según el FMI. Como en cada Olimpiada, México estará esperanzado a que las hazañas deportivas vayan más allá de Lorena Ochoa o la Sub-17.
Septiembre: Apertura de sesiones ordinarias del Congreso de la Unión y última oportunidad para el gobierno federal de promover reformas constitucionales o de leyes secundarias, antes de la jornada comicial del 2009, cuando los acuerdos legislativos serán difíciles en razón de la competencia política y electoral. El proyecto de privatizar el petróleo (siempre negado, pero nunca desterrado de la agenda legislativa de la última década) podría ser impulsado por el PAN..., si el PRI y el PRD se dejan.
Octubre: Temporada de huracanes, ciclones e inundaciones. Cada año, más frecuentes e intensos. Consecuencia del cambio climático, sí. Pero también de la negligencia y depredación ecológica criminal. Nuestro país está considerado entre los que podrían verse severamente afectados por el calentamiento global, si no se adoptan medidas correctivas y preventivas radicales, tanto en el uso del agua, como en la conservación de bosques y calidad del aire. Las inundaciones en Tabasco fueron el primer aviso.
Noviembre: Elecciones presidenciales en Estados Unidos. Los hispanos, primera minoría étnica consolidada, podrían ser el fiel de la balanza en el probable caso de una competencia cerrada. El tema migratorio estará en el debate, al mismo nivel que la seguridad y el empleo. Si los hispanos --y de manera especial los mexicanos--convencen de que son una solución, no un problema, para las prioridades económicas y de seguridad de los Estados Unidos, será su elección.
Diciembre: Primer año de las reformas constitucionales del actual gobierno. Momento para evaluar si la reforma fiscal aportó lo esperado, si la reforma de pensiones del ISSSTE mejoró la seguridad social de los empleados del gobierno, si la reforma de justicia y seguridad hizo bajar la violencia en el país y preparación de los primeros comicios federales en un nuevo marco legislativo, en el que se esperan elecciones de mejor calidad, menor costo y mayor legitimidad que las presidenciales del 2006. A ver si es cierto.
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