Buen día tenga Doña Manú donde quiera que esté,
A pesar de vivir en Canadá desde hace 12 años con mi familia sigo empapándome de la realidad de mi país día con día. Puesto que soy enemigo declarado de la televisión, es básicamente el Internet el vehículo que utilizo para seguir en contacto con México, preferentemente por medio de la radio y prensa.
Me parece haberle enviado en cierta ocasión, hace varias semanas, un correo en relación a la buena opinión que usted vertió de Carlos Loret de Mola en alguno de sus artículos sabatinos. Lamentablemente no encuentro copia de ese mensaje que según yo le envié. En aquella ocasión yo le comentaba que mi opinión sobre ese señor era diametralmente opuesta a la suya. Él se encargó de quitarme la venda de los ojos después de haber escuchado una entrevista en la W, justo en el periodo comprendido entre el 6 de julio y septiembre (no recuerdo la fecha exacta) en la que el Tribunal Electoral falló a favor del que actualmente se encuentra en Los Pinos. El señor Loret de Mola en todo momento interrumpió a López Obrador, le endilgó cuanto adjetivo le vino en mente, expuso ideas propias como si fueran las ideas de AMLO y en pocas palabras lo representó como si fuera un peligro para México ante sus radioescuchas entre los que yo me encontraba hasta ese último día en que dejé de serlo.
Sin saber de lo que se trató la entrevista en la que se encontraron nuevamente los personajes arriba mencionados anteayer pero ahora frente a las cámaras y ante la babeante audiencia televisiva, la misma que tiene un nivel educativo de 0.6 % (cualquier cosa que eso signifique), le comenté a mi esposa que fue un error el de López Obrador el haber aceptado ir a las instalaciones marrulleras de Televisa.
Fue hasta ayer en la mañana cuando me enteré de algunos pormenores de susodicha entrevista al escuchar a Jorge Saldaña en ABC Radio y leer a Julio Hernández López en su columna de La Jornada.
Le envió esta misiva simplemente para decirle lo siguiente. Mi esposa sufre desde hace 3 años de una depresión mayor. Tiene altibajos constantes en su enfermedad y ahorita está sumida en uno de esos periodos de oscuridad, miedo y llanto que padece. Cada vez que se encuentra en estas condiciones buscamos con desesperación la posibilidad de regresar a México pero al leer los comentarios que aparecen al calce del video que usted puede ver en el siguiente vínculo...
http://www.youtube.com/watch?v
...francamente me llena de terror y pavor regresar a lo que alguna vez fue mi país y hogar. Me pregunto qué demonios han hecho con él. Lo dejamos cuando Zedillo y sus compinches neoliberales lo devastaron pero el grado de polarización al que lo ha sometido la ultraderecha es inaudito. Yo le digo una cosa, si AMLO hubiera llegado a ser presidente, no dudo ni tantito que en este momento nuestro país estaría en llamas. Ya habríamos vivido a estas alturas otro Pinochetazo a la mexicana. ¿Cuántos Zehnli Ye Gons habrá en el país a quienes los mochos que hoy gobiernan a México habrán armado hasta los dientes con dinero malhabido y portamisiles para armar una revolución?
No podemos permitir que personajes como Carlos Loret de Mola, tititiretero de los no pensantes, sigan haciendo una podredumbre de nuestro país solo porque él y sus patrones tienen intereses particulares.
Es curioso, pero horas antes de la entrevista antes mencionada, le envié a mis amigos un correo que ahora le anexo, el cual estaba basado en algunas ideas expuestas en su columna del pasado sábado, "Nosotros, los idiotas". Es como si hubiera sido un presagio de lo que iba a pasar.
¡Que Dios la bendiga!
Víctor Pérez
Fiel lector de su columna
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