Conjeturas
Alvaro Cepeda Neri
Los panistas calderonistas velan armas. En un acto de acarreados, al viejo estilo del priísmo antiguo, su dirigente nacional Germán Martínez (luciendo un estómago de quien, además de bien comido, está por ingresar a los millones de obesos del país), se desgañitaba queriendo entusiasmar a los llevados al acto.
No sé qué tienen los calderonistas en sus cuerdas bucales que, empezando por el inquilino de Los Pinos, o no vocalizan antes de hablar en público o su mal es congénito. Pronuncian dos o tres palabras de corrido y los “gallos” se les atraviesan a cada rato. Así, Germán no dejó de que la voz se le fuera apagando a lo largo de su perorata.
Los panistas, dicen, quieren un “Congreso azul” y un “PEMEX azul”. Pero ya entrados en visiones, aseguran que van por las gubernaturas de Sonora (ésta sí es probable); Nuevo León, San Luis Potosí, Campeche (los Mouriño tienen su candidato); Querétaro y Colima. No se han dado cuenta que van a la baja. Han perdido carisma desde que el bribón de Fox dejó su estela de corrupción y mal gobierno.
Este saldo más dos años de ineficacia y su todavía cuestionado ascenso al cargo, han pesado sobre Calderón. Y su combate militar al narcotráfico no ha dado resultados. Pues como dijo Medina Mora, el titular de la PGR: “parece que vamos perdiendo, pero vamos ganando”.
Germán Martínez, quien aspira a ser el sucesor, al menos en la candidatura de Acción Nacional por la Presidencia de la República (sus diferencias con Mouriño van en aumento) gritó en su mitin que el PAN nada le debía al PRI, en referencia a los constantes reproches de que sin el PRI los panistas y, sobre todo, los calderonistas, no se habrían sostenido en el poder, empezando porque ni Calderón hubiera tomado su atropellada posesión. Y durante dos años, los priístas han apoyado a los panistas. En una palabra: el PAN le debe al PRI la vida política.
Nada le deben al PRI, dijo Martínez, eufórico, pero a sabiendas de que miente. Empero, demandó el apoyo priísta para la contrarreforma energética. Lo del priismoempanizado se remonta al sexenio salinista (su protagonista CSG ha vuelto al escenario). Pero hoy como nunca está presente. Sin el PRI, el PAN de Calderón y Martínez no estuviera como está: sin problemas de sostenerse en el poder con una mayoría de sus integrantes sin idea de la administración pública, aunque sean duchos en la privada y listos para los negocios.
El PRI ha facilitado la gobernabilidad y el país más o menos mantiene su estabilidad. Esto sin descontar que tenemos una crisis política larvada. Y que la crisis económica apenas empieza con el aumento del desempleo y los precios al alza con estancamiento de la producción.
Pero sin el PRI, el PAN no hubiera sobrevivido. A la mejor hasta estaríamos en vísperas de nombrar a un presidente interino o sustituto. Don Germán está contra el PRI, pero quiere el apoyo del PRI y este partido bisagra apoyará al PAN hasta donde le convenga. Así es la política de las transacciones.
cepedaneri@prodigy.net.mx
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