“Igualitito” que en el resto del país

Ricardo Andrade Jardí

“Igualitito” que en el resto del país, donde la impunidad corrupta permite decenas de ejecuciones por día, mafiosos narcotraficantes dando clases de degradación y tortura a policías y paramilitares, “góber precioso” ligado a las redes de violadores sexuales de niñas y niños, asesinos impunes de maestros, estudiantes y periodistas (gobiernos de Oaxaca y Estado de México), criminales panistas de lesa humanidad destructores de obra artística y archivo histórico que cobran con impunidad absoluta como funcionarios priístas en Yucatán, segundas esposas de ex presidentes que saquean el país junto con sus hijos, usureros especuladores de la miseria económica que lucran con los derechos laborales, fraudes, robos, deudas privadas convertidas en públicas, usurpadores ladrones que “escriben libros estúpidos”, clérigos abusadores de niños, conservadores moralistas con millonarios apoyos públicos para comprar lencería erótica en su cruzada contra el derecho de la mujer a decidir sobre su propio cuerpo, programas públicos federales para beneficio de corruptos funcionarios y funcionarias estatales, comités deportivos que dopan a sus deportistas; en fin una gama de cretinos cobijados por los poderes telecráticos de facto, que son incapaces de hacer política sin pensar en el negocio privado, o para ser exactos en su privado negocio, cobijados por la mediocridad y la impunidad corrupta del sistema.
Las autoridades “neoliberales de izquierda” en el D.F., asumen las consecuencias de sus elecciones y ante las recomendaciones de la estatal Comisión de Derechos Humanos, acepta la renuncia de los altos mandos, que por omisión o entrampados dejaron que un grupo de analfabetas funcionales, en vestuarios policíacos, irrumpieran en un antro, que en un Estado de Derecho jamás habría tenido permisos de operación por no cumplir con los más elementales estándares de seguridad, asesinando a poco más de una decena de jóvenes que se encontraban en el mismo, “igualito” que en el resto del país, el Jefe de Gobierno del D.F., decide actuar políticamente, como se espera de un político, con el que podemos o no tener simpatías, y acepta la renuncia de su jefe de policía y de su procurador general, ante las inconsistencias de un evento que jamás debió suceder.
Puede ser, que Joel Ortega y Rodolfo Félix Cárdenas, jefe de la policía y procurador capitalinos, no sean los responsables directos de lo sucedido en la “discoteca” News Divine, de la Gustavo A. Madero, puede ser que se tratara hasta cierto punto de un operativo planeado con alevosía para poner a Marcelo Ebrard, gobernador del D.F., en aprietos ante su apoyo incondicional al Presidente Legítimo (AMLO) y su promovida Consulta Popular con relación a la reforma energética y la defensa del petróleo, lo cierto, y hay que reconocerlo, es que el D.F., gobernado por lo más cercano que tenemos a una “izquierda” en México, vuelve a ser un ejemplo de ética (o lo más cercano a ésta) política; Marcelo Ebrard es quizás el único gobernante de nuestro corrupto país que es capaz de escuchar un informe elaborado por una comisión de derechos humanos y asumir con su gabinete la “responsabilidad” de su gobierno. Marcelo Ebrard se ha visto obligado, ante el dolor de las familias de las víctimas con las que la telecracia y el usurpador amigo de las moscas no han tardado en lucrar, en asumir las consecuencias de un acto del que en realidad no es responsable directo, se ha visto obligado también a quitarse de su lado a dos colaboradores (buenos o malos), para él y la ciudad, importantes, ahora vendrán los nuevos nombramientos que serán, porque la ley del D.F. así lo demanda, elegidos no por los representantes electos por los ciudadanos de la capital, sino por el desgobierno usurpador, que está ya urgido de militarizar el más importante centro de resistencia civil contra su desgobierno impostor. Para Ebrard es un golpe político con dos vertientes, a favor de la “democracia”, en una ciudad que aún no tiene derechos plenos, y contra la impunidad, como regla en el resto del país… para la ciudad es un golpe militar que ya ha costado la vida a más de una decena de jóvenes, es el inicio de lo que será la represión, que el imperialista Plan México (iniciativa Mérida) implementará en México, el primer golpe está dado, en el corazón mismo de la resistencia civil pacífica. Alerta ciudadanos, la reacción ha empezado la guerra, detengámosla ahora que aún hay tiempo, mañana será muy tarde.