viernes, julio 04, 2008

Pemex contrata deuda en paraísos fiscales

Nancy Flores
Contralínea

En su calidad de secretario de Energía y titular del Consejo de Administración de Pemex, Felipe Calderón conoció las multimillonarias líneas de crédito que Petróleos Mexicanos obtuvo, el sexenio pasado, en paraísos fiscales. Al tiempo, el ahora presidente de México avaló la operación de una empresa offshore para “capitalizar” en mercados internacionales el paquete accionario que la paraestatal mexicana posee de la petrolera española Repsol YPF

De 2000 a 2006, Petróleos Mexicanos (Pemex) contrató deuda por más de 18 mil millones de dólares y 3 mil 100 millones de euros en paraísos fiscales; dos de las 29 operaciones hechas en Luxemburgo e Islas Caimán fueron conocidas por el ahora presidente Felipe Calderón Hinojosa, entonces en su calidad de secretario de Energía. Todas carecen de respaldo documental, reconoce la empresa estatal más importante del país.

De acuerdo con la Gerencia de Financiamientos y Análisis de Mercado, de la Dirección Corporativa de Finanzas, Pemex desconoce el origen y el destino específico de los multimillonarios recursos obtenidos en dichos paraísos fiscales, por líneas de crédito, pese a que éstos constituyen deuda pública.

Por medio de la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, la paraestatal admite que el dinero es invertido en proyectos de impacto diferido en el registro del gasto (Pidiregas); sin embargo, justifica que la contratación de deuda la hacen terceros: Pemex Funding Master Trust, Pemex Finance, Ltd, y RepCon Lux.

Dichos “vehículos financieros” –aunados al Pemex Capital, Inc, y al F/163– fueron constituidos por Petróleos Mexicanos para emitir instrumentos de deuda en operaciones de mercado de capital, créditos sindicados con la banca comercial, créditos bilaterales de la banca comercial y créditos garantizados por agencias de crédito a la exportación, indican los reportes anuales de la paraestatal de 2003 a 2006.

Master Trust
En 1998 Pemex constituyó en Delaware, Estados Unidos, el fideicomiso Pemex Project Funding Master Trust, que tiene por objeto financiar Pidiregas. Entre sus operaciones sobresalen las colocaciones crediticias que hizo de 2000 a 2006 en el mercado de Luxemburgo, considerado entre los principales paraísos fiscales y judiciales de Europa, al igual que Suiza, Irlanda, Mónaco y Bélgica.
Por su laxitud fiscal, en América la entidad estadunidense Delaware y las Islas Caimán mantienen esta misma condición; Singapur, en Asia; Dubai, Líbano e Israel, en el Medio Oriente, y estados del Golfo Pérsico también son catalogados como territorios con impuestos bajos o inexistentes y vigilancia mínima, lo que propicia relaciones comerciales de los shell banks (bancos de parapeto) y las empresas offshore (international bussines corporation o sociedades fantasma).
En el sexenio pasado, el Master Trust obtuvo 29 créditos en la Bolsa de Valores de Luxemburgo que ascienden a 16 mil 848 millones 240 mil dólares, 3 mil 100 millones de euros, 30 mil millones de yenes y 400 millones de libras esterlinas, revela el Reporte anual 2006.
Dos de estas operaciones se realizaron durante la gestión del presidente Felipe Calderón Hinojosa en la Secretaría de Energía y en la titularidad del Consejo de Administración de Pemex: la primera por 500 millones de dólares, registrada como Guaranteed Floating Rate Notes due 2009 y hecha el 15 de octubre de 2003, y la identificada como 7.50% Notes due 2013, realizada el 7 de noviembre de ese mismo año por 150 millones de libras esterlinas.
Pese a los montos y los riesgos de blanquear dinero que conllevan las operaciones en paraísos fiscales, la Gerencia de Financiamientos y Análisis de Mercado de Pemex declara que la documentación comprobatoria del origen y destino del dinero es inexistente.
“Después de una exhaustiva búsqueda de la información solicitada en los archivos de trámite y de concentración de la unidad administrativa, ésta no fue encontrada, en razón de que Pemex en ningún momento ha obtenido recursos del Pemex Project Funding Master Trust. Los recursos obtenidos por el fideicomiso se canalizan directamente al financiamiento de los proyectos de infraestructura diferida de largo plazo, Pidiregas”, dice en la respuesta a las solicitudes 1857200014008, 14108 y 14208.
Pemex Finance
Petróleos Mexicanos utiliza un segundo “vehículo financiero” para adquirir deuda en los mercados internacionales, sin saber el origen de la misma. Se trata del Pemex Finance, Limited, creado el 18 de noviembre de 1998 por Petróleos Mexicanos en Islas Caimán.
La capitalización de esta empresa “privada” se cubrió con recursos públicos por 714 millones 750 mil dólares, erogados en calidad de “préstamos subordinados”, pese a que ni la ley orgánica ni el reglamento interno de la paraestatal la facultan para ello (Fortuna. Negocios y Finanzas, 28, mayo de 2005).
El Reporte anual 2005 indica: “Desde el 1 de diciembre de 1998, Pemex, Pemex Exploración y Producción (PEP), PMI Comercio Internacional y PMI Services, BV, han celebrado varios acuerdos con Pemex Finance”, para que ésta adquiera ciertas cuentas por cobrar existentes y a futuro de PMI, generadas por la venta de petróleo crudo Maya a clientes designados en Estados Unidos, Canadá y Aruba.
El informe agrega que “los recursos netos obtenidos por PEP de la venta de esas cuentas por cobrar, conforme a los contratos, se utilizan para los gastos de inversión de Pidiregas. Pemex Finance obtiene recursos para la adquisición de esas cuentas a través de la colocación de instrumentos de deuda en los mercados internacionales”.
Desde su constitución y hasta 2005, ejercicio en el que la petrolera consolida esta empresa como su subsidiaria, se le reconoce un adeudo por 2 mil 300 millones de dólares de capital total de los bonos con vencimientos entre 2007 y 2018 y tasas de interés entre el 8.02 y el 10.61 por ciento, así como dos series de bonos de tasa variable.
Acerca de las personas físicas o morales que han otorgado los millonarios montos invertidos en la infraestructura de la paraestatal, ésta argumenta: “Después de una exhaustiva búsqueda de la información solicitada en los archivos de trámite y de concentración de la unidad administrativa, la misma no fue encontrada, en razón de que Pemex no ha obtenido recursos de las operaciones de la empresa Pemex Finance, Ltd, en los mercados internacionales, desde su creación y hasta la fecha”.
Asimismo, agrega en la respuesta a la petición 1857200022508, “se hace notar que Pemex Finance es una empresa privada sobre la cual Pemex no tiene control corporativo”.
El Reporte anual 2005 revela que la empresa –facultada para adquirir deuda pública en nombre de los activos de Petróleos Mexicanos– es controlada por BNP Paribas Private Bank y el Trust Cayman Limited. Según el documento oficial, la participación de la paraestatal se reduce a un contrato de opción de compra del ciento por ciento de las acciones de Pemex Finance, signado el 1 de julio de 2005 entre ésta y las dos instituciones financieras.
RepCon Lux
Las operaciones de Master Trust y de Pemex Finance no son las únicas sobresalientes: el Informe de la revisión y fiscalización superior de la cuenta pública 2006, elaborado por la Auditoría Superior de la Federación (ASF), revela que, al manejar RepCon Lux, Petróleos Mexicanos ha incurrido en supuestas irregularidades.
El 14 de noviembre de 2003, Stiching Pemex Lux –una de las empresas offshore propiedad de la paraestatal– y TMF Corporate Services, SA, constituyeron dicho “vehículo financiero” en Luxemburgo, con el objeto de capitalizar 58 millones 679 mil 799 acciones de Repsol YPF, propiedad de la paraestatal mexicana. Entonces, Felipe Calderón presidía el Consejo de Administración de Petróleos Mexicanos y encabezaba la Secretaría de Energía, cargos que detentó de septiembre de 2003 a mayo de 2004.
De acuerdo con el documento, en sesión ordinaria del Consejo de Administración de Pemex, el 10 de diciembre de 2003 “los consejeros se dieron por enterados de que dicho mecanismo (RepCon Lux, destinado a la monetización de las acciones de Repsol y autorizado por el consejo el 14 de agosto de ese año, mediante el acuerdo CA-380/2003) se instrumentó a través de la emisión de un bono convertible por un monto total de 1 mil 373 millones 738 mil dólares (que equivalen a 15 mil 474 millones 884 mil pesos) intercambiable por las acciones de Repsol YPF, SA”.
Un día antes, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público –entonces encabezada por Francisco Gil Díaz– autorizó a Pemex otorgar su “garantía solidaria” a dicho “vehículo financiero” para emitir el bono convertible en acciones de Repsol. La operación se concretó en enero de 2004 y se pactó con vencimiento a enero de 2011.
Según la ASF, “al 31 de diciembre de 2006, el valor de mercado de las acciones de Repsol era de 34.58 dólares por acción, por lo que la participación accionaria involucrada en esta operación tenía un valor de 2 mil 29 millones 147 mil 700 dólares, equivalentes a 22 mil 67 millones 992 mil 500 pesos”; esto es 655 millones 409 mil 700 dólares menos de lo que se obtuvo con la emisión del bono.
El dinero obtenido se distribuyó de la siguiente forma: 832 millones 908 mil 100 dólares se usaron para pagar los swaps (créditos) de activos contratados en 1994, por 40 millones 107 mil 485 acciones; 526 millones 779 mil dólares al gasto programable de la paraestatal, entonces comandada por Raúl Muñoz Leos, y 13 millones 737 mil 400 dólares para el pago de la comisión por la colocación del bono.
Además, parte de los recursos fueron triangulados a dos de sus empresas offshore: PMI Holdings, BV, recibió 305 mil 300 dólares por las 14 mil 700 acciones de Repsol YPF adquiridas previamente en su nombre y Pemex Internacional España, SA, obtuvo 8 mil 200 dólares por las 395 acciones que poseía.
Para recuperar la titularidad de las acciones de Repsol, su principal cliente en Europa, Petróleos Mexicanos tiene dos opciones, según la ASF: recomprar anticipadamente el bono, para lo cual tendría que pagar como mínimo un costo de oportunidad por 412 millones 121 mil 400 dólares; que los tenedores del bono ejerzan su opción de convertirlo anticipadamente, lo que representaría un sobrecosto aproximado de 697 millones 72 mil 100 dólares.
Respecto de esta operación, el máximo órgano de fiscalización en México presume irregularidades, por lo que solicita a la Secretaría de la Función Pública que, mediante sus órganos internos de control, inicie los procedimientos administrativos para fincar posibles responsabilidades administrativas sancionatorias contra los funcionarios involucrados.
En el caso de Hacienda, las indagatorias se centrarán en los servidores que autorizaron a Pemex otorgar su garantía solidaria a RepCon Lux, “aún cuando esta operación no es deuda pública”. En el caso de Pemex, investigue a los funcionarios que omitieron realizar un análisis de los riesgos que implicaba el swap de activos, consistente en intercambiar el bono por las acciones, y a quienes realizaron los trámites necesarios para llevar a cabo dicha contratación, de la que se asignaron recursos al gasto programable de la paraestatal.
Contralínea solicitó, por medio de la vocera de Pemex, Gabriela Gallegos, entrevistas con los funcionarios responsables de las contrataciones de deuda y de operar los vehículos financieros. Hasta el cierre de esta edición, no hubo respuesta.

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