José Agustín Ortiz Pinchetti
Los éxitos de la resistencia, que son síntoma de la articulación del movimiento obradorista y la debilidad y contradicciones del gobierno de Calderón, están incitando a una campaña de calumnias contra AMLO y sus colaboradores. En varios periódicos “nacionales”, en la televisión y en la radio se está “sembrando” la acusación de que intentamos derrocar a Felipe. Esas denuncias no se sustentan en ningún hecho concreto. Son elaboradas por “plumíferos” inteligentes, bien pagados y colocados en posiciones estratégicas. Cuando la derecha y el gobierno quieren provocar una reacción de opinión pública coordinan esos ataques. Todo el mundo y sobre todo ellos saben que nuestro movimiento es pacífico. Que no hemos roto un vidrio ni lastimado a nadie. En contraste, las fuerzas de seguridad de Calderón han provocado dentro de la fallida guerra contra el narco más de 600 denuncias por violaciones a los derechos humanos contra la población rural. Estas campañas no deben asombrarnos. La política de comunicación de este gobierno, como el de Fox y el de la época del PRI, está sustentada en engaños, calumnias y medias verdades. Sorprende que un sector cada vez más amplio de la opinión pública las rechace a pesar de su poderío, reiteración y concertación. Esta resistencia ciudadana es síntoma del crecimiento de la conciencia pública.
Estos ataques son delitos, pero resultan impunes porque están protegidos por las instituciones gubernamentales. En una sociedad abierta y democrática estos francotiradores no podrían sobrevivir, pero México no ingresa todavía al concierto de las naciones democráticas.
Ni el que escribe esta columna ni ninguno de los colaboradores de AMLO están trabajando para el colapso del gobierno de Calderón. Quien está haciendo esa tarea es el propio Presidente ilegítimo y sus pésimos colaboradores. No son capaces de detener la decadencia del régimen. Calderón tendrá que enfrentar una crisis múltiple, económica, política y de seguridad pública, que repercutirá en una insurgencia social muy peligrosa que nosotros no estamos provocando. Nosotros nunca estaremos del lado de la violencia y del golpismo. Apostamos al crecimiento de la conciencia pública y a la organización popular con fines pacíficos. Esto es plenamente legal y éticamente responsable.
PD. Nueva canallada. Otra calumnia contra AMLO. Lo acusan de modo infame de burlarse de la muerte del niño Martí. Una campaña mediática de miles de mensajes. ¿Quién la financia? Nuestros adversarios están nerviosos.
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