PUNTO DE VISTA
POR: José Angel Miramontes Cordero
Esta Alianza se sustenta en 5 ejes rectores: Modernización de los centros escolares, Profesionalización de los maestros y de las autoridades educativas, Bienestar y desarrollo integral de los alumnos, Formación integral de los alumnos para la vida y el trabajo y, por último, Evaluar para mejorar. (http://www.sep.gob.mx/wb/sep1/alianzaporlacalidaddelaeducacion). Por cuestiones de espacio sólo me referiré en este documento a los dos primeros aspectos.
Sin duda, en el papel estos 5 ejes parecen impecables; sólo que en la práctica, en la realidad cotidiana a la que se enfrentan los maestros y las maestras de México, ah qué pelón está el cochi. Comenzando con las condiciones en que se encuentran la mayoría de los planteles educativos del país. Si en las zonas urbanas tenemos todavía escuelas con techos y paredes de lámina o de cartón, con mobiliario inadecuado, pisos de tierra, imagínense cómo están en las zonas marginadas. El testimonio de la profesora guerrerense Vanesa López es más que elocuente:
“Soy maestra. de una secundaria de la región montaña alta de Guerrero, radico en Chilpancingo, viajo 8 hrs. de mi casa al trabajo (…) en la mayoría de estos lugares las escuelas están construidas con adobe, paja, madera o debajo de los árboles, sin luz y ni la más mínima comparación a escuelas urbanas, y para acabarla, el acceso a medios de comunicación (teléfono, televisión, radio) es imposible (…)
Tiene razón la profesora. El uso de la tecnología educativa -aún a pesar de que este concepto comenzó a utilizarse en la década de los 50’s en otros países más avanzados-, a estas alturas en México todavía estamos, como se dice, en pañales. En la mayoría de las aulas de medios de las escuelas públicas los equipos de cómputo son insuficientes y obsoletos. Los docentes encargados de esos centros no son especialistas en la materia y, al carecer del perfil adecuado, hacen verdaderos milagros para atender su encomienda.
Es más, en muchas de las escuelas privadas del país, sobre todo, en esas que han proliferado como hongos en lo que va de los ocho años de gobiernos panistas y que la vox populli conoce como “patitos”, en no pocos casos adolecen no tan sólo de computadoras, sino hasta laboratorios de biología, física y química. Si alguien lo duda, basta con echarle una “inspeccionadita” a alguna de esas escuelas de la localidad para corroborar lo que aquí señalo. Salvo las de renombre, las demás están para llorar.
En cuanto a lo que los medios de circulación nacional, las autoridades y las cúpula sindical que encabeza, Elba Esther Gordillo, nos quieren vender como el quid del problema: la selección del personal docente de nuevo ingreso y la promoción de los que ya están en servicio, mediante exámenes y que pregonan como la panacea mediante la cual se resolverán los problemas del sistema educativo nacional, eso es una trampa que quieren que nos traguemos los maestros y la sociedad. ¿Por qué?
Por que se quiere culpar de todos los males en este renglón a los docentes. Y si este es rebelde, si no se deja, si sale a la calle a protestar exigiendo mejores condiciones para desempeñar su trabajo, por que la autoridad y el congreso otorguen mayor presupuesto a la educación y lucha por salarios más decorosos, con mayor razón lo tildan de revoltoso, de pelafustán, de holgazán y hasta de traidor a la patria. Nomás investiguen si el docente en las mismas escuelas “patito” tiene, ya no digamos salario decoroso sino, seguro social o issste -ni a hospitalito llega- y aguinaldo. Es una explotación voraz en la que ni las manos puede meter por que no hay nadie que lo defienda. Los dueños de los colegios particulares, muy católicos y todo lo que sea, pero ah qué pesados están en lo tacaño. Y el sindicato, bien gracias. Si este es quien lo está acuchillando con esta alianza de marras.
Con esto no quiero eximir de la responsabilidad que le corresponde al maestro ya que, hay que entenderlo, este es parte de todo un sistema en el que también juegan su papel las autoridades educativas nacionales y estatales, los padres de familia y la sociedad en su conjunto. Ah pero si el alumno reprobó, el maestro tiene la culpa. Si en los indicadores de la OCDE el país ocupa los últimos lugares en Ciencias, Español y Matemáticas, al que hay que colgar es al profesor. Momento señores, hay que ver el bosque, no sólo el árbol.
Por eso digo que todo esto es un falso debate ya que resulta paradójico que hoy que se discute elevar la calidad de la educación, el presidente solicite al Congreso un incremento para el año 2009 del 1.5 por ciento en comparación con este 2008 –ni tan siquiera equiparable con el índice inflacionario del año que corre- y pretenda otorgar un aumento de casi un 50 por ciento en materia de seguridad. Cuando está comprobado que no hay mejor inversión que la que se hace en educar a un pueblo.
Lo que indigna a muchos trabajadores de la educación es que esos acuerdos sean firmados a su nombre por alguien que desde hace varias décadas no sabe lo es tomar en sus manos un gis o un plumón. Por alguien que por muchos años no sabe lo que es hacer una planeación, elaborar un examen ni llevar la guardia o la tiendita en una escuela. Qué le importa a Elba Esther que los maestros egresados que aspiran a una plaza, muchos de ellos hijos de profesores que cuentan con el perfil requerido, anden ahora mendingando una oportunidad para ingresar al servicio.
A la “maestra” eso no le preocupa. A ella el gobierno federal ya le dio las plazas que necesitaba. Su yerno Fernando Sánchez, en la SEP. Sus amigos, Roberto Campa, Secretario Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad (aunque acaba de renunciar), Francisco Yáñez, flamante Director de la Lotería Nacional, Miguel Angel Yunez, la plaza de Director del ISSSTE y a ella, con la reforma de la Ley del Instituto, le dio el control del Fondo de Pensiones (Pensionissste), que por tres años forzosos jineteará los recursos que generosamente pondrá el gobierno federal en sus manos (algo así como 160 mil millones de pesos) sic.
Finalmente, el maestro, también de Guerrero, Octavio Pineda Giles, cuestiona: “¿Aceptará Vázquez Mota y Elba Esther someter a concurso sus cargos? ¿Aceptarán la aplicación de un examen de los que actualmente nos aplican a nosotros para ver si como roncan duermen?” Bueno, el tema da para más, mucho más, que espero tratar en los próximos puntos de vista.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario