jueves, noviembre 13, 2008

Columna Asimetrias.Gómez Mont

Por Fausto Fernandez Ponte

"No soy hombre de maniobras ocultas". Fernando Gómez Mont

I

Mientras se resuelve el enigma de las causales objetivas del desplome del avión en el que murieron Juan Camilo Mouriño y José Luis Santiago Vasconcelos y 12 personas más, el sucesor de aquél pondera prioridades.

En efecto. El nuevo secretario del despacho de Gobernación del Presidente de Facto, Fernando Gómez Mont, dijo en su primer día de trabajo que sus prioridades son los asuntos de seguridad y justicia.

Cabría señalar, a fuer de precisión semántica, que los asuntos de seguridad y justicia son, en realidad, de inseguridad e injusticia, pues ambos presiden sin duda alguna la vida nacional, la de los mexicanos.

Y es que regístrase cual evidenísima obviedad que lo que preocupa al pueblo de México no es su seguridad, sino su inseguridad –pública y social--; tampoco le preocupa la justicia, sino la injusticia.

Más el uso epiceno de los vocablos seguridad y justicia por parte del señor Gómez Mont y los personeros del Ejecutivo –desde Felipe Calderón hacia abajo-- y, en general, del Estado, es propio de un doble discurso.

Y el uso de un doble discurso –idioma dual— por los personeros del poder formal denota una psique meándrica y con recodos oscuros en el desarrollo mental de alguien dominado por los imperativos de otra realidad.

Dígase de otro estilo que esos personeros del poder actúan en dos planos de realidad, conformada uno de éstos por los vectores mismos de una lógica formal de Estado. El otro plano es el de la razón verdadera de Estado.

II

Ergo, la simulación. Por ministerio constitucional, la lógica weberiana de Estado es la de servir al pueblo. Pero el trasfondo verista --la razón marxista de Estado-- es la de que éste siempre ha servido y sirve al interés faccioso, de mafia del poder.

Ésta última es una realidad que bien podría describrse como hiperrealidad, tomando en cuenta que uno de los componentes del vocablo es el de hiper, que significa exceso, superioridad, pero no exageración ni hipérbole. En ésta misma vena defínase como realidad la existencia real y efectiva de algo, de la verdad, lo que ocurre verdaderamente, lo que es efectivo y tiene valor práctico, en contraposición con lo fantástico e ilusorio.

Lo ilusorio, sí. El señor Gómez Mont fue llamado a servir al interés de la facción ideológica y política a la que pertenece y que se ha distinguido por ejercer el poder para fines de un proyecto de país que causa más pobreza.

La faccionalidad del señor Gómez Mont es su investidura misma, la de secretario del Presidente de Facto, no secretario de Estado, figura que no existe aquí. Como secretario del Presidente, su función es clara.

Muy clara: está al servicio del Presidente de Facto en función de los intereses personales de éste y de los de carácter ideológico y político del mismo. Ello le exige a la facción control mayor del monopolio de la violencia legal.

III

Y la violencia legal –la del Estado—se emblematiza en la procuración de seguridad y justicia de la facción misma que controla el aparato estatal. ¡Qué lejos está la meta de poner fin a la inseguridad e injusticia sociales!

Así, las prioridades identificadas por don Fernando nada tienen que ver filosófica, ideológica y políticamente con la gobernación del país, pues ésta trasciende lo penal, que es el "forte" del recién llegado.

La gobnernación de un país demanda desprivilegiar la represión de las disidencias ideológicas y políticas y crear las condiciones sociopolíticas estables indispensables para el desarrollo del potencial colectivo.

Lo penal es especialidad del señor Gómez Mont como abogado exitoso. Su éxito débese a su acumen y recursividad habilidosa y también a su saber que la impartición de justicia en México tiene mucho de comercio. De compraventa.

En México, impartir (y procurar) justicia es objeto mercantil. La impartición es un bien caro en un mercado de postores inagotable. No son excepción los abogados cuya función es la de comprar fallos judiciales.

Y es que aquí, fiscales y jueces se venden ora por dinero, ora por consignas del poder, ora por prejuicios. El señor Gómez Mont conoce por experiencia propia esos menesteres de comprar sentencias favorables.

Y esas compras son necesariamente maniobras ocultas. Ningún abogado compra albedríos judiciales a la luz del día, a la vista, si no que lo diga el abogado icono putativo de don Fernando, Diego Fernández de Cevallos.

ffponte@gmail.com

Glosario:

Acumen: agudeza, perspicacia, ingenio.

Marxista: relativo o poerteneciente a Caros Marx, quien preconiza que el Estado es expresión de poder de una clase dominante sobre otras.

Meándrico: referente a meandro. Curvas en el curso de un río.

Weberiana: relativo o perteneciente a Max Wdeber, pensador alemám del siglo XIX, de enorme infkluencia en las concepciones del estado en Occidente.

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