Año 7, número 2478
Lunes 29, diciembre del año 2008
Como era de esperarse, así lo manifestamos apenas el día de ayer en este mismo espacio, la de por sí crítica situación entre Hamas y los israelitas, de nueva cuenta se ha agudizado; y hasta el día de ayer ante el generalizado repudio de la comunidad internacional ya se contabilizaban 280 muertos en la Franja de Gaza, la mayoría de ellos civiles y niños.
Y como si la situación no estuviera ya tomando forma para iniciar la recuperación de la economía norteamericana, que sabido es, no podrá salir del hoyo financiero si no es a través de una guerra que venga a reactivar su economía.
Ahora salen con que el dinero y el entrenamiento que reciben los militantes de Hamas, lo obtienen de Irán. Que ciertamente ya ha probado un misil de largo alcance que podría llegar hasta Jerusalén.
Y desde luego hacer mucho más daño del que hacen con los misiles de fabricación “casera” que diariamente lanzan los palestinos hacia el otro lado del muro fronterizo que han instalado los israelitas; seguros de que Jehová no vendrá a derribarlo, pues sabido es que su Dios siempre ha estado del lado de los ejércitos más poderosos.
Pero la situación se pone cada vez más difícil por aquellos lejanos lugares, sobre todo ahora que Pakistán ya no es el aliado que antaño tuvieron los norteamericanos; por no comentar del conflicto que siempre han tenido con la otra potencia nuclear que es la India.
Y por si fuera poco el marco presentado en aquellas remotas regiones del Planeta, los Talibanes están de nueva cuenta recuperando todo su territorio; razón por la cual Obama, a pesar de lo expresado en su campaña, tuvo que autorizar el envío de 30 mil soldados más a Afganistán.
Abrir un nuevo frente en Irán, aunque fuera necesario para la economía, parece ser un riesgo muy alto que tendrán que tomar el Presidente y su Secretaria de Estado, quien durante su campaña se distinguió por su marcada y visceral animadversión hacia la antigua Persia.
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