Hace menos de seis meses, el 13 de junio de 2008, el gobierno mexicano fue elegido para integrar el Comité de Libertad Sindical de la Organización Internacional del Trabajo, en Ginebra, Suiza. La designación causó sorpresa y repudio en los ámbitos laborales progresistas puesto que las agresiones a la libertad sindical han sido una política permanente de los gobiernos mexicanos, y fácilmente puede ser considerada como una política de Estado. La causa más probable de la designación no es porque el gobierno sea un ejemplo de respeto a la libertad sindical, sino por el crecimiento de las posiciones neoliberales dentro de la OIT, que buscan fortalecerse.
La Organización Internacional del Trabajo no puede desconocer que el gobierno mexicano es un obstáculo, muchas veces insalvable, para trabajadores que pretenden formar un nuevo sindicato o firmar un contratocolectivo; para que se les provea justicia laboral imparcial o para que se les otorgue la incomprensible Toma de Nota para registrar a nuevos dirigentes y tomar pleno control de sus sindicatos. Estas facultades gubernamentales se utilizan en contra de sindicatos que buscan su total independencia en beneficio de sus agremiados.
El Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Similares de la República Mexicana y su dirigente principal han sufrido el acoso del gobierno mexicano, desde hace varios años, al grado de que el dirigente se ha visto obligado a marchar al exilio. La persecución se ha realizado durante los últimos dos sexenios, impulsada por varios Secretarios del Trabajo y de Gobernación. Esto la exhibe como una política de Estado que pretende beneficiar al Grupo México, monopolio minero.
Entre los últimos actos contra el Sindicato Minero está el congelamiento de todas sus cuentas bancarias. De esa manera las autoridades buscan la asfixia del sindicato, la derrota de las huelgas de Cananea, Sombrerete y Taxco financiadas con fondos sindicales, y detener las acciones de rescate de los cuerpos de los mineros fallecidos en febrero de 2006 en la mina Pasta de Conchos. Las acciones contra el Sindicato Minero son a todas luces ilegales, violentan el estado de derecho, agraden el derecho e intereses de los Compañeros mineros y crean peligrosos precedentes que pueden ser utilizados posteriormente en contra de otros trabajadores y sus sindicatos.
Los sindicatos en general no pueden aceptar las políticas ejercidas contra el Sindicato Minero. Es necesario cuestionarlas y exigir el retorno a la legalidad. Estamos entrando a una profundización de la crisis económica, gestada en Estados Unidos, que puede producir estragos en la clase trabajadora si esta permanece desunida e indiferente ante las dificultades de un gremio. Lo que hagamos ahora por el Sindicato Minero tal vez lo necesitemos mañana para nosotros.
Por su parte, el Sindicato Mexicano de Electricistas expresa y ofrece su más amplia y firme solidaridad a nuestros Compañeros Mineros, y exhorta a todos y cada uno de los sindicatos del país a hacer lo propio y a impedir el aislamiento y una posible derrota del Sindicato Minero.
Fraternalmente
"Por el Derecho y la Justicia del Trabajador"
México D. F., a 4 de Diciembre de 2008
COMITÉ CENTRAL
COMISIONES AUTÓNOMAS
Responsable de la publicación Fernando Amezcua Castillo, Secretario del Exterior
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