domingo, enero 04, 2009

¿Hasta cuándo? El silencio apesta

Por Shuruk Duqqa (*)

Hablan de democracia, de libertad, de globalización, de desarrollo, de tecnología… y estamos en el siglo XXI y expresan y denuncian lo que quieren, contra quienes quieren… y por otro lado hablamos de libertad, y hablamos de luchas, de ideología, de claridad, y estamos en el siglo XXI, y expresamos y denunciamos… y ¿qué pasa ahora? ¿qué pasa? porque el silencio, este silencio que grita tan fuerte que permite la muerte, ese silencio que no hace más que cegar ojos y tapar oídos de quienes hoy ignoran a la humanidad, de quienes no quieren escuchar… porque por algo no les conviene.

El silencio de complicidad, este silencio asqueroso, criminal, asesino… llena calles, hogares, tierras y mares de sangre de gente inocente… en Gaza- Palestina!

Rompamos las barreras de una vez por todas, nosotros quienes aclamamos por un mundo mejor, quienes decimos ser revolucionarios, luchadores, jóvenes del mundo quienes queremos un cambio real en este mundo tan injusto, pero que poco a poco está despertando… empecemos por nosotros, ya basta… es necesario hoy más que nunca gritar! Gritemoss fuerte al mundo que estamos firmes y que lucharemos por una paz justa en el mundo.

La comunidad internacional se hace la ciega y sorda ante lo que parece no convenirle, la ONU actúa inhumana e inoperantemente frente al nuevo holocausto… el holocausto palestino!

El poder lo tiene el pueblo… lo demostró Gaza este año al derribar la frontera con Egipto, lo escribió Jeff Halper en su artículo titulado el poder para el pueblo palestino, y lo podemos ratificar nosotros, ciudadanos comunes y activistas del mundo por la paz, la justicia, la solidaridad.

Ya no bastan las letras, no bastan los comunicados, no bastan los lamentos, las lagrimas, el dolor de solidaridad… NO BASTA!… el mundo grita desde sus entrañas: no es justo lo que sucede!

La tierra grita, la humanidad grita… que necesita paz…. paz justa… y está solo es posible con la acción, ya basta de pasividad, acción aclama la humanidad oprimida, hoy Gaza pide alzar las voces contra los opresores!

Los palestinos en Gaza, los palestinos de Palestina, de la Palestina de ayer y de hoy y la Palestina de siempre… poco a poco se quedan sin luz, y no solo de esa que no ilumina sus noches sino la que tampoco parece iluminarles el día.

Palestina grita duro al mundo pero se queda sin voz, grita duro… grita para derribar los muros, grita aclamando libertad, grita por justicia, grita por paz, grita por verdad, grita por justicia, grita esperando que el mundo despierte y tome acciones que de una vez acaben con más de 60 años de ocupación, 60 años de terror e injusticia que sembró el ente sionista de Israel allí.

Ese Handala que no ha dejado de vivir sigue descalzo de espaldas a quienes le siguen dando la espalda a la patria Palestina, ese niño que sigue sin identidad y mira profundamente con lagrimas en su rostro lo que al parece el mundo no quiere ver, reclama identidad, y pide justicia.

Sólo la unidad de nuestros pueblos presionando a sus actores políticos, actuando con firmeza, y pidiendo ahora justicia y respeto a los derechos humanos en palestina y el mundo lograremos un cambio.

Alguien en un momento escribió:

"Podremos taparnos los oídos durante la tormenta, y los rayos continuarán sonando. O cerrar los ojos ante la crueldad de la guerra, y las bombas seguirán cayendo. O contener la respiración para evitar la pestilencia de los cadáveres descomponiéndose, pero seguiremos oliendo a culpabilidad. La ignorancia no nos exculpa". M. S

(1) Handala: Es un niño, pequeño, algo pelón, pies descalzos y remiendos en la ropa. Es difícil verle el rostro porque siempre está de espaldas.Así es como Naji al-Ali (su caricaturista) dibujaba a Handala, su personaje principal. Handala está en casi todas las viñetas de Naji, una presencia muda pero obstinada. Como la del pueblo palestino, al cual se le quiere negar la identidad pero que, como Handala, está. Vuelve la espalda a quien ha dado la espalda al dolor de los palestinos y observa las vicisitudes de su gente.

De él dijo en una ocasión Naji: "Este niño, como pueden ver, no es ni guapo, ni mimado ni está bien alimentado. Va descalzo como muchos niños en los campos de refugiados. En realidad es feo y ninguna mujer querría tener un hijo como él. Sin embargo, quienes llegaban a conocer a Handala, como descubrí más tarde, lo adoptaban porque es sensible, honesto, charlatán y un buscavidas. Es un icono que se queda mirándome mientras duermo. Y sus manos detrás de la espalda son un símbolo del rechazo a todas las ataduras negativas en nuestra región."

* Lic. en Psicologia, Activista por los Derechos Humanos, Coordinadora de la Red Internacional de Jovenes Palestinos en Venezuela.

Fecha de publicación: 02/01/09

http://www.aporrea.org/tiburon/a69685.html

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