sábado, enero 17, 2009

Internet militarizada, desde los USA con horror

Brigada Vallesana Simón Bolívar
Rebelión

Hace pocos días leíamos en el rotativo Público la iniciativa del brazo militar del imperio yanqui, mediante su oficina de proyectos tecnológicos DARPA, de crear un protocolo de red orientado a la utilización de la red global de comunicaciones con priorización sobre las de uso civil en la Red de redes Internet. A esta perversión tecnobelicista le han venido a llamar MNP , protocolo de red militar correspondiente a las siglas en inglés. El ejército norteamericano ha convocado un concurso de ideas con unos requisitos funcionales que ha de cumplir dicho protocolo de comunicaciones.

Para analizar esta aberrante propuesta hay que entender siquiera esquemáticamente qué es la red Internet, red que pretende utilizar el ejército norteamericano para extender su supremacía militar. Los tres elementos esenciales dentro de la arquitectura tecnológica de Internet son tres:

El protocolo software de comunicaciones TCP/IP que encapsula nuestros datos antes de ser enviados desde nuestro PC al destinatario, caracterizando básicamente qué tipo de información se transmite (correo, páginas web, voz, video, etc.) y etiquetando los paquetes con un sistema de direcciones físicas llamadas IP, para saber a dónde va y quién las genera. Este protocolo libre de patentes y regalías tuvo su origen en motivaciones militares del departamento de la guerra de los Estados Unidos USA trasladándose posteriormente una vez amortizada dicha tecnología a usos civiles donde verdaderamente se ha desarrollado y alcanzado el nivel de eficiencia actual. Internet es gestionada por un ente más o menos neutral abierto a la comunidad internacional, el IETF, donde se proponen, discuten, consensúan y aprueban los estándares a utilizar en la red Internet.

Los medios físicos de transmisión por donde viajan los paquetes binarios de información, como la fibra óptica, cables de cobre, tendido eléctrico, emisiones de radiofrecuencia, etc. Dicha infraestructura es propiedad de las operadoras de comunicaciones, constituidas como empresas privadas o instituciones públicas.

Los dispositivos electrónicos de inteligencia de la red routers que enlazan los medios de transmisión físicos y que encaminan los paquetes de datos desde su origen hacia el destino final. Los titulares de esta infraestructura de comunicaciones son asimismo las operadoras.

Este esbozo funcional vendría completado con elementos de seguridad, de priorización, de redundancias y otros servicios de valor añadido. Internet ha sido gestionada desde su origen en usos civiles con un criterio igualitario donde podríamos decir que todas las comunicaciones son tratadas de forma ecuánime en cuanto a su entrega desde su generación.

De la descripción tecnológica descrita de Internet, es fácil deducir que Internet no es tan libre como la ingenuidad y la confusión de deseo y realidad de muchos usuarios y cierta izquierda quisiera creer. Nuestras comunicaciones en su seguridad, disponibilidad, integridad y privacidad, están totalmente expuestas al escrutinio de intereses privados. Únicamente las prácticas de encriptación podrían hacer aumentar la integridad y privacidad, pero esto asimismo constituye todo un reto y nunca realmente se podría certificar la salvaguardia de los datos. Pasaríamos así con la propuesta MNP del Tío Sam, no sólo de tener un sistema global de comunicaciones altamente privatizado como es el actual, sino también militarizado al servicio del imperialismo de la OTAN.

El objetivo declarado del ejército de los USA es que allá donde no llega su infraestructura de comunicaciones, poder conectarse a la Internet global priorizando sus datos militares por encima de cualquier otro flujo de uso civil que circule por la Red. La propuesta es realmente delirante y formulada desde una lógica de hegemonía totalitaria abriéndose un sinfín de interrogantes como por ejemplo los siguientes:

¿Será el MNP un protocolo alternativo al TCP/IP capaz de transmitirse por los medios físicos y routers convencionales o será una especificación incluida dentro de TCP/IP con unos criterios de priorización sobre flujos binarios estándares?

¿Se llegará a un acuerdo con todas las operadoras para aceptar esta petición y bajo qué condiciones se concretaría?

¿Aceptaría la comunidad internacional, estados e instituciones, esta militarización de facto de la red civil Internet al servicio estratégico de los USA poniendo en compromiso las soberanías nacionales respectivas y la neutralidad del medio?

Este planteamiento intrusivo de cuajar, obligaría a los estados que decidan no someterse a la militarización del ciberespacio a reestructurar las comunicaciones de voz y datos de forma diferente a tal y como las conocemos hoy en día, dividiendo a escala planetaria las comunicaciones en dos grandes redes. Sería necesario plantear una red alternativa y paralela por todos aquellos países que de forma responsable no acepten un rol subalterno.

La perspectiva es cuando menos preocupante ya que existe un aterrador precedente con el que se puede establecer un triste paralelismo. El espacio aéreo (medios de transmisión) y los aeropuertos (routers) se han puesto al servicio de los USA en los vuelos (transmisiones) ilegales de personas secuestradas (datos) rumbo a su confinamiento en la base yanqui de Guantánamo con la complicidad de muchos países occidentales, como muy bien sabemos en el estado español. Por tanto hay que prever qué respuesta se habría de dar a semejante agresión al interés público y social.

Mientras este tema se plantea, y no sabemos que derroteros finalmente tomará, en el polo diametralmente opuesto actúa la República Bolivariana de Venezuela RBV. Existen dos experiencias muy significativas:

La construcción de un enlace de fibra óptica que unirá la RBV a la bloqueada República de Cuba que permitirá aumentar el ancho de banda de acceso a Internet por lo que a la capacidad física de transmisión de datos se refiere. Esto redundará en un aumento de los usos de Internet en la Isla para paliar el bloqueo tecnológico a la que la somete los USA, compartiendo la RBV sus accesos a los nodos de conexión a Internet con las comunicaciones establecidas en la mayor de las Antillas.

Otro muy importante evento es la reciente puesta en órbita del satélite Simón Bolívar en el proyecto chino – venezolano VENESAT-1. La activación de la tecnología de comunicaciones satelitales permitirá usos educativos, informativos, sanitarios y en definitiva de todo tipo de uso civil de interés público a zonas del país donde las comunicaciones por cable o de radiofrecuencia terrestre son difíciles, especialmente la Amazonía y demás áreas rurales. Debido a la gran cobertura geográfica del satélite, el gobierno socialista y revolucionario del Presidente Hugo Chávez ha ofrecido a la comunidad sudamericana la utilización compartida de dicho proyecto para dar forma en lo tecnológico a la Integración de los pueblos de la Patria Grande.

La lógica de la compartición de los recursos y la extensión de las prestaciones beneficiosas para la sociedad civil de las nuevas tecnologías que propone Venezuela se ve contrapuesta con la restricción, privatización y deriva a objetivos de militarización con que nos amenaza nuevamente el imperio decadente de los USA.

También en materia tecnológica, el dilema socialismo o barbarie tiene en la República Bolivariana de Venezuela y los USA respectivamente la disyuntiva y máximos exponentes.

Brigada Vallesana Simón Bolívar

Vallès Occidental, Estado español

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