domingo, enero 11, 2009

Jesús no quiere seguir siendo considerado judío…

Por María Teresa Jardí

Mientras en México el impresentable usurpador mexicano declara, con el cinismo de los mediocres que no alcanzaron en el reparto ni un ápice de vergüenza y nada de inteligencia, que: “En México se masacra civiles”. Los de seis mil a ocho mil impunemente ejecutados en su haber hasta cree que no son un genocidio de pobres producto de la limpia que en México la fascista derecha mundial viene también haciendo.
Mientras el impresentable embajador de la oligarquía sionista, envía por la Internet en papel membretado de la Embajada Israelí en México, una justificación del genocidio que, con la tolerancia del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, están cometiendo, al más puro estilo de los nazis, los gobernantes israelitas. Con la tolerancia del Consejo de Seguridad, porque los impresentables gobernantes de los países que integran ese Consejo y los otros, que aunque no lo integran forman parte de una mayoría igual de impresentable, están esperando que la oligarquía nazi israelita acabe con, literalmente hablando, el pueblo palestino porque hasta los “bebés de brazos” pueden ser una amenaza “por la mala semilla” que ya tienen incrustada. El nazismo en su más pura expresión de la palabra.
Empieza por decir en el documento de marras el impresentable embajador sionista que: “el comienzo de la operación ‘Plomo Endurecido’ (Bonito incluso el nombre elegido, que debe haber dejado pasmadas a las feroces bandas de narcos y sicarios del mundo por el plagio) resucitó el antiguo debate entre las diferentes corrientes de la opinión pública alrededor del mundo. Por un lado se encuentran los simpatizantes de Israel, (es evidente que se refiere a los Vlad Bush y otros que sólo alcanzan empleados como el usurpador mexicano) y por el otro, aquellos que se apresuran a criticarla, independientemente de las circunstancias. Estos últimos, son aquellos quienes personifican el refrán: ‘no me confunde con los hechos, mi posición ya está definida’. El lanzamiento de la segunda etapa de la operación probablemente profundizará el debate...” para de inmediato entrar a la justificación del genocidio por la vía de condenar a HAMAS como el malo, más malo del planeta y además como el invasor de “la soberanía del territorio soberano de Israel.
Los judíos sionistas, que es lo mismo que decir, los judíos fascistas, que es lo que son los sionistas, no son culpables de nada, son los buenos, buenos del Planeta: son la neta.
Lo único que despierta el documento, que se pide que se envíe a tantos contactos como se pueda, amén de asco, es lástima, incluso, porque sin el menor atisbo de duda es claro que Jesús (convertido en Jesucristo a base de ser crucificado, luego de torturado, en una cruz, por los mismos fascistas que hoy masacran el pueblo palestino en Gaza y a pobres mexicanos en nuestro país usurpado por la misma impresentable derecha que domina al mundo) renuncia a ser judío y a su Padre, el Dios, también de los sionistas, ha convencido de que lo nombre capitán de los niños palestinos.
Para terminar el panfleto diciendo que: “Todos aquellos que desean ver progreso en el camino de la paz no pueden ignorar los hechos”. No sin antes informar “…que los soldados de Israel están decididos a destruir la capacidad y voluntad de HAMAS de seguir en el camino del terror”.
Queda claro que Jesús ha renunciado a ser judío y que, a su Padre: Dios, —en el que dicen que creen Calderón y los sionistas— ha convencido de que lo nombre capitán del Estado Palestino.

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