Al menos desde 2004, la planta de Cemex en la población de Lyons ha violado las regulaciones ambientales estadunidenses al contaminar el aire en los alrededores de las ciudades de Denver y Boulder, Colorado.La trasnacional cementera que preside Lorenzo Zambrano incumplió con disposiciones de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés) que obligan a los dueños u operadores de hornos a no lanzar a la atmósfera gases cuya opacidad exceda de 20%. La opacidad es el parámetro para medir la densidad de las emisiones visibles de humo o polvo. Como consta en los registros estatales y federales, entre enero de 2004 y abril de 2006 el horno de Cemex en Lyons rebasó unas 290 veces la medida máxima. De igual modo, los enfriadores de clinker –el componente principal del hormigón– no deben emitir gases que superen 10% de opacidad, pero en el mencionado período Cemex rompió ese límite en aproximadamente 145 ocasiones.La instalación de Cemex en Lyons consta de una planta de manufactura de cemento y la cantera de Dowe Flats, conectadas por una banda que transporta la materia prima. Al producir cemento y clinker, la planta emite monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno y partículas diminutas conocidas como PM-10, entre otros contaminantes.A mediados de 2006, habitantes de la zona recolectaron muestras de polvo emitidos por la fábrica y las enviaron a los Laboratorios Ambientales Cardinal de Ohio. El análisis reveló que los niveles de cromo (asociado con algunos tipos de cáncer) eran del doble de los límites establecidos por la EPA; también había antimonio, metal que puede ocasionar dolencias cardiacas y respiratorias, y mercurio, causante de problemas de desarrollo durante la preñez y la infancia temprana. Debido a los reportes de las autoridades ambientales y a la denuncia de los vecinos, la corporación fue multada con 1.5 millones de dólares en diciembre de 2006 por la División de Control de Polución del Aire del Departamento de Salud Pública y Ambiente de Colorado bajo el cargo de incumplir las condiciones de calidad del aire desde 2004 hasta ese año. Esa vez la cementera llegó a un acuerdo con la autoridad y se comprometió a invertir 500 mil dólares en un proyecto ambiental suplementario, a pagar 450 mil a la fundación ecologista local Stepp y 350 mil a un fondo general del estado, así como a destinar 200 mil dólares al monitoreo del aire en su planta.Sin embargo, en junio pasado, el Departamento de Salud y Ambiente emitió un aviso de incumplimiento en el que acusa a Cemex de las mismas infracciones, ya que varias inspecciones realizadas por los departamentos de Salud de Colorado y del condado de Boulder en 2007 y 2008 evidenciaron incumplimientos en la aplicación oportuna de pruebas y en la operación del equipo de monitoreo, entre otros.
Acuerdos incumplidos
El 28 de marzo de 2007, la EPA emitió su propio aviso de incumplimiento en contra de Cemex.Desde 2000, el Departamento de Salud Pública y Ambiente ha llegado a cuatro acuerdos con Cemex para solucionar los mencionados incumplimientos, pero en vista de que las infracciones continuaron, la EPA optó por la vía judicial.La querella, presentada ante la Corte del Distrito de Colorado y de la cual este semanario tiene copia, se basa en las modificaciones realizadas en la planta de Lyons entre 1997 y 1999, las cuales causaron violaciones a la Ley de Aire Limpio, entre otras anomalías, como el aumento significativo de sus emisiones de óxido de nitrógeno. La fábrica incurrió en faltas por no “aplicar, obtener u operar” correctamente el permiso para alterar su infraestructura.En consecuencia, dice la demanda, la planta falló en “pasar por un análisis apropiado”, “instalar y operar la mejor tecnología disponible para controlar el óxido de nitrógeno”, “demostrar que todos los aumentos de emisiones autorizados no causarían o contribuirían a violaciones de la polución aérea” y “posibilitar la revisión y comentarios públicos sobre los impactos de las modificaciones en el aire”. Cabe aclarar que la empresa Martin Marietta Inc., inició la construcción de esta fábrica en diciembre de 1969 y la vendió a Southdown Inc., en 1984. Cemex la adquirió en noviembre de 2000, obtuvo el permiso 95OPBO082 el 1 de febrero del mismo año 2000 y lo revalidó en 2002 y en 2005.Cuando se incrementó la capacidad de la planta de Lyons, el área metropolitana de Denver estaba designada como no apta para partículas PM-10, y éstas –señala el texto de la demanda– se incrementaron como consecuencia de las modificaciones. La autorización concedida a Cemex establece que la planta debe suspender actividades que ocasionen emisiones de polvo cuando la velocidad del viento alcance o exceda de 30 millas por hora, promediada durante una hora. Desde enero de 2004, según los registros de la autoridad ambiental, Cemex no ha suspendido esas labores 116 veces en que el viento rebasó ese límite.El permiso también determina que la empresa cuente con un instrumento para medir la velocidad del viento. Pero entre el 18 de agosto de 2004 y el 12 de abril de 2006 dicho aparato registró velocidades menores de una milla por hora o superiores a las 150 millas por hora durante unos 9 mil 500 minutos, y la mayoría de esos datos fueron reportados como válidos, por lo cual en la demanda se dice que Cemex “falló en calibrar y operar su instrumento de medición del viento”.Además, la empresa tiene que entregar un reporte sobre el desempeño del sistema de monitoreo cuando se haya rebasado el límite establecido. Según la demanda, entre enero de 2004 y diciembre de 2005 Cemex omitió enviar el reporte en 210 ocasiones.Por ello, la EPA pide que Cemex pague 27 mil 500 dólares diarios por las faltas ocurridas en la planta de Lyons entre el 30 de enero de 1997 y el 15 de marzo de 2004, así como 32 mil 500 por las cometidas posteriormente.Así mismo, la agencia ambiental solicitó a la corte que obligue a la empresa a remediar sus faltas: que obtenga los permisos respectivos, instale la mejor tecnología de control, reduzca en lo posible las emisiones contaminantes, reporte los excesos de emisiones y aplique medidas para contrarrestar el lanzamiento de óxido de nitrógeno a la atmósfera.Cemex tiene otro problema. En diciembre de 2006, las organizaciones Acción por el Aire Limpio en las Montañas Rocosas y Guardianes de la Tierra Salvaje solicitaron a la EPA que revocara la autorización de Cemex por concepto de contaminación. Como no obtuvieron respuesta, en agosto pasado demandaron a la agencia ambiental por no cumplir con su obligación de limitar la polución causada por la cementera.En marzo pasado, la Comisión de Colorado de Control de la Calidad del Aire llevó a cabo una audiencia pública en la cual fijaron su postura sobre el tema los representantes del estado, de Cemex, autoridades locales y miembros de la comunidad.Consultada por Proceso, la trasnacional comentó a través de su oficina de comunicación: “Estamos en desacuerdo con los argumentos expuestos y muy sorprendidos particularmente de que, en el actual entorno económico, el gobierno haya decido el litigio como camino para resolver esta situación, en comparación a trabajar en conjunto con nosotros para alcanzar una solución satisfactoria a los puntos cuestionados”.La cementera argumentó que los aspectos en que se basa la querella ocurrieron hace más de una década, cuando la planta de Lyons era propiedad de Southdown Inc., y que fueron puestos en su momento a consideración del Departamento de Salud y Medio Ambiente.“Por otro lado, los proyectos cuestionados no incrementan las emisiones de la planta, por lo tanto no violan la ley”, señaló la empresa, e indicó que sus inversiones en Lyons para mejorar y preservar el ambiente superan los 4 millones de dólares.En Estados Unidos, Cemex posee 14 cementeras que cuentan con una capacidad productiva de 15.4 millones de toneladas métricas anuales. l
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