Desde Veracruz, un valiente ciudadano lanza un llamado a no dejarse intimidar por los bancos usureros, a los que el gobierno considera socios intocables, y formar una red social en defensa del patrimonio y tranquilidad ciudadanos. Ante el desinterés de autoridades y legisladores, sólo la fuerza ciudadana puede hacer algo.
Antes que nada me permito presentarme ante ustedes: soy Daniel Cárdenas Lara, ciudadano preocupado por la situación económica que atraviesa el país, derivada de la crisis económica internacional. La mejor manera de afrontarla es permanecer unidos como mexicanos.
Muchos de nosotros estamos en riesgo de perder el empleo o de quebrar en nuestros negocios. Viene una escalada de precios en todos los insumos y productos de la canasta básica.
Si a esto agregamos la presión ejercida hacia los tarjetahabientes en situación de cartera vencida por parte de bancos, tiendas departamentales, agencias automotrices y demás instituciones crediticias, en su gran mayoría de origen extranjero; llamándolo a toda hora a su hogar, oficina, teléfono móvil, e incluso a los teléfonos de familiares o amigos; intimidándolo bajo el pretexto de que la llamada que le realizan será grabada para efectos de garantizar la calidad en el servicio; amenazando con embargar, coaccionando a establecer un compromiso de pago y forzando a las personas a comprometerse a realizar un pago, en definitiva les recomiendo que no lo hagan y explicaré las razones.
Durante años, los propietarios de bancos y grandes cadenas de tiendas departamentales, se han enriquecido descomunalmente a base del manejo de los ahorros de los cuentahabientes; cobrando altísimas tasas de interés y redituando prácticamente nada.
El "crédito" que otorgan es producto del dinero que "jinetean" a sus clientes. Voy de acuerdo en que tenemos la obligación moral de pagar, sí, siempre y cuando la propia economía familiar lo permita, sin poner en riesgo su salud y su patrimonio.
Le pido que no se deje intimidar cuando le hablen del supuesto "departamento jurídico" o "área de cobranza" de cualquier institución crediticia. En primer lugar, se trata de "call-centers", empresas de telefonistas que sólo repiten lo que les ordenan que hagan, no son ningún despacho de abogados ni tienen facultades para cualquier arreglo o capacidad de cumplir sus amenazas.
No le embargarán nada. No entrarán a su casa y mucho menos lo meterán a la cárcel. En estos tiempos de crisis lo principal es que subsista usted, su familia y sus hijos.
Si usted tiene para pagarle al banco, pague. Pero si no tiene, no caiga en su juego.
No firme convenio alguno con ellos, no acepte descuentos, ni acepte por ningún motivo renegociar su adeudo a plazos de hasta 60 meses o por el plazo que fuere. No lo haga. Vivirá presionado y se endeudará cada vez más y más, tratando de cubrir el adeudo principal.
Tome en cuenta que si usted pierde su empleo, su salud, su patrimonio y su familia, nadie lo rescatará y menos el gobierno. En cambio, si los bancos quiebran, el gobierno automáticamente los rescata. Así funciona el sistema mexicano: concentra la riqueza en manos de unas cuantas familias.
Pero la unión hace la fuerza.
Son unas cuantas instituciones bancarias y crediticias las que manejan su dinero y se han hecho millonarias cobrando tasas de interés muy elevadas a sus cuentahabientes y a sus tarjetahabientes, y aunque es cierto que manejan la riqueza del país, yo pregunto: ¿Podrán unos cuantos contra la voluntad de un pueblo?
Somos más de cien millones de mexicanos, ¿podrán más ellos que nosotros? Unámonos como miembros de la verdadera sociedad civil. Nuestros representantes populares en las Cámaras de Diputados y de Senadores no han hecho nada al respecto, ni lo harán. Ellos negocian todos los acuerdos con la finalidad de obtener prebendas y dividendos políticos personales o de facción.
Lo más lamentable de todo es que se permitió la apertura de bancos pequeños que acapararon a un amplio sector de la población, la que menos tiene, la clase que era rechazada por los grandes corporativos bancarios.
Les abrieron cuentas de ahorro a partir de prácticamente nada y después les dieron créditos para adquirir electrodomésticos, y ahora estas familias realmente pobres y carentes de todo son las que más presionadas están por pagar sus adeudos. No se vale.
Alguien en este nuestro México tiene que actuar y lo tiene que hacer con energía, me queda claro que el gobierno no lo hará.
No más demagogia. Actuemos, tomemos el control nosotros mismos.
Ya basta. Estoy conformando una red de ciudadanos, una agrupación de hombres y mujeres que con talento, sentido común y conocimiento de las leyes, hagamos un frente común a los bancos y a las demás instituciones crediticias, para darles la batalla tanto en la calle como en los tribunales.
Ya basta de vivir en un país de pobres y pagar como ricos.
Si usted se siente presionado, sepa que cuenta con mi apoyo y con la asesoría legal necesaria para enfrentar a cualquier banco.
No se vale que nos intimiden y que nos coaccionen. Por eso no hay que actuar en el anonimato.
Soy Daniel Cárdenas Lara. Mi correo electrónico es guante100@hotmail.com
Mi teléfono móvil es (045) 22 81 53 19 91.
NO PAGUE AL BANCO. No se deje intimidar. La unión hace la fuerza. Unámonos como mexicanos y pongamos nosotros un alto a quienes el gobierno ve como cómplices y como intocables.
Xalapa, Veracruz. Febrero de 2009
Respetuosamente,
Daniel Cárdenas Lara
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