El culpable es el Lobo

María Teresa Jardí

Como la estupidez es la única característica que con certeza y sin temor a equivocarnos —bueno, exagero, también la corrupción encubierta por la impunidad, la mala leche, la mentira, la cobardía, el cinismo, el cretinismo, la desvergüenza, etc., etc.,— mientras se siguen haciendo bolas con las cifras de las muertes mínimas necesarias para que la usurpadora panista derecha fascista, en su versión por ahora fecalista, como antaño lo fue foxista, pueda seguir manejando, en parte, el patio trasero del imperio gringo, como el ranchito regalado en compensación por obligar a vivir, entre otras cosas, a los mexicanos, en un Estado de sitio.
La fracción del PAN en la Cámara de Diputados ha destinado, robando al pueblo, 21 millones 600 mil pesos, del presupuesto legislativo, para crearse un Club “que tendrá la finalidad de mantenerlos agrupados luego de que dejen su curul en agosto”. Mientras FeCal endeuda al pueblo mexicano hasta límites inimaginables por ningún otro país del planeta. Endeudamiento con el que se condena a muchas más generaciones perdidas de mexicanos que se sumarán a las varias a las que con el Fobaproa se les había ya cancelado toda posibilidad de una vida digna. Los impresentables analfabetas legisladores, a modo del sistema, sueñan que México es Gran Bretaña y que ellos son ingleses. Y se dan el gustazo de robar 21 millones de pesos del erario que tendrían que ser destinados a los servicios y a los bienes, que acepta como limosna de China el fecalismo que ya nada le pide a la peor de las dictaduras conocidas por el mundo.
Clarificado, ha sido por la revista Time, aunque ya había dejado buenas pistas la revista Forbes al respecto, también hay que decirlo, el nuevo aire dado a Jorge Tello Peón, por el usurpador Felipe Calderón. Resulta extraño incluso que FeCal no lo haya, de una vez, convertido en su secretario de Gobernación. ¡Ah!, claro, necesitaba al abogado de la empresa minera para joder a los mineros y en especial a los de Cananea, cuyo líder sindical refugiado en Canadá tanto enfada a los dueños de Minera México.
Y además bien puede ser que quien se codea con los cien hombres más importantes del mundo, incluidos Obama y Slim, lo tenga reservado como el sucesor usurpador, con un nuevo fraude legalizado por Felipe Calderón, como antes hizo Fox para imponer a Felipillo como su sucesor.
Más que enojada estoy triste y así es como encuentro a casi todos los mexicanos con los que converso. Tristes, sobre todo, aunque también enojados por nuestra apatía y por nuestra dejadez. Pero también pienso, luego de escucharlos, que algo bueno va a surgir de esta increíble situación impuesta para generar el miedo al otro que se convierte en apestado por un estornudo, como antes ya se había aquilatado que se podría hacer con la prohibición de fumar en todos los lugares públicos. Porque de eso se trata. De generar miedo como la única forma en la que la fascista derecha prianista acompañada por su Chucho perredista puede seguir controlando este país en contra de todo derecho, incluso constitucional, del pueblo mexicano. Es bueno que estemos asumiendo que no podemos continuar siendo los mexicanos este pueblo tan dejado. La gente está harta de los noticieros a modo que a lo largo de las 24 horas del día no hablan de otra cosa. Nos cansaron y bien puede ser el primer paso para que la sociedad empiece a gatear para buscar el cambio de sistema consumista que, además, como es obvio, también está cayendo, por fin, en un estado de coma en el país vecino.
Lo malo es el tiempo que puede durar la agonía del capitalismo. Pero el capitalismo está acabado, tornado en tan salvaje que lo mismo asesina vacas, que pollos, que cerdos, que personas, para mantenerse como insostenible lobo malo. Ni los tres cochinitos, ni las siete cabritas, ni la caperucita roja, parecen haber leído los que hoy manejan el mundo y desde luego no ha leído ni siquiera esos cuentos la impresentable derecha mexicana usurpadora.