15 junio 2009
“Los gobernantes de México parecen no haberse dado por enterados de que el modelo económico y político actual le ha servido a ellos, pero no al pueblo”.
Clara Elena Zorrilla.
I
La cara leyente Zorrilla, quien leénos en Querétaro en un diario de la Internet que no identifica y autora del epígrafe de la entrega de hoy, redondea su aserto: “Ahora sí los gobernantes parecen preocupados, pero no por el pueblo, sino por sus propios pellejos. Le temen al inestable Felipe Calderón”.
La citada leyente añade: “He leído por allí que algunos gobernadores de los Estados están promoviendo activamente que la Conferencia Nacional de Gobernadore (Conago) celebre una reunión urgentísima para discutir ideas para reactivar la economía”.
E inquiere doña María Elena: “¿No cree usted que ya es un poco tarde para que los gobernadores, algunos de los cuales son verdaderos sátrapas desgobernadores, se preocupan por la situación económica tras casi dos años de deterioro sostenido?”
“Lo que pienso yo que les preocupa realmente es que las participaciones federales a los Estados se han reducido considerablemente y (que) en lo que va del año han habido retrasos en la entrega (de aquellas)”, comenta.
También opina que “otro motivo de preocupación es que Felipe Calderón está quebrando el llamado Pacto Federal mediante el cual el Estado mexicano disfraza su naturaleza verdadera de Estado centralista-presidencialista y no federalista”.
Afirma: “Los gobernadores están acalambrados por que Calderón, un pobre diablo incapaz psicológicamente de usar socialmente el poder y sólo lo usa para fines facciosos y partidistas, ya les ha mostrado sus intenciones reales; ya los tiene contra la pared; ya les tomó la medida”.
II
La epístola aquí consignada verbatim párrafos atrás tendría, a nuestro ver, sustancia, pues antojaríase obvio que los 32 mandatarios locales, fuesen cuales fueren sus adhesiones partidistas respectivas, están verdaderamente asustados.
Les asusta, como díjole no ha mucho a éste escribidor una gobernadora ajena al panismo, que el Presidente de Facto --el señor Calderón-- esté obsesionado por controlar todos los mecanismos, federales y estatales, del ejercicio del poder.
En un rapto de sinceridad, esa gobernadora afirmó que en la ínsula en la cual es mandataria el Partido (de) Acción Nacional “no está en el ánimo de la gente”, aunque sí en el de las élites empresariales y políticas locales --que incluye al clero católico--.
Ese hecho --que el PAN y el panismo no estén “en el ánimo de la gente”-- ha influido notoriamente en la conducta controladora del señor Calderón en el empleo autoritariamente injerencista e ilegal de los instrumentos coactivos del Estado.
No sorprendería confirmar lo que sábese entre los mismos gobernadores y sus respectivos epígonos y asociados allegados y extendidos, y los dirigentes nacionales y locales de los partidos políticos de su adhesión: el gobernador de Michoacán, Leonel Godoy, temió ser abducido, maltratado –torturado-- y encarcelado.
Es decir, temió ser arrestado inconstitucionalmente por el Ejército y la Policía Federal, defenestrado, escarnecido, desacreditado y exhibido como delincuente sin presunción ni spsoecha. Y sus temores no parecen hoy infundados.
(leáse “mapachería”).
III
Esos temores subyacen hondo en el fuero interno de cada gobernador priísta y perredista de aquellos Estados en donde el PAN no las tiene todas consigo en términos de infraestructura preelectoral federal y sufre un escrutinizado acceso a recursos financieros o carece de finura en el tendido de trampas electoreras.
Tales son los casos en varios de los 31 Estados, particularmente México, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Sonora, Sinaloa, Tabasco, Tamaulipas y Veracruz, en donde la infraestructura priísta está cimentada y sus operadores --gobernadores y alcaldes-- poseen un acervo experiencial probado y proclividad documentada a las malas artes comiciales.
El caso del Distrito Federal es inasible a la exégesis aquí enunciada. En esa entidad, el PAN y el PRI disponen de enormes recursos mediáticos pero, paradójicamente, no están el ánimo del grueso de la ciudadanía plenipotenciaria. Carecen, por añadidura, de organizaciones de masas; éstas son del PRD.
Pero aun en esos Estados, los gobernadores y alcaldes del mismo signo partidario –priísta-- tienen temores, lo cual explicaría que estén promoviendo activamente que se aborden con urgencia y pronta resolución en la Conago asuntos de ingentísima incumbencia.
A sólo 20 días de las elecciones federales para renovar la Cámara de Diputados, esos gobernadores piensan en escenarios prospectivos posibles, discernidos éstos por el precedente de lo ocurrido en Michoacán. Incluso un gobernador sugirió que la Conago sesione en comisión permanente hasta la víspera de la elección federal.
Empero, es posible que una acción militar y policiaca dispuesta por el señor Calderón podría tener lugar durante las predecibles negociaciones posteriores a la elección, para disuadir --“ablandar”-- a algunos gobernadores priístas y perredistas renuentes a reconocer triunfos panistas, improbables o posibles.
El móvil formal --la recesión económica-- de los gobernadores promotores de una reunión urgente de la Conago no oculta bien el pretexto arrebujado real, el temor a un “michoacanazo” del señor Calderón, aunque es verosímil que lo mandatarios no tienen la menor idea acerca de cómo superar la crisis.
ffponte@gmail.com
www.faustofernandezponte.com
Glosario:
Abducido: del verbo abducir: secuestrar.
Arrebujado: embozado, tapado, encubierto, disfrazado, sospechoso, taimado.
Incumbencia: deber, atribución, obligación.
Ingentísima: de ingente. Enorme, inmenso, descomunal, colosal.
Clara Elena Zorrilla.
I
La cara leyente Zorrilla, quien leénos en Querétaro en un diario de la Internet que no identifica y autora del epígrafe de la entrega de hoy, redondea su aserto: “Ahora sí los gobernantes parecen preocupados, pero no por el pueblo, sino por sus propios pellejos. Le temen al inestable Felipe Calderón”.
La citada leyente añade: “He leído por allí que algunos gobernadores de los Estados están promoviendo activamente que la Conferencia Nacional de Gobernadore (Conago) celebre una reunión urgentísima para discutir ideas para reactivar la economía”.
E inquiere doña María Elena: “¿No cree usted que ya es un poco tarde para que los gobernadores, algunos de los cuales son verdaderos sátrapas desgobernadores, se preocupan por la situación económica tras casi dos años de deterioro sostenido?”
“Lo que pienso yo que les preocupa realmente es que las participaciones federales a los Estados se han reducido considerablemente y (que) en lo que va del año han habido retrasos en la entrega (de aquellas)”, comenta.
También opina que “otro motivo de preocupación es que Felipe Calderón está quebrando el llamado Pacto Federal mediante el cual el Estado mexicano disfraza su naturaleza verdadera de Estado centralista-presidencialista y no federalista”.
Afirma: “Los gobernadores están acalambrados por que Calderón, un pobre diablo incapaz psicológicamente de usar socialmente el poder y sólo lo usa para fines facciosos y partidistas, ya les ha mostrado sus intenciones reales; ya los tiene contra la pared; ya les tomó la medida”.
II
La epístola aquí consignada verbatim párrafos atrás tendría, a nuestro ver, sustancia, pues antojaríase obvio que los 32 mandatarios locales, fuesen cuales fueren sus adhesiones partidistas respectivas, están verdaderamente asustados.
Les asusta, como díjole no ha mucho a éste escribidor una gobernadora ajena al panismo, que el Presidente de Facto --el señor Calderón-- esté obsesionado por controlar todos los mecanismos, federales y estatales, del ejercicio del poder.
En un rapto de sinceridad, esa gobernadora afirmó que en la ínsula en la cual es mandataria el Partido (de) Acción Nacional “no está en el ánimo de la gente”, aunque sí en el de las élites empresariales y políticas locales --que incluye al clero católico--.
Ese hecho --que el PAN y el panismo no estén “en el ánimo de la gente”-- ha influido notoriamente en la conducta controladora del señor Calderón en el empleo autoritariamente injerencista e ilegal de los instrumentos coactivos del Estado.
No sorprendería confirmar lo que sábese entre los mismos gobernadores y sus respectivos epígonos y asociados allegados y extendidos, y los dirigentes nacionales y locales de los partidos políticos de su adhesión: el gobernador de Michoacán, Leonel Godoy, temió ser abducido, maltratado –torturado-- y encarcelado.
Es decir, temió ser arrestado inconstitucionalmente por el Ejército y la Policía Federal, defenestrado, escarnecido, desacreditado y exhibido como delincuente sin presunción ni spsoecha. Y sus temores no parecen hoy infundados.
(leáse “mapachería”).
III
Esos temores subyacen hondo en el fuero interno de cada gobernador priísta y perredista de aquellos Estados en donde el PAN no las tiene todas consigo en términos de infraestructura preelectoral federal y sufre un escrutinizado acceso a recursos financieros o carece de finura en el tendido de trampas electoreras.
Tales son los casos en varios de los 31 Estados, particularmente México, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Sonora, Sinaloa, Tabasco, Tamaulipas y Veracruz, en donde la infraestructura priísta está cimentada y sus operadores --gobernadores y alcaldes-- poseen un acervo experiencial probado y proclividad documentada a las malas artes comiciales.
El caso del Distrito Federal es inasible a la exégesis aquí enunciada. En esa entidad, el PAN y el PRI disponen de enormes recursos mediáticos pero, paradójicamente, no están el ánimo del grueso de la ciudadanía plenipotenciaria. Carecen, por añadidura, de organizaciones de masas; éstas son del PRD.
Pero aun en esos Estados, los gobernadores y alcaldes del mismo signo partidario –priísta-- tienen temores, lo cual explicaría que estén promoviendo activamente que se aborden con urgencia y pronta resolución en la Conago asuntos de ingentísima incumbencia.
A sólo 20 días de las elecciones federales para renovar la Cámara de Diputados, esos gobernadores piensan en escenarios prospectivos posibles, discernidos éstos por el precedente de lo ocurrido en Michoacán. Incluso un gobernador sugirió que la Conago sesione en comisión permanente hasta la víspera de la elección federal.
Empero, es posible que una acción militar y policiaca dispuesta por el señor Calderón podría tener lugar durante las predecibles negociaciones posteriores a la elección, para disuadir --“ablandar”-- a algunos gobernadores priístas y perredistas renuentes a reconocer triunfos panistas, improbables o posibles.
El móvil formal --la recesión económica-- de los gobernadores promotores de una reunión urgente de la Conago no oculta bien el pretexto arrebujado real, el temor a un “michoacanazo” del señor Calderón, aunque es verosímil que lo mandatarios no tienen la menor idea acerca de cómo superar la crisis.
ffponte@gmail.com
www.faustofernandezponte.com
Glosario:
Abducido: del verbo abducir: secuestrar.
Arrebujado: embozado, tapado, encubierto, disfrazado, sospechoso, taimado.
Incumbencia: deber, atribución, obligación.
Ingentísima: de ingente. Enorme, inmenso, descomunal, colosal.
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