lunes, junio 15, 2009

Complot

El reelecto Presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, acusa a la prensa internacional de reflejar una imagen negativa y errónea de su país y de tratar de meterse en los asuntos internos.

TEHERAN, Irán, 14 de junio (EFE/AFP).- El Presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, acusó hoy a la prensa internacional de reflejar una imagen negativa y errónea de Irán y de tratar de injerir en los asuntos internos del país.“Las elecciones iraníes han afrontado una guerra psicológica de los medios (internacionales), que no han aprendido las lecciones del pasado”, afirmó Ahmadinejad, quien en los comicios presidenciales del pasado viernes fue reelegido con casi el 64 por ciento de los votos.“Pero el Pueblo iraní demostró que está más unido que antes y más comprometido con el Imán y los principios de la Revolución”, agregó Ahmadinejad en una alocución previa a una rueda de prensa ofrecida hoy. El Presidente iraní aseguró que esto no es ninguna novedad, porque es una estrategia que se repite desde el triunfo en 1979, de la Revolución Islámica que desalojó del poder al último Sha de Persia, Mohamad Reza Pahlevi.“Lo hicieron (en las pasadas elecciones) y lo han hecho durante treinta años. No quieren una democracia que no se ajuste a sus intereses”, denunció.“Dicen que todo ha estado mal porque no eran lo que esperaban. Son ellos los que están mal. Los 40 millones de personas que han votado están en contra de la injerencia internacional”, agregó el Presidente iraní.Ahmadinejad acusó, también, a los medios extranjeros de forjar una imagen negativa de Irán, plagada de errores, que luego transmiten a sus gobiernos, a los que también confunden.La prensa internacional ha informado con amplitud sobre las denuncias de fraude presentadas, tras los comicios, por la oposición reformista.El supuesto fraude fue denunciado hoy de forma oficial por el candidato derrotado, el reformista Mir Husein Musaví, a través de una carta al Consejo de Guardianes -que debe validar los resultados- divulgada en su página web.Ahmadinejad defendió este domingo la legitimidad de su reelección ante una masa de simpatizantes entusiastas congregados en el centro de Teherán, mientras su principal rival reclamaba la anulación del resultado por irregularidades.“Las elecciones en Irán son las más limpias” del mundo, afirmó Ahmadinejad, que aseguró que los resultados de la elección del viernes no fueron trucados.Su principal rival, Mir Husein Musaví, que oficialmente obtuvo sólo el 34% de los votos, frente al 63% de Ahmadinejad, pidió a la instancia competente, el Consejo de los Guardianes de la Constitución, la anulación de los resultados.El candidato reformista Mehdi Karubi, que obtuvo un pobre resultado en la elección, aseguró por su lado que no reconoce a Ahmadinejad como presidente.Este acusó a sus adversarios de mantener vínculos con el extranjero, y a la prensa extranjera de librar “una guerra psicológica” contra su gobierno.Las posibilidades de que el resultado sea anulado son a priori ínfimas. Los miembros del Consejo son nombrados directamente e indirectamente por el guía supremo iraní, el ayatola Alí Jamenei, que se congratuló el sábado de la reelección de Mahmud Ahmadinejad.El domingo al mediodía, nuevos incidentes estallaron en Teherán entre unos 200 partidarios del candidato opositor Mir Husein Musaví y las fuerzas de seguridad, que usaron gases lacrimógenos para dispersarlos.Unas 170 personas, 70 de ellas consideradas “organizadoras” de las protestas, fueron detenidas, indicó el subjefe de la policía, Ahmed Reza Radan, citado por la agencia oficial IRNA.Por la tarde, la policía efectuó disparos al aire para obligar a retroceder a manifestantes que avanzaban por una avenida de la capital. Según constató un periodista, no hubo heridos.La capital no había vivido actos de violencia de tal magnitud desde los disturbios estudiantiles de julio de 1999.La red de telefonía móvil, cortada el sábado por la noche, fue restablecida este domingo.Pero algunos periodistas extranjeros enviados para cubrir las elecciones fueron obligados a abandonar el país, como dos reporteros de la televisión pública holandesa.El domingo, la oficina de la cadena por satélite Al Arabiya fue cerrado por una semana y la BBC indicó que los satélites que difunden sus programas en Oriente Medio y Europa sufrían fuertes trastornos “procedentes de Irán”.La tensión política se acrecentó el domingo por la mañana con la detención de al menos nueves responsables reformadores, entre los cuales dos ex viceministros, partidarios de Mir Husein Musaví. Algunos fueron luego liberados.En una rueda de prensa este domingo, Ahmadinejad comparó a esas personas, así como a Musaví, a “seguidores de partidos de fútbol cuyo equipo ha perdido”.

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