Demanda penal hoy
Desde el principio de la campaña electoral de AMLO por la Presidencia de la República, declaró que las instituciones en la actualidad, tal como existen, son obsoletas, inútiles y pervertidas por la corrupción y por la impunidad”.
En mi opinión, es importante esta aclaración porque existen voces discordantes en el sentido de que después de deslegitimar este líder a las instituciones, ahora acuda a ellas en busca de justicia. Es cierto.
Desde hace décadas, México pelea el primer lugar en materia de injusticia y corrupción. Las instancias vinculadas con la impartición de la legalidad en el país se han prostituido política y monetariamente, por lo que no es de esperarse que las instituciones a las que acude el Movimiento de la izquierda, comandada por López Obrador para exigir justicia contra la oligarquía de Los Pinos, responda con la balanza del honor y la justicia en la mano. El líder es conciente de ello.
Pero es indispensable que la población fortalezca su conciencia ciudadana de libertad acudiendo a dichas instancias, utilizando todas las formas de luchas democráticas posibles, incluyendo las electorales, no obstante su enorme desprestigio e incredibilidad.
Luchar POR AHORA sin exabruptos, sin violencia, sin armas (porque ya ni los zapatistas recomiendan la acción armada). Y como decían los revolucionarios clásicos, no bastan las determinantes subjetivas para alcanzar los logros de las luchas. Es imprescindible que sea favorable a la democracia la correlación de fuerzas y lo permitan también las condiciones objetivas. ¿Podríamos aventurarnos a que la correlación de fuerzas nos favorezca en este momento? ¿Y las condiciones objetivas, a pesar de la miseria del pueblo y la bancarrota de la economía del país, inclinan la balanza de este lado?
A mi parecer, todavía no. Baste un ejemplo, con mencionar al sindicato magisterial. ¿Quién controla su fortaleza? ¿Enajenación en la mayoría de sus integrantes? Es cierto.
También observamos casi diariamente marchas, plantones, protestas que no van más allá de nuestras mentadas de madres. Son sectores que se mantienen firmemente en sus protestas y demandas, pero son SECTORES.
Lo que podríamos llamar el “grueso de la población”, lumpen, clase media y hasta trabajadores están más pendientes del triunfo o derrota del equipo de fútbol mexicano que el alza desorbitada de la canasta básica y sienten más una derrota de su equipo que la disminución del poder adquisitivo de su salario. Porque además, ¿cuánto desembolsa un obrero con su familia para asistir al campo futbolero? Y la gente como si nada.
Y con ello, ¿podemos creer que hay condiciones objetivas y subjetivas para pelear por un cambio democrático en estos momentos? ¿Irá la población mexicana a una revolución pacífica?
Pero AMLO no quiere una revolución en estos momentos, y aunque la quisiera, no es viable.
PERO ES IMPORTANTÍSIMA su labor de concientización de los ciudadanos. Los cambios son siempre graduales. Aun nuestra digna isla de Cuba así lo considera después de casi 50 años de revolución.
AMLO acudirá concientemente a esas dependencias anacrónicas, corruptas y necróticas, sabiendo que se reirán cínicamente de los planteamientos y demandas del pueblo. Pero el Movimiento por la democracia continuará sin cesar ni un minuto, bajo la conducción de AMLO y sus asesores. El cambio llegará con la participación de todos los sectores sociales, sólo ellos tienen la decisión en sus manos y el momento en que inducirán al país hacia la justicia. Denlo por seguro.
Imposible creer que en estos momentos las instancias legales den la razón a Andrés Manuel, cuando es sabido que han dado suficientes muestras de vergonzosa y nefasta protección e inmunidad a Raúl Muñoz Leos, Carlos Moreno Dechamps, Luis Ramírez Corso, Francisco Labastida, a Juan Bueno Torio, a Mouriño en sus desempeños en PEMEX; Gurría, gobernador Uribe, Madrazo, Gil Heredia y su nauseabunda Secretaría de Hacienda, García Luna, Medina Mora, Gómez Mont, la suripanta SCJN, el venal (que se deja sobornar por dádivas) IFE, Estrada Cajigal, Arturo Montiel, Luis Echeverría, Mario Marín, Elba Ester Gordillo, los hermanitos Bribiesca, Marta Sahagún, el orate Fox, Fernández de Cevallos y muchísimos más de la misma cepa epidémica. Todos ellos, además de la cúpula, son la podredumbre en efervescencia.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario