Prensa Latina
El gobierno ecuatoriano denunció los intentos del viejo poder derrocado y atrincherado en empresas de difusión privadas de tratar de dañarlo con falsos paradigmas de una libertad de expresión.
En una declaración, difundida por el periódico digital del ejecutivo El Ciudadano, se rechaza asimismo la preocupación expresada en un manifiesto por los ex presidentes del país Sixto Durán Ballén, Gustavo Noboa y Oswaldo Hurtado sobre la libertad de expresión en esta nación andina.
Al subrayar que no puede existir "libertad sin responsabilidad", la nota señala que el gobierno, que goza de siete triunfos electorales consecutivos, no ejerce presión sobre los medios de comunicación, muchos de los cuales se dedican a tergiversar información y crear un ambiente de dudas y malestar, felizmente rechazado por la población.
Destaca que desde el primer día, en enero del 2007, esta administración se rebeló contra el chantaje mediático impuesto a anteriores gobernantes e hizo uso de sus derechos constitucionales para exigir una información veraz, equilibrada y plural, como lo estipula la nueva Constitución.
Por ello, causa indignación que tres ex mandatarios, considerados como los que más pagaron deuda y renegociaron con total entreguismo a favor de los acreedores, sigan con su apoyo a cierto sector de la banca, esta vez, bajo el pretexto de salvaguardar la libertad de expresión, indica el documento.
Durán Ballén, Noboa y Hurtado defendieron en días pasados al canal de televisión Teleamazonas, empresa relacionada con el Banco del Pichincha, que enfrenta ahora un proceso administrativo por difundir noticias, basadas en supuestos, indica la declaración.
Vale recordar en tal sentido el Reglamento Secreto de Requisición, firmado en agosto de 1982 por Hurtado Larrea, en el que se disponía textualmente "que los medios de comunicación social serán administrados por sus propietarios, bajo control del Estado", refleja la nota.
No se puede olvidar tampoco -muestra el documento- la clausura de Radio Latacunga y de las Escuelas Radiofónicas Populares de Ecuador, ordenada durante el gobierno de Durán Ballén (1992-1996), porque sus comunicados "azuzaban a los indios".
Precisamente fue ese jefe de Estado quien el 2005 firmó la reforma a la Ley de Radiodifusión y Televisión, que prohíbe a los medios de prensa "transmitir noticias, basadas en supuestos, que puedan producir perjuicios o conmociones sociales o públicas", la cual se aplica ahora en el caso Teleamazonas, destaca.
En el caso de Noboa, la nota revela como este criticó en el 2001 a la prensa por "la falta de objetividad con la que ciertos medios registran las acciones de gobierno".
Para la actual administración, estas figuras tratan el tema de la libertad de expresión con una impresionante doble moral y se oponen ahora a la aplicación de leyes que ellos mismos apoyaron e implementaron.
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