jueves, octubre 29, 2009

Cínicos

Octavio Rodríguez Araujo

Cínico: que muestra cinismo. Cinismo: Desvergüenza en el mentir o en la defensa y práctica de acciones o doctrinas vituperables.

El cinismo de Calderón, de su equipo, de no pocos legisladores y de los más altos tribunales del país, es de antología. No disimulan sus verdaderos intereses ni su parcialidad al favorecer a las grandes empresas, unas consentidas y otras no tanto, en contra no sólo de la mayoría de la población mexicana, sino del país y su deseable soberanía (cada vez más menguada).

Los presidentes más representativos del neoliberalismo mexicano no han tenido vergüenza en su obviedad. Salinas privatizó decenas de empresas públicas y los bancos para darles el paquete a sus amigos, al mismo tiempo que les dio más poder a las empresas televisoras. Fue también el gobernante que creó el Fobaproa (Fondo Bancario de Protección al Ahorro de los empresarios) y el que le dio alas a los alacranes eclesiásticos, valga la figura, para que a cambio de intervenir en política complementaran la ideologización conformista y masiva de Televisa y Tv-Azteca. Zedillo continuó con las privatizaciones, entre ellas la de los ferrocarriles, a cambio de ser parte de la dirección de la Union Pacific, dueña, en parte, de los ferrocarriles entregados al capital privado (junto con el Grupo México, una de las compañías mineras más importantes del mundo, gracias también a Salinas y a Zedillo). Zedillo creó también el Programa de Capacitación Temporal y posteriormente la Unidad Coordinadora para el Acuerdo Bancario Empresarial para que los empresarios reestructuraran sus deudas. Fox continuó la política de sus antecesores y así, bajita la mano, inició la privatización por contratos de servicio de los hidrocarburos y la electricidad. Calderón siguió los mismos pasos y de golpe, con pretextos que poco a poco son desmentidos al salir a la luz nuevas informaciones, desapareció no sólo Luz y Fuerza, sino a sus trabajadores enviándolos al infierno del desempleo.

Ninguno de estos gobernantes creó un fondo para el empleo, por ejemplo, o para pagar seguro de desempleo a las víctimas del capitalismo neoliberal que tanto ellos como los empresarios provocaron con su rapacidad. Al contrario, disminuyeron en términos reales los apoyos a la seguridad social y a la educación pública, así como los subsidios, convirtiendo a los pobres del país, que aumentaron y siguen creciendo, en clientelas políticas por la vía de migajas caritativas apenas suficientes para no morir de hambre.

El cinismo de Calderón ha sido revelado, ¡quién lo dijera!, por una de sus colaboradoras, la subsecretaria de Telecomunicaciones, Gabriela Hernández Cardoso. Esta licenciada, como bien lo ha escrito Carlos Fernández-Vega en este diario, anunció que se licitará ya, en noviembre, la explotación de la fibra óptica triple play que tendieron la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y Luz y Fuerza del Centro (LFC).

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