Año 8, número 3146
Viernes 23, octubre del año 2009
La medida (traición también cabría) aprobada por los “representantes” del Pueblo, con la que supuestamente Felipe Calderón pretende combatir la pobreza, en poco tiempo dará, como lógico resultado, todo lo contrario.
Subir los impuestos y despedir empleados, más que solución a los problemas económicos que trae consigo una recesión, es prender la mecha del estallidos social, como hasta el cansancio ha sido advertido por personajes de sobra reconocidos, entre otros, el Rector de la UNAM, don José Narro.
Además de que el supuesto combate a la pobreza no solo no va a resultar como pretenden, como quedó estipulado, sino que además no es cierto, pues el dinero que se recaude será utilizado para otras cosas; como siempre ha sucedido (al tiempo)
Como tampoco es cierto que Calderón iba destinar ese dinero para prevenir la “pandemia” de influenza. Tan es así, que las medidas que tan erróneamente se tomaron en la 1ª etapa, y que ocasionaron la debacle del turismo (cubre-bocas, gels antivirus, cierre de escuelas y centros de reunión y toda la parafernalia con la que pretendía cubrirse de gloria y que le salió tan mal) hoy ya no se toman.
Y si el Secretario de Hacienda, siguiendo las instrucciones de don Felipe, había anunciado que para fines de año se vería la recuperación. Y más, que para el año entrante todo volvería a estar como antes de la crisis.
Las noticias sobre la recesión que llegan de los EEUU, donde las solicitudes de ayuda para el desempleo se han multiplicado exponencialmente, dan a entender que no será así.
Por lo que para fines de año vamos a estar más mal de lo que ya estamos; y que para el año entrante, todo será mucho peor.
¿Hasta cuando?
Hasta que los mexicanos decidamos tomar las riendas de nuestra vilipendiada Patria y llevando a cabo un boicot nos deshagamos de quienes hoy, más que nuestros Gobernantes, son nuestros enemigos.
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