EDITORIAL. Deliberado. Intencional.

Año 8, número 3171

Martes 17, noviembre del año 2009

El que finalmente los diputados y senadores le hayan quitado recursos a las Universidades públicas, fue una acción deliberada e intencional, que forma parte de un plan perfectamente establecido desde hace años por el Vaticano a través del Yunque, la secta ultra derechista que desde hace años está reclutando jóvenes de los colegios católicos para literalmente lavarles el cerebro y convencerlos de dar la vida por Jesús.

Las Universidades, donde los pensamientos vuelan libremente (excepción hecha de la Universidad Veracruzana donde se ejerce la censura, curiosamente, también por cuestiones religiosas y a instancias del obispado) necesitan más presupuesto, no menos.

Mismo obispado que acaba de sufrir una aplastante derrota ante las decididas mujeres veracruzanas, que firmemente se opusieron a que se penalizara el aborto y en consecuencia se encarcelara a las mujeres que por una u otra causa tuvieran que interrumpir su embarazo.

Cuando lo que pretendían en el Congreso local, era aprobar una Ley antiaborto que no les permitiera a las mujeres ni abortar en caso de violación, malformación del feto y aún en peligro de vida para la madre, lo que ya es punto menos que escandaloso e intolerable.

Como escandaloso e intolerable es que con el pretexto de que hay que amarrarse el cinturón, le reduzcan los presupuestos a las Universidades públicas.

Cuando a los que habría de cinchar serían al Secretario de Hacienda y al Presidente de facto, quien sigue gastando dinero a manos llenas en publicidad y propaganda. Y en viajes inútiles, hay que decirlo, como el que acaba de realizar hasta Singapur, donde la reunión acabó, como todas, en nada concreto y sin beneficio cual ninguno para la Nación.

Pues lo que quieren en el Vaticano es no solo el estupendo negocio que representan las Universidades privadas, sino seguir promoviendo la estulticia de una religión que, ya pasada, hoy se enfrenta a un mundo informado que les está arrebatando a los feligreses, que se les están yendo de las manos y de control.

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