El Correo Ilustrado
Margarita Isabel
Ya que me es imposible acudir al Distrito Federal para unirme al apoyo que actores e intelectuales van a brindar al SME, lo hago por medio de La Jornada, porque tengo rabia.
Pasó lo que me temía desde los tiempos del malvado Salinas: tarde o temprano, los de arriba iban a vender lo que nos quedaba, lo que no es suyo; lo más preciado…la luz nuestra, la que nos ilumina a todos.
La van a vender a quienes les sobra la luz, pero de la otra. Van a dejarnos a oscuras, y en la oscuridad del desempleo a los trabajadores que nos daban luz; a los que se jugaban la vida escalando aquellos gigantes electrificados –a los que domaban con conocimiento y valor para que todos pudiéramos ver de noche y alumbrar nuestros días sin Sol.
Pero
“nada personal”. Cosa de negocios, como diría Al Capone, y para ello había que exterminar a uno de los sindicatos más fuertes y de mayor conciencia sindical, el cual no aceptaba la privatización y –cosa rara– su líder no estaba a la venta…no había una Elba Esther o un Deschamps con quien el gobierno pudiera negociar. Así que, de un plumazo, el inquilino de Los Pinos apaga la luz y elimina la fuerza de trabajo y la experiencia de más de 40 mil trabajadores.
A ellos, los trabajadores de Luz y Fuerza, mi respeto y el deseo de que su lucha se convierta en la más grande muestra de solidaridad de todos los sindicatos, de todos los gremios, de todos los tiempos. Por ésta y por las que nos deben.
A dejar de pagar la luz, a paralizar el país, a usar la única arma que tenemos contra los que ostentan todo, el poder y el dinero y la perversidad de quitarle a más 40 mil familias el pan de la boca.
Margarita Isabel, actriz
Posdata: felicidades a La Jornada por su cumpleaños, y mil más, porque sin La Jornada, yo no puedo despertar
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