martes, diciembre 08, 2009

¿Y así, abucheado, va a seguir "tres largos años" más?

Del economista Stiglitz al astronauta Hernández

Conjeturas
Por Alvaro Cepeda Neri

Ya las críticas y rechiflas son duras y tupidas a la persona que ocupa el cargo federal de uno de los poderes del Estado y que es el Ejecutivo. Le llueven a Calderón abucheos y, desde todos los sectores de la economía privada, severos cuestionamientos por el mal manejo de las políticas públicas.

Nada de lo que es responsable le ha salido bien. Ni siquiera regular.

Por esto es que ya se habla de que el sexenio calderonista ha fracasado y está terminado. Los indicadores y calificaciones internacionales (The Economist: Guía de los indicadores económicos. Las claves para comprender la economía; ediciones Del Prado), constantemente señalan la pésima funcionalidad económica del país. Y la medida sobre la corrupción nos pone en los últimos lugares.
El economista Joseph Stiglitz dedicado, tras su renuncia al FMI, a analizar las políticas públicas, llegó a nuestro país invitado para dar una conferencia. Y manifestó que Calderón y su gobierno tuvieron “un pésimo manejo de la crisis” interna y las oleadas de la recesión mundial que exportó la administración de Bush, a través de la globalización de los mercados abiertos de par en par. No acababa de dar su opinión, cuando Calderón ordenó a sus empleados desmentirlo y se le fueron encima desde Carstens hasta sus más tontos secretarios, de Economía y Sedesol.
Obviamente ninguna respuesta de los calderonistas dio en el blanco, ya que Stiglitz sólo sintetizó lo que dentro del país le han criticado al inquilino de Los Pinos: que todo lo ha hecho mal, muy mal y requete mal. Por ejemplo: en lugar de estimular el consumo, la premisa básica de todo capitalismo, lo que acaba de hacer, con los remilgos de los legisladores que finalmente aprobaron cómo obtener ingresos, aumentó los impuestos y creó otros.
Está desalentando la inversión al elevar los costos y las empresas continuarán despidiendo trabajadores. Y Calderón como Fox se acabaron las utilidades petroleras. Esto mientras no hay un manejo eficaz y transparente del gasto gubernamental.
Después los calderonistas invitaron al ingeniero y astronauta José Hernández Moreno, estadounidense supuestamente de padres mexicanos que se fueron al vecino país. Calderón hasta le pidió un autógrafo. Y cuando la inútil secretaria de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa (no Patricia Flores, la poderosa jefa de oficina presidencial) le concedió el uso de la palabra, éste agradeció la invitación calderonista e hizo algunas observaciones comparativas de Brasil y México, para terminar diciendo que el atraso económico y social de los mexicanos es preocupante.
En suma se puso a criticar a Calderón y éste se hacía más chiquito ante los cuestionamientos, Brasil está en la prosperidad, y en cambio México “lo veo muy atrasado”. Tanto el economista como el astronauta culminaron la andanada de rechiflas, críticas y descalificaciones contra Calderón y su grupo, quienes terminan su tercer año y empiezan el cuarto de un sexenio que llevó a los mexicanos a su mayor desgracia vía el desastre de la crisis económica.

cepedaneri@prodigy.net.mx

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