Gilberto Balam Pereira
Sobre brote de influenza pasada, corrupción y demagogia
Recientemente se inició la vacunación contra la influenza A/H1N1 en el estado y ya está a la venta el biológico en las farmacias de la localidad. Por mi parte me negué a que me la aplicaran en el ISSSTE porque es un producto elaborado al vapor, sin desarrollar su investigación con tiempo suficiente y obligada ética, para demagogia de los gobernantes, y para enorme beneficio de millonadas de dólares de los codiciosos laboratorios farmacéuticos, para que Fecal continuara con su demagogia de héroe de la humanidad al declarar que él fue la primera autoridad que alertó al mundo sobre los riesgos de la “pandemia” del año pasado. Y su Secretario Federal de Salud se lo creyó y ya se anuncia éste como aspirante presidenciable del 2012.
Fue una campaña de pánico orquestada por la OMS y sus países socios. Fue una reacción sobredimensionada. La cuestión de fondo está en el asesoramiento que recibió el gobierno mexicano. Los políticos no son especialistas en nada. Requieren de asesores honestos, insobornables, críticos, transparentes. Hay que ver si esta gente actuó de manera estúpida o si hubo sobornos de por medio.
Es de esperarse que se hagan las suficientes investigaciones a fondo sobre esta corrupción en la OMS y la demanden por indemnización por daños y perjuicios, como ocurrió con México cuyas autoridades presionaron a la población para seguir una serie de medidas ridículas e innecesarias, como cierre de escuelas, restaurantes, cines y espectáculos contribuyendo con ello a acrecentar la crisis económica de las familias de los trabajadores.
Ya vamos saliendo de la temporada de verano-invierno y no se han dado casos de influenza. Entonces ¿por qué tanta preocupación por esta campaña de vacunación? Cuando un virus es mortal, se propaga rápidamente pero pierde también pronto letalidad o peligro. Así, las autoridades mexicanas estuvieron dando a la población noticias de defunciones a causa de la influenza de lo más contradictorias y absurdas, en que mezclaban defunciones por gripa común y otras infecciones respiratorias sin capacidad de discernimiento. Algo positivo de la pasada campaña antiinfluenza es que los niños aprendieron a adoptar medidas preventivas contra las enfermedades infecciosas, que son válidas para cualquier infección respiratoria y que se informan en cualquier centro de salud.
Wolfgang Wodard, epidemiólogo alemán, encabeza la Comisión de Salud del Consejo de Europa, que investiga el papel de la OMS ante el brote de influenza del año pasado y responsable ésta de la onerosa campaña para los gobiernos. Se utilizó más el pretexto de la expansión del virus que su verdadera letalidad y mortalidad.
En el epicentro de la investigación están la transparencia y credibilidad de la OMS y los posibles medios utilizados por los grandes consorcios farmacéuticos, ávidos de resarcirse de sus pérdidas por el colapso económico. A mayor enfermedad, mayor ganancia. También se investiga a funcionarios y “científicos” a cargo de la salud pública mundial, así como a los medios de comunicación que contribuyeron a la confusión pública. Por el momento ya hay indicios de resultados e imputaciones.
Definitivamente se trató de una pandemia fabricada y falsificada para beneficio de la industria farmacéutica que ha visto de repente sus inversiones con enormes dividendos, situación de la que son cómplices “ilustres” virólogos vinculados a la OMS la cual movilizó 20 mil millones de dólares en todo el mundo, un dinero que ahora necesitaríamos para Haití, por ejemplo. Ha sido una campaña aterradora de la única institución que debiera ser confiable.
La OMS tiene que ser un organismo confiable o no lo necesitamos.
Wolfang Wodard declara enfático con irritabilidad:
“Hubo contratos especiales con EU para reforzar la campaña, pero no se ha tratado de brindar protección, sino evidentemente de ganar dinero. La población mundial debe estar enterada que ésta es una nueva vacuna producida en biorreactores a partir de SIMILES DE CELULAS CANCERIGENAS (subrayado mío) lo que obliga a hacer suficientes estudios que demuestren que a través de la vacuna no se puede generar ningún tumor. Se está exponiendo a la población a riesgos no bien conocidos. Esperemos que a través de este “affaire” se visualice mejor el problema de conciencia vinculado a la corrupción de la ciencia y a la atención que le prestamos a los científicos. Hay que invertir en científicos que sean independientes de la industria farmacéutica. El papel de los medios también es problemático porque todos viven del pánico. Y si se comprueba que en efecto no había motivos para dicho pánico y los medios han vivido de eso, hay que ventilar un nuevo escándalo, como yo hago ahora, para que los medios escuchen”, dijo Wodard.
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