viernes, abril 23, 2010

Exitosa cumbre de los presidentes del ALBA.



Kaosenlared / EMILIO MARÍN

Así como para los argentinos el Bicentenario del primer gobierno patrio se cumplirá el 25 de mayo, para los venezolanos fue el 19 de abril. Y el mandatario venezolano tiró la casa por la ventana, con cumbre y gran desfile.

ALBA es el amanecer pero también tiene un significado político, pues alude a la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América. Este espacio fue creado en diciembre de 2004 mediante una declaración firmada en La Habana entre Fidel Castro y Hugo Chávez. Ese polo político enfrentó decididamente al proyecto norteamericano y de sus súbditos, conocido como ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas), al punto de echarlo a pique en noviembre de 2005 en Mar del Plata. Fue una gran victoria sobre George Bush, Álvaro Uribe y el mexicano Vicente Fox, que habían apostado todas sus fichas al ALCA.

Desde entonces el proyecto cubano-venezolano fue ampliando sus fronteras, acorde a los nuevos tiempos latinoamericanos y a las necesidades de integración que otros gobiernos fueron capaces de interpretar.

Hoy el ALBA contiene a los dos socios fundadores más Bolivia, Nicaragua, Ecuador, Dominica, San Vicente y Granadinas, y Barbuda y Antigua. Hubo una sola amputación, pues Honduras se había sumado en agosto de 2008 con su presidente constitucional, Manuel Zelaya, pero éste fue derrocado con un golpe cívico-militar en junio siguiente. Y el nuevo mandatario, Porfirio Lobo, con un parlamento mayoritariamente golpista, sacó a Honduras del espacio latinoamericanista con el argumento de que es demasiado anti-norteamericano y a él no le interesa pertenecer.

Lobo, del Partido Nacional, y las cúpulas del Partido Liberal, de la oligarquía hondureña, la jefatura castrense y los pulpos mediáticos dieron el putsch de junio pasado para desembarazarse de un presidente democrático ingresado al ALBA. Ellos salieron de este tratado de cooperación e integración porque quieren mantener la dependencia con el imperio, darle aeropuertos y bases militares, amarrar su comercio desigual, etc.

Pero, a despecho de esa salida de un socio, que se supone será transitoria porque Zelaya fue propuesto por Chávez como directivo de Petrocaribe y en algún momento él u otro patriota volverá a presidir el país. Lo cierto es que en los últimos casi seis años, el bloque ha crecido en cantidad y calidad.

En cantidad porque sus miembros son ocho, con un noveno que a veces participa como invitado, Paraguay. Las dificultades domésticas de Fernando Lugo pueden explicar que aún no haya pedido su incorporación plena.

Y en calidad porque de conjunto e individualmente los gobiernos que lo integran han madurado, al punto de no tener vergüenza en declararse antiimperialistas varios de ellos, y en transición al socialismo otros. Cuba se proclamó socialista en abril de 1961, al derrotar la invasión en Playa Girón. Esa victoria total fue un 19 de abril; las vueltas que tiene la historia, es la misma fecha que la del lunes, cuando los venezolanos festejaban su Bicentenario a lo grande.

Imponente desfile

Por el céntrico Paseo de los Próceres, en la capital, desfilaron miles de soldados regulares y paracaidistas, pero también civiles de las milicias, hombres y mujeres en armas. En pequeñas cantidades, también marcharon militares de Libia, Brasil, Guatemala, Argelia, Uruguay, San Vicente y las Granadinas, Dominica, Cuba, Bolivia, Nicaragüa, Argentina, Ecuador y Belarus. Los locales mostraron tanques, aviones, helicópteros y otros instrumentos de defensa nacional. Chávez aclaró que el país tiene decidido no volver nunca más ser colonia. Defender cada “milímetro” del territorio y la soberanía es tarea sagrada de los militares pero también de los civiles, agregó. E hizo una comparación con la situación imperante en abril de 2002, cuando la doctrina de “guerra de todo el pueblo” no estaba clara y mucho menos instrumentada, por lo cual el golpe había logrado pasar en los primeros momentos. La reconquista fue obra de algunas unidades militares leales al presidente y de civiles desarmados. Ahora será distinto, por los fierros que se vieron en el desfile.

Con la concepción socialista del bolivariano no sólo había lugar para soldados y armas defensivas. También marcharon trabajadores, algunos con cosechadoras vendidas por Argentina como parte de los convenios firmados desde 2003.

La presidenta argentina estaba en el palco con el resto de los invitados, pese a que el país no es integrante del ALBA. El otro invitado en esa condición era Leonel Fernández, de República Dominicana. Los demás eran todos del mencionado espacio: Raúl Castro, Evo Morales, Daniel Ortega, Rafael Correa y los primeros ministros de Antigua y Barbuda, Winston Baldwin Spencer; de Dominica, Roosevelt Skerrit, y de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves.

Evo estuvo en la parada pero no se quedó a la reunión pues debía estar en Cochabamba, para inaugurar la “Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra”, donde se inscribieron 15.000 personas.

El “Manifiesto Bicentenario de Caracas Consolidando la Nueva Independencia” afirma que “la lucha contra el intervencionismo, particularmente el militar, y por la preservación y el restablecimiento de la paz, son elementos esenciales de la acción de los países del ALBA en su relación con el mundo”.

Si el imperio embiste contra este erizo defensivo, llevará las de perder, como en Girón.

Las bilaterales de Chávez

El venezolano desplegó una gran actividad previa, pues viajó a Nicaragua y Cuba, entrevistándose con Ortega y Fidel Castro.

También estaba previsto un encuentro con su colega chino, Hu Jintao, quien iría a Caracas luego de la II Cumbre del BRIC en Brasilia, pero el terremoto en una provincia suroccidental hizo que Hu regresara de apuro. El sábado 17 el venezolano recibió a una alta comitiva de ese país y se firmaron siete convenios en los sectores energético, financiero y eléctrico. Acordaron explotar en forma conjunta el Bloque Junín 4 de la Faja Petrolera del Orinoco, principal reserva mundial de crudo, y Beijing puso a disposición de Caracas un fondo de 20.000 millones de dólares para emprendimientos binacionales.

El bolivariano tuvo una entrevista con la mandataria argentina y firmaron 27 convenios comerciales y de cooperación. Cristina Fernández definió que la relación con Venezuela “es estratégica y no clientelar; debe ser la lógica que debe comenzar a regir en las relaciones comerciales en el mundo”.

Además de ese encuentro en Miraflores, Cristina había sido invitada de honor y oradora en el acto oficial del Bicentenario en la Asamblea Nacional.

La derecha argentina se mostró desesperada por el avance de ese vínculo. Fernando Laborda, de “La Nación”, acusó a la viajera de ser cómplice de dictaduras: “el coraje que tuvo la Presidenta para humillar en público a su par de Guinea nunca lo exhibió para señalar las atrocidades de regímenes autoritarios de América latina, empezando por el de Cuba y terminando por el de Chávez”.

Los convenios con Venezuela deben tener cosas muy buenas para que los voceros del establishment y de Washington ataquen de ese modo…

Por supuesto que no podía faltar una reunión del dueño de casa con Raúl Castro, donde se repasó la marcha de las relaciones. Un dato sobre la mejoría de la salud venezolana en base al programa “Barrio Adentro”, con ayuda cubana, lo decía todo. El ministro de salud Luis Reyes puntualizó el viernes 17 que ese emprendimiento de salud comunitaria cumplió siete años de atención médica gratuita y de calidad en Venezuela, donde salvó la vida de alrededor de 1.650.000 personas.

Entre la VII Cumbre del ALBA en Bolivia, la VIII en La Habana y esta IX en Caracas, se ha avanzado en la formación de empresas con capital de los socios, que ya funcionan en pesca y agricultura. En simultáneo, se van implementando planes de tecnología autónoma, acuerdos de universidades y programas culturales. Todo eso sin olvidar el Banco del ALBA, que ya tiene sus primeros 85 millones de dólares para financiar obras de integración.

Los pueblos latinoamericanos cuentan con esta alternativa como la más sólida y antiimperialista. Junto a otros gobiernos que no llegan a tanto, como los de Argentina y Brasil, y el resto de los participantes de febrero pasado en la cita de Playa del Carmen, México, tienen acordado reunirse en Caracas el 5 de julio de 2011. Allí darán nacimiento a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), una OEA buena, sin EE UU ni Canadá. George Bush debería alegrarse de estar retirado en su rancho texano y no tener que lidiar con estos adversarios cada vez más numerosos y organizados.

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DIFUSION: TONATIUH MALDONADO.

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