viernes, abril 23, 2010

Quien enseña y quien aprende

Barómetro Internacional

Bruno Peron Loureiro

Es frecuente la pregunta sobre si las personas a nuestro alrededor enseñan o aprenden. En la tentativa final de determinar si ellas tienen una forma de pedagogía, nos asombramos con el diagnóstico de que debemos ejercer el ejemplo aunque no creamos en esta prerrogativa. Mantenemos este tipo de dudas existenciales.

Para algunos, ha llegado la hora de escoger entre habitar un planeta digno o moverse en las esferas más oscuras e inferiores de la evolución humana. Las tesis apocalípticas abrazan el momento más oportuno de vulnerabilidad de nuestra especie.

Quedó atrás el tiempo en que se dejaba para más tarde lo que podía hacerse inmediatamente. Las decisiones no aceptan más prórrogas. No pospongamos más el mérito de los que cosechan la paz y la armonía en detrimento de los excluidos de un planeta que debe ser mejorado.

La cultura del miedo en que culminan las sociedades técnicamente modernas pero atrasadas moralmente, tiene los días contados. Las fuerzas del bien sobrepasan a las del mal.

Se van acumulando los síntomas de las acciones obsoletas.

La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) tiene 120.000 militares en Afganistán y Barak Obama anunció el envío de otros 30.000. Las previsiones del inicio de una retirada de tropas se dan para mediados del 2011.

En este interín, aparecen los testimonios de los sinsabores de una reconstrucción marcada por intereses económicos y políticos en Haití, los descarados ataques a territorio palestino por parte de los israelíes, la intermitencia de ataques terroristas (como el del metro en Rusia) y otros desastres producidos por una especie en descomposición.

Podríamos oír los chismes de los animales cuando agredimos su hábitat colectivo. ¿Qué dicen las hormigas de nuestra aptitud para el desastre?

La espectacularidad de las “noticias” (no confundirlas con “hechos”), como el juicio de la pareja Nardoni en Brasil, lanza oscuridad donde había una grieta de luz. Da la impresión de que nuestra justicia funciona. Una nueva ilusión luego de tantos descalabros.

Mientras tanto, la justicia divina cuida, a su modo, de las denuncias de pederastia en el medio católico, bajo el manto de una institución hipócrita que deposita en la amnesia los conservadurismos, los dogmatismos, las torturas y las opulencias que ha cultivado.

Por los caminos cerrados de la ineficiencia de la política federal en Brasil, se busca encontrar una brecha a la propuesta trillonaria del Programa de Aceleración del Crecimiento 2 (PAC2) que se dedicaría a los sectores de energía, agua, vivienda y transporte.

Falta transparencia para al menos descubrir si los detentadores del poder enseñan o aprenden. Nótese como esta es una duda frecuente en la mayor parte de los contratos que tenemos con otros. Más aún cuando se trata de los opacos caminos de la política nacional.

Para entender el juego es necesario conocer las reglas. Caso contrario el PAC” sería extremadamente electorero e irrespetuoso con un candidato o candidata a la presidencia de la República Federativa de Brasil que no sea el indicado(a) por Lula.

Sería preferible que no hubiera intromisión militar en Afganistán e Irak, que el terrorismo fuera abolido y que el sensacionalismo de los que tienen el poder de comunicar tuviera su página en blanco.

La humanidad siempre espera grandes purgas.

Como nadie es detentador de conocimientos ciertos en los planos material y moral, aunque la hipocresía arroje sombras, nos toca oír a los posibles profesores y perseverar en aquello que hacemos mejor. Aprendamos y enseñemos sin miedo a titubear.

Es mejor demostrar nuestra insatisfacción que silenciarnos en una cobardía injustificada. No queremos conflictos, guerras, mentiras y desgobiernos. Aceptemos naturalmente la próxima etapa de la humanidad.

Simientes de bondad y compasión germinan en puntos diversos del orbe. La generación que se avecina trae la misión de rescatar este planeta de la mezquindad moral. Súmese a la lucha.

No nos detengamos en las diferencias y los desajustes.
Potenciemos el objetivo común de amar y prosperar.
Hagamos lo mejor por el bienestar de todas las especies de este planeta

http://www.brunoperon.com.br

Traducción: Miguel Guaglianone

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