MÉXICO, D.F., 19 de abril (Proceso).- A menos de dos meses de la Copa del Mundo Sudáfrica 2010, en TV Azteca se vive prácticamente una guerra interna que tiene descabezado su proyecto mundialista, enfrentados a sus principales comentaristas, Christian Martinolli, Luis García y André Marín, y una larga cadena de despidos. Exempleados de esa televisora cuentan a Proceso el infierno que se vive en el área de deportes.
Hace cuatro años, la salida de José Ramón Fernández de Televisión Azteca dejó una estela de destrucción en el área de deportes que hasta hace poco competía en audiencia con Televisa en eventos como el Mundial de futbol y los Juegos Olímpicos. Hoy, a dos meses de Sudáfrica 2010, tiene a su equipo de cronistas deportivos fracturado y descabezado y sin definir su propuesta informativa.
En entrevista con Proceso, exempleados de la televisora denuncian que unos 80 trabajadores han sido despedidos de forma injustificada, algunos sin liquidación, desde que la dirección de noticias que encabeza Ignacio Suárez se hizo cargo de la dirección de deportes en octubre de 2008.
Aseguran que los reporteros de información general, y en menor medida los contados que quedan de deportes, son quienes generan los deficientes contenidos de Los Protagonistas y DeporTV, y que del grupo de cronistas deportivos sólo quedan “los mercenarios que hacen todo lo que les piden” y unos cuantos a “quienes no han podido correr, pero les hacen la vida miserable”.
Por ejemplo, André Marín, quien llegó a fungir como el responsable de la sección de futbol de esa televisora, dejó de ser el reportero de la Selección Nacional, trabajo que realizó ininterrumpidamente durante poco más de 10 años, por las diferencias irreconciliables que tiene con Christian Martinolli y Luis García.
Fabiola Ochoa, exproductora del noticiario Hechos Meridiano y del fallido programa Póker de Reinas (que apenas duró un par de meses al aire), fue asignada como productora general del proyecto Sudáfrica 2010, mientras que, ante la incertidumbre, los productores Óscar López y Enrique Valdés pidieron no participar en el proyecto y prefirieron regresar a la dirección de noticias.
Hasta hoy, la oferta de TV Azteca para el Mundial la encabezan Christian Martinolli, como narrador; los exjugadores Luis García y Jorge Campos, como analistas; los exmundialistas Oswaldo Sánchez y Jared Borgetti, como invitados especiales, e Inés Sainz y Greta Rojas, de relleno.
“Desde hace dos años les pregunté qué íbamos a hacer para el Mundial; es la fecha en que no hay un proyecto. Televisa cada semana pasa la historia de un jugador y Azteca no ha hecho nada. Les dije que no estaba a gusto porque nos estábamos rezagando y me dijeron: ‘ahí esta la puerta’, y me corrieron”, cuenta Odín Ciani, reportero y productor que trabajó durante 11 años en TV Azteca y fue despedido en diciembre de 2009.
“Sin José Ramón ya no habrá Valdano ni Menotti ni Güiri-Güiri. Ya no está Marín en la Selección; los reporteros que hacen la talacha y que sí son de deportes, no todos van a ir; en su lugar, van a llevar a sus reporteros de noticias. Sí, quedan Martinolli, Rosique, García, ¿y qué más? Tienen enfrente una televisora que los va a destrozar porque mantiene su grupo de expertos, y Azteca va a ir con sus mismas cinco personas de cuadro, las dos chavas despampanantes, ¿y el plus? El Mundial no es ir a cubrir partidos de futbol, como piensa Ignacio Suárez”, lamenta Ciani.
La empresa alega que fue él quien renunció y se niega a pagarle el finiquito correspondiente. Ciani interpuso una demanda en la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, porque de un día para otro fue lanzado al desempleo.
Ciani, de 37 años, da su versión: “Hay que decirle a quienes se preguntan qué pasó en TV Azteca que llegó la gente de noticias a devastar deportes. Que reporteros, productores, editores, realizadores y comentaristas hemos sido objeto de maltratos e injusticias. Que destrozaron familias. A mí me dijeron ‘lárgate’ cuando me atreví a decir que teníamos que mejorar lo que hacíamos y porque osé quejarme por los abusos de Ignacio Suárez e Ignacio Núñez (director de información), personas del área de noticias, ignorantes del tema deportes, pero que decían que no les gustaba mi trabajo.
“Si después de 11 años no les gusta mi trabajo, que me liquiden. Callé mucho tiempo por miedo. Ahora hablo porque está de por medio mi familia. Tengo un joven de 20 años en la universidad, una niña de 15 años en la prepa y una de 14 en la secundaria, que comen, se enferman; he pasado cuatro meses muy duros, me dejaron en la calle”, cuenta Ciani.
La debacle
Cuando en septiembre de 2006 se anunció que José Ramón Fernández se despedía para supuestamente atender sus problemas de salud, luego de haber trabajado durante 33 años en la televisora del Ajusco, Pablo Latapí fue nombrado director general de Deportes de TV Azteca.
El evento deportivo más importante que le tocó durante los casi dos años que ostentó el cargo fueron los Juegos Olímpicos de Beijing 2008. Sin embargo, Latapí fue marginado y la cobertura quedó en manos de la Dirección de Espectáculos. Los reporteros y comentaristas deportivos quedaron relegados a simples invitados en la transmisión.
Al darse cuenta del error, la Dirección de Noticias se hizo cargo de la producción de la última parte de la justa veraniega con el apoyo del personal de deportes enviado a China. Fue demasiado tarde.
Barak Fever y Carlos Sequeyro, ambos ya fuera de TV Azteca, suponen que la cobertura de Sudáfrica será como la que padecieron en Beijing, cuando los reporteros de noticias elaboraban notas en las que decían que el multimedallista Michael Phelps es un “nadador lento”, o que mandaban a corte justo en el instante en que iba a empezar una competencia, o que no utilizaron las entrevistas con atletas de la talla de Elena Isinbayeva o la gimnasta Nastia Liukin porque ignoran quienes son.
“No hay producto deportes, no existe, no hay oferta, no hay nada más que las narraciones que gustan a muchos y a otros no. Su única apuesta es la Selección Nacional y lo demás no les interesa. Ni DeporTV ni Protagonistas ni los partidos de la liga. Han abandonado todo, y si ya no existe el futbol como noticia, menos otros deportes. El Mundial en Sudáfrica será peor que Beijing. Difícilmente me lo puedo imaginar, pero si hubo Protagonistas o no en esos juegos, en México ni quién se enterara. Sin un líder, en Azteca no les interesan los deportes”, reflexiona Fever.
Sequeyro ofrece algunos ejemplos: “Corrieron al productor de toda la vida de DeporTV, Emilio Reyes, y también a René López, de Protagonistas. Yo me quedé como jefe de información. Suárez asignó conmigo al productor de Hechos, Óscar López, y el día que México jugó la eliminatoria contra Honduras me sugirió que abriéramos el programa con una nota de parapente para que la gente viera que hablamos de otros deportes, que no todo es futbol. Y así, muchas veces abrimos con parapente o patinaje, y no con la nota del día.
“Supongo que así va a ser el Mundial, con los magos y payasos que les gusta llevar. Ya no viajan a los partidos de futbol, se hace en el estudio. Suárez ha hecho mucho daño, y me duele, es una tristeza que le falte al respeto al deporte y al televidente porque no le gustan los deportes”, lamenta Sequeyro.
El corredero
En septiembre de 2008, Latapí fue nombrado director de TV Azteca Tijuana. Ignacio Suárez se hizo cargo de deportes y a pesar de que el día que fue presentado garantizó que no habría despidos, comenzó a deshacerse del personal.
“En noviembre empezó el corredero. Un viernes negro corrieron a 40 personas. Los llamaban a recursos humanos, les decían: ‘ten tu dinero y vete’, o les bajaban el sueldo y los obligaban a renunciar para no liquidarlos. Suárez metió a reporteros, productores y jefes de información de noticias a hacer deportes. Me queda claro que vomita los deportes, el futbol, y nos vomitaba a nosotros, a todos los que olíamos a José Ramón o a Latapí.
“A André Marín y a Enrique Garay no los corrió porque no pudo, pero son sus enemigos número uno y les hace la vida imposible”, cuenta Carlos Sequeyro, quien trabajó tres años en TV Azteca y hoy está en Radio 13.
A pesar de que es cronista, reportero de cancha, analista y conductor, y de que se desempeñó como jefe de información y productor entre 2005 y 2008, a Sequeyro le dijeron que no encajaba en nada.
“Suárez nos decía que los de deportes no hacíamos nada bien. Tiene la idea de que somos unos tontos. Me liquidaron, pero no me dejaron subir por mis cosas. Sólo porque cuando me iba me encontré a Marín, él me dejó pasar a recogerlas. Esta gente me vio como aliado de Marín y por eso me sacaron. A muchos otros les dieron lana, como a Luis García, para que estuvieran contentos y no se quejaran, y hay otros que siguen ahí, pero están tristes, enojados, amargados.
“Un día le dije a Luis: ‘esto se está poniendo bien duro, Suárez hace esto y lo otro’. Y me dijo: ‘no, todo está muy bien’. En una junta, Suárez anunció que ya no íbamos a transmitir los partidos de Jaguares porque a nadie le importan. Dijo: ‘a ver cómo deshago el contrato’, y ahora Azteca quiere comprar ese equipo. Este señor no tiene idea de lo que venden los deportes, o un Mundial de futbol. Bueno, ¡Azteca es dueña de un equipo! Y todavía pregunta por qué tienen que existir los deportes en los noticiarios y por qué debe existir un área de deportes”, cuenta Sequeyro.
Resultado de esto es que el equipo de comentaristas de deportes de TV Azteca está claramente dividido. En un grupo está la mancuerna narrador-analista que forman Christian Martinolli y Luis García, que además de estar en las transmisiones de futbol son los titulares de DeporTV. En el otro, André Marín y Enrique Garay conducen Los Protagonistas de la noche.
Según Odín Ciani, son tres grupos: “los mercenarios que ganan mucho dinero y no se van a quejar de nada; los que no deberían estar porque no saben de deportes, y los que aman su trabajo y quisieran que esto cambiara. A Azteca le conviene tener a tontitos, títeres que no cuestionen. En las transmisiones ahora todo es burla: un comentarista sólo dice chistes y ni se le entiende; otro se la vive burlándose de los jugadores, y el otro fue un gran futbolista, pero se le olvidó que estuvo en la cancha. Son una falta de respeto al televidente sus albures, las mofas, pero como no pueden hacer un análisis serio, y no se pueden acercar a los jugadores porque los odian, recurren a eso”.
Ciani dice que ni a Suárez ni a Núñez les interesa que Azteca deportes genere información, que no mandan reporteros a las notas y que sólo cuando leen el diario deportivo Récord se les ocurre que alguien vaya a hacer la misma nota que se publica ese día en portada.
“Es un engaño deportes de TV Azteca. No tienen información o la sacan uno o dos días después que lo leyeron en Récord o en internet. Antes éramos los primeros en sacar las notas, ahora su información está podrida. Núñez, un tipo con problemas de personalidad, me decía que no le gustaba mi trabajo, que parecía poeta, pero me lo decía con aliento alcohólico y con su camiseta del Toluca puesta. ¿Cuándo has visto a un periodista serio con la playera de su equipo favorito dando instrucciones?, pero como es sobrino de Ricardo Salinas (dueño de TV Azteca) nadie lo toca”, se queja Ciani.
Ignacio Suárez, “el responsable...”
Para Barak Fever, reportero que laboró en Azteca durante 11 años, es claro quién es el responsable de la debacle en deportes: “Ignacio Suárez, así de fácil”, sentencia. Responsable de realizar La Contracrónica y Los Valedores de Iztacalco, fue despedido el 23 de junio de 2009 después de haber estado congelado durante seis meses en los que, presume, Suárez trató de “reventarlo” para obligarlo a renunciar y así ahorrarse su liquidación.
Fever, quien ahora trabaja en la cadena ESPN, explica que Suárez le decía que los televidentes se sentían agredidos con sus secciones por lo que tendrían que desaparecer. Aunque le enseñó los ratings para demostrarle que sí tenía buenos números y que podía seguir haciendo lo que le gustaba, el directivo le dijo que se fuera de vacaciones y que “se reinventara”, pues lo iba a reasignar como productor.
Durante enero y febrero de 2009, Fever fue asignado a trabajar en la preproducción del programa Campeón Azteca, el reality show de boxeo que fue una copia exacta de The Contender que la propia televisora transmitió. Fue la última asignación que tuvo hasta que lo despidieron.
“Le entregué un demo y me dijo que a Salinas Pliego le gustó mucho, que era lo mejor que había visto para la televisión, que nunca había visto algo así… unos halagos tan exagerados que por supuesto no creí. Fue la última vez que hablé con él. Me seguí presentando, pero no era solicitado. Me tenía congelado, así estuve de marzo a junio, no tenía órdenes de trabajo. Llegaba a la oficina porque era mi empleo, no podía ausentarme, y él ni me hablaba. Es un tipo bipolar. Quería reventarme, es obvio, se habían gastado mucho en finiquitos y quería ahorrarse el mío.”
Mientras Suárez fastidiaba a Barak Fever, Ignacio Núñez lo hacía con Odín Ciani, quien cuenta que, producto del estrés, un día amaneció con la mitad de la cara paralizada. Se comunicó con su jefe para decirle que no podría ir a entrevistar al portero del Toluca, Hernán Cristante, quien sería operado. A Núñez no le importó su estado y lo obligó a cubrir la información.
“Fui a cubrir la nota. Cuando llegué a la redacción delante de todos los que estaban le grité: ‘Mira cómo estoy, no te pases. Me puedo morir y a ti te vale’. Me dijo que grabara la nota y que me podía ir. Fui el único que entrevistó a Cristante, estuve en el hospital, sólo nosotros traíamos las imágenes, entrevista con el doctor…y la nota ni siquiera salió al aire. En otra ocasión me castigó dos días en la videoteca calificando material porque le reclamé por qué no salían mis notas. Les quitaba mi voz a las notas y ponía la suya porque la mía no le gustaba, entonces por preguntarle por qué hacía eso, durante un mes diario me mandó a Puebla al entrenamiento del equipo y no entró ni una nota. Luego me dijo que eso era como castigo por quejarme”, narra Ciani.
Rubén Cortés, quien después de haber sido director editorial en el noticiario Hechos de Javier Alatorre fue asignado como jefe de información de deportes, fue testigo de las injusticias de Ignacio Suárez y de las decisiones viscerales y antiperiodísticas que tomaba. Recuerda que se rehusaba a mandar a los reporteros a cubrir los campamentos de futbol y, en el absurdo, externaba que, por ejemplo, “si Cruz Azul quería que salieran sus notas, que pagara; entonces ya no quería que se cubriera nada. Azteca es dueña de los derechos de transmisión de ese equipo, no entendíamos por qué decía eso. Corrió a Eder Velázquez (reportero que cubría América) cuando era clarísimo que sus notas daban rating, lo mismo que las secciones de Barak”.
No fue el único caso. “A Luis Manuel López (especialista en automovilismo, que tras la salida de José Ramón Fernández fue uno de los pilares que tuvo Pablo Latapí, además de David Faitelson, André Marín y Enrique Garay) lo echaron de una forma horrible. Pasó por la redacción con sus cosas en varias cajas acompañado por policías y no pudo sacar ni la información de su computadora”, asegura Cortés, hoy subdirector general del periódico La Razón.
Odín Ciani cuenta que cuando los Pumas se coronaron campeones en el Torneo Clausura 2009 ante Pachuca, se comunicó con él Guillermo Negrete, ejecutivo de TV Azteca, para que convenciera al secretario general de la Federación Mexicana de Futbol que alargaran dos minutos más el medio tiempo para que pudieran sacar todos los anuncios que tenían vendidos.
Aunque De María al principio se negó, terminó por ceder y el segundo tiempo del juego se inició cuando Televisión Azteca había cumplido ya con sus compromisos comerciales.
Para la final del Torneo Apertura 2009 entre Cruz Azul y Monterrey, Odín Ciani ya no laboraba en TV Azteca. Una discusión con Ignacio Núñez desencadenó el conflicto. Dice que ya había negociado con los entrenadores Enrique Meza y Víctor Vucetich tener acceso a los dos vestidores independientemente de quién fuera el ganador, pero que aquel 13 de diciembre la televisora no transmitió el festejo porque no tuvieron acceso.
“Terminó el partido y tuvieron que cortar la transmisión porque no hubo nadie que entrara al vestidor. Esa es la explicación. No fue porque el campeón fue el equipo de Televisa y cortaran el festejo y la premiación en vivo. No quiero que se entienda que me siento dios, pero es un ejemplo para que veas cómo te usan y luego te desechan”, concluye.
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