Desde 2007, a partir de que Petróleos Mexicanos (Pemex) anunció las primeras licitaciones para otorgar a consocios privados el mantenimiento, aseguramiento y operación de dos de sus sistemas de ductos –Sistema 1 y Sistema 4–, Contralínea documentó irregularidades en torno a los procesos de licitación, en las adjudicaciones y, posteriormente, en la ejecución de los contratos (ediciones 84, 89, 165, 210).
Con el contrato número 420409807, Pemex le encargó al consorcio DMGP Servicios de Integridad, SA de CV –formado por Mexssub, GreyStar y Constructora Subacuática Diavaz–, el “aseguramiento de la Integridad y Confiabilidad del Sistema de Transporte de Hidrocarburos por Ducto de PEP, Sistema 1”. El monto –19 mil 349 millones 157 mil 770 pesos– a devengarse en 10 años.
El Sistema 4 se lo adjudicó a Energy Maintenance Services Group (EMS) mediante el contrato 420407836, por 4 mil 312 millones 553 mil pesos. Ambos refieren ductos y terminales en Tabasco, Chiapas, Oaxaca y Campeche.
En noviembre de 2010, Contralínea (número 210) publicó que, ante la revisión que el personal de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) hacía a estos contratos, directivos de la subsidiaria que encabeza Carlos Arnoldo Morales Gil y los contratistas presionaban a los supervisores de obra para que firmaran bitácoras de obra y servicios que nunca se hicieron. Ello según declaraciones de personal de Pemex en Tabasco, centro administrativo de ambos contratos
Insuficiencia técnicaContralínea documentó que los consorcios contratados para operar los ductos no tenían capacidad técnica. En el caso de EMS, el texano Timothy Harold Nesler, exejecutivo de la Marathon Oil, junto con otros exdirectivos de Enron crearon una subsidiaria de papel para recibir el contrato de Pemex.
La paraestatal justificó que EMS tenía amplia experiencia y un know how que Pemex necesitaba. En realidad, EMS nunca había operado un contrato de esa magnitud, es decir que el contrato que Pemex le entregó era el más grande de la historia de esa compañía, según declaraciones de Nesler a la prensa texana.
Complicidades de altos vuelos
Por los incumplimientos acumulados de ambos consorcios, según la ASF, desde 2009, la subsidiaria que dirige Carlos Morales Gil debía rescindirles los contratos.
En cambio, sólo le cuantificó la penalización por incumplimiento contractual de un mes, marzo de 2008, que implicaba que la compañía debía pagarle a Pemex 11 millones 533 mil pesos. Pero Nesler no estaba dispuesto a cumplir siquiera con dicha penalización. Así que la subdirección de Nuevos Modelos de Ejecución, que encabeza Luis Sergio Guaso Montoya, modificó (16 meses después de que el contrato estaba vigente) las cláusulas contractuales con la finalidad de reducir el monto de la sanción que EMS debía pagar por su atraso
Fraude riesgoso
El impacto que las irregularidades de los consorcios contratados para el aseguramiento y operación de ductos provocan a Pemex no se reduce al daño patrimonial cuantificado por la ASF. Las irregularidades en las que incurrieron los funcionarios de Pemex para encubrir el incumplimiento de EMS y DMGP “pusieron en riesgo la integridad y confiabilidad del sistema de transporte de hidrocarburos”.
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